Eric Ten Kate.

¿Cuáles son las variables de este proceso?
A mediados de octubre se sabía que había 54 vacunas en desarrollo y en varias etapas de ensayo. Veintinueve estaban en ensayos en humanos de Fase I, básicamente en pruebas de seguridad y dosis; otras 14 estaban en ensayos de Fase II ampliados; y 11 en ensayos de Fase III. Hasta ahora ninguna ha pasado por las tres fases ni tampoco ha sido aprobada para su distribución.

En general, se piensa erróneamente que se está desarrollando un solo tipo de vacuna, sin embargo, es probable que tengamos varias vacunas con diferentes propiedades químicas y biológicas, de diferentes partes del mundo, disponibles aproximadamente en los mismos períodos. Esto involucrará un manejo diferente del Supply Chain y de las cadenas de frío.

Además, estas primeras generaciones de vacunas contra el Covid-19, podrían tener diferentes tasas de efectividad, efectos secundarios y precios. Al mismo tiempo, podrían ser menos estables que las generaciones posteriores y requerir de almacenamiento a temperaturas más frías, tener una vida útil más corta y resultar menos adecuadas para el transporte en grandes lotes. Es posible que algunas vacunas tempranas solo sean efectivas hasta por un par de semanas.

¿De qué manera incidirán estos factores en la cadena de suministro?
Todavía no lo sabemos y es probable que dependa de la interacción entre las partes involucradas en el esfuerzo por llevar las vacunas contra el Covid-19 al público. Un factor que se debe tener en cuenta es la rapidez con la que se fabricará y la capacidad de llegar a los diferentes lugares, a través de los acuerdos que alcancen los fabricantes especializados.

¿Por qué este punto es tan importante?
La velocidad con la que las empresas de ciencias de la vida o fabricantes especializados puedan producir, distribuir las vacunas y crear centros de producción geográficamente dispersos, determinará cuánto tendremos que depender de la distribución vía transporte aéreo.

La producción local (en Estados Unidos) es una gran pieza del rompecabezas, ya que aporta una economía de escala y elimina muchos de los desafíos de la cadena de suministro. Por lo mismo, los desarrolladores están firmando acuerdos con los fabricantes, lo que eliminaría la necesidad de “puentes aéreos”.

Esto es muy relevante debido a que la pandemia ha provocado una grave escasez en la capacidad de carga aérea y una competencia por el espacio, lo que al mismo tiempo ha generado tarifas más altas durante todos estos meses. Actualmente, los aviones de carga están siendo utilizados en su totalidad y con su capacidad de carga llena, y los aviones de pasajeros, que representan más de la mitad de la capacidad mundial de carga aérea, no están circulando en su totalidad, debido a la dramática caída en el tráfico de pasajeros. Entonces, la preocupación es que, se prevé que para la distribución mundial de la vacuna contra el Covid-19, se requerirá una capacidad de carga aérea cinco veces mayor que en una época normal para el transporte de todas las vacunas durante el año pasado.

Otra inquietud es el brote de una segunda ola mundial del virus. Si eso llegará a suceder, puede desencadenar la escasez de Equipos de Protección Personal (PPE), y requerir que los EPP que están siendo hoy en día transportados vía marítima, sea necesario trasladarlos con urgencia vía aérea, desplazando a otros bienes (incluso a las vacunas)

¿Qué otros factores están en juego?
La gran cantidad de partes involucradas. Dejando de lado a los desarrolladores y fabricantes, hay gobiernos y autoridades sanitarias de varios países, que están preparados para tomar esta iniciativa, pero no se da en todos los casos. Por esta razón, habrá muchas instituciones internacionales y ONG que buscarán ayudar a los paí- ses en desarrollo y a las poblaciones menos favorecidas.

Asimismo, los especialistas en distribución de atención médica como McKesson en los Estados Unidos, desempeñarán un papel de liderazgo y trabajarán con los operadores logísticos y distribuidores.

Otros factores que determinarán cómo será la cadena de suministro son la capacidad de almacenamiento de la cadena de frío, particularmente cerca de los principales aeropuertos, y la disponibilidad de contenedores pasivos y activos, que se utilizarán para trasladar los lotes de vacunas. La disponibilidad de hielo seco, viales, jeringas y artículos relacionados también se tendrá en cuenta.

¿Cuál será el rol de los aeropuertos y compañías aéreas?
Un área de incertidumbre son las aduanas y las fronteras, y la pregunta es si ¿Están los funcionarios de las aduanas preparados para acelerar los envíos de vacunas entrantes y salientes, de una manera que no implique retrasarlos o comprometerlos en el proceso de inspección?

Los aeropuertos pueden convertirse en cuellos de botella. Se está discutiendo con las autoridades aduaneras y aeroportuarias, el establecimiento de procedimientos para acelerar el paso y traslado de las vacunas por los aeropuertos, sin abrir los contenedores ni comprometer el embalaje.

Entonces, ¿las compañías aéreas darán prioridad a la asignación de espacio para vacunas?
El tema es hasta qué punto se va a manejar esta situación como un esfuerzo humanitario o semi-humanitario, destinado a llevar la mayor cantidad de vacunas a la mayor parte de la población mundial lo más rápido posible o como a un desafío comercial en el que la disponibilidad, el acceso y el costo están determinados por las ganancias. Los informes de los medios de comunicación que hablan de la necesidad de 8.000 aviones para la recuperación de vacunas pueden ser cuestionados. Independientemente, los requisitos de capacidad no caerán drásticamente a menos que la fabricación por contrato se afiance y comiencen a llegar más vacunas de segunda y tercera generación con temperatura estable.

¿Puede darnos más detalles sobre los requisitos de la cadena de frío?
El almacenamiento en frío se lleva a cabo en aeropuertos o cerca de ellos en todo el mundo. Eso significa convertir cualquier almacén o espacio de almacenamiento cerrado para que tenga la capacidad de almacenar mercancías entre 2°C y 8°C o, cuando sea posible, más frío. También implica que operadores logísticos y líneas aéreas se enfoquen en ampliar su capacidad de almacenamiento y posiciones de pallets para carga con temperatura controlada.

¿Este punto cambiará de un país a otro?
Exactamente, los países desarrollados han negociado con múltiples fabricantes, e incluso sus órdenes de compra exceden las necesidades de sus poblaciones. Están preocupados de que algunas vacunas no sean tan efectivas o seguras como otras, o que no tengan la aprobación del mercado. Por lo tanto, cualquier excedente podría revenderse en otro lugar o canalizarse hacia la tubería humanitaria.

India jugará un papel fundamental en este aspecto. Es el segundo país más poblado del mundo y con una enorme concentración de fabricantes por contrato y experiencia en la industria farmacéutica. Hay un gran grupo de fabricantes en el área de Hyderabad, los que serán contratados para desarrollar la vacuna. Por lo que se sabe hasta ahora, la mitad de la producción de las vacunas de India, será para su población y la otra mitad para la exportación.

¿Qué pasará con la última milla?
Este es el eslabón más débil. La distribución localizada será una problemática en países donde no hay suficientes proveedores de logística con certificación de Buenas Prácticas de Distribución (GDP). No todo el mundo puede manipular, distribuir o recoger vacunas de forma segura. También existen consideraciones de eliminación local en las que algo podría estar estropeado o comprometido, y luego tiene problemas de documentación y cumplimiento de GDP.

Y, debido a la necesidad de rastrear cada dosis de una manera muy segura, este podría ser el momento en que tecnologías como Blockchain se pruebe a nivel global. La llamada tecnología de registro distribuido puede ayudar a rastrear las dosis, mantener el control de calidad, prevenir la falsificación y desalentar el robo.