Está comprobado que las cuarentenas que han adoptado los países han impactado en la demanda de bienes y así como también en la producción. Los flujos de carga son un excelente indicador del dinamismo de la economía y de los impactos de la crisis. El primer trimestre de 2020, el intercambio mundial cayó en un 3%. De acuerdo a las proyecciones de la CNUCYD en el segundo trimestre la caída sería de un 27%. Por otro lado, según estimaciones de IATA, el comercio internacional caerá a nivel global en un 13% este año. En términos generales, los números son poco alentadores.

Ahora, veamos qué pasa con el transporte internacional. El mercado aéreo de carga internacional ha tenido una caída del indicador medida en toneladas de carga por kilómetro Carga-Ton-Km (CTK) de un 15,1% en marzo y de un 29,5% en abril. Latinoamérica ha sido la Región más impactada con caídas de un 19,3% y un 38,9%, respectivamente. Sin embargo, a pesar de que Estados Unidos, también ha sufrido las consecuencias de la pandemia, sus decensos son de un 10,3% y un 20,1%, respectivamente (de todas maneras más bajo que el promedio mundial).

Esta baja en la demanda, además se ha visto agravada por una caída en la capacidad disponible (CTK), debido a la cancelación de la mayoría de los vuelos de pasajeros. Así, este indice ha experimentado una caída de un 42% en abril. Esta cifra está compuesta por una caída de casi un 80% en los vuelos de pasajeros y un aumento de un 10% en los vuelos cargueros. Este escenario, además ha empujado alzas de tarifas en muchas rutas. (Ver gráfico 1)

De acuerdo a IATA, la industria aérea espera una disminución de ingresos de cerca de USD 450 mil millones anuales, con caídas en el volumen de carga transportadas de alrededor de un 17% para este año. Estas predicciones han provocado que muchos gobiernos apoyen a las compañías aéreas, donde el caso de Lufthansa, es quizás, uno de los más emblemáticos. En nuestra Región hemos visto las complicaciones financieras de Avianca y Latam.

Industria marítima

La situación en la industria marítima también es difícil, considerando que el 80% del comercio global se mueve por este medio, según datos de la CNUCYD. A mediados de mayo, el número de naves portacontenedores inactivos había llegado a un record de 524 unidades, lo que significaba 2,6 millones de Teus de capacidad, un 11% del total de la flota global. Lamentablemente, se espera que durante junio esta cifra aumente. (Ver gráfico 2). En Chile, por ejemplo, esto ha producido muchos blank sailings (viajes cancelados) a Norteamérica y Asia durante los últimos meses. En términos financieros, la estrategia de suspensión de frecuencias y de evitar la reducción de tarifas, ha mantenido a las principales líneas navieras con números azules. Sin embargo, no está muy claro lo que pueda pasar el segundo semestre.

¿Una vez pasada esta crisis volveremos a tener una industria de transporte internacional similar a la que teníamos hasta 2019? Es difícil de saber, pero es bastante probable que la recuperación tome bastante tiempo e implique la adecuación de nuestras cadenas de abastecimiento para lidiar con este escenario.