Para contar con información adecuada, primero debemos identificar los elementos que deseamos controlar, como por ejemplo, neumáticos o baterías. Para esto, debemos usar una tecnología que permita una fácil lectura, como el RFID que identifica de forma única e irrepetible los diferentes elementos y entrega una herramienta efectiva de lectura. Los sistemas RFID permiten la lectura de etiquetas ("Tags") electrónicas, por medio de antenas que se colocan en puntos de lectura ("pórticos") fijos o móviles.
Ahora bien, si identificamos cada neumático con un "Tag" con un código único, podremos tener la hoja de vida de éste y asociarlo a un vehículo, el que también puede tener un Tag que lo identifique. De este modo, cada vez que pasen por un "pórtico", se registra la información de los neumáticos y del vehículo al que están asociados. Si además registramos el odómetro del vehículo, por ejemplo, podremos realizar controles periódicos para optimizar el rendimiento del neumático, verificar su estado, entre otros. Esto también permite revisar que los neumáticos no sean reemplazados, es decir, al salir un camión se registra su identificación y de cada neumático, quedando estos datos registrados para su control en puntos móviles, destino, entre otros.
Los Tags para neumáticos, son especiales para esta aplicación y se colocan al interior de los neumáticos, para que no se puedan retirar. Para su lectura, existen pórticos de lectura especializados, ya sea con antenas a nivel de piso o con antenas de la potencia suficiente para leer los tags en los neumáticos. Una vez leído el tag de cada neumático y del vehículo, se procede a registrar estos datos y a comparar esta información con la almacenada en el sistema. De no corresponder o de faltar algún neumático, se procede a generar una alarma a través de señales visibles, mensajes, etc.
Lo anterior no sólo posibilita controlar neumáticos, sino también los diferentes elementos que están dentro de un vehículo. Por ejemplo, en el caso de las empresas de arriendo de vehículos, este sistema les permitirá identificar neumáticos, batería y otros elementos, permitiéndoles controlar que al regresar el vehículo, éste posea los mismos componentes con que fue entregado. Esto se logra por medio de la lectura de los componentes a la entrega y la recepción del vehículo.
El Middleware
Un punto importante para evaluar este tipo de soluciones, lo constituye la integración de la información al sistema primario que posea la compañía. En el mercado nacional, hay disponibles diversas plataformas que permiten relacionar los mundos físicos y lógicos, independizando ambos, pero manteniendo el flujo de información. A través de un conjunto de reglas de negocio, el Middleware controla la lectura y acciones que se realicen, y la carga de la información a los sistemas de control primario, permitiendo cambiar ya sea el hardware de lectura o las acciones que se ejecutan una vez realizada la misma (control de semáforos, avisos, barreras, etc.), sin necesidad de modificar la carga del sistema primario, o viceversa.
Conclusión
A modo de resumen, podemos decir que la integración de tecnología RFID permite identificar un vehículo y los elementos que lo componen, así sean fijos o variables. Asimismo, posibilita que su lectura no dependa de un operador, sino que se realicen de forma automática al pasar por un punto de lectura, el que puede estar ubicado en las entradas y salidas de las instalaciones de la compañía, conectados a la red de datos de la misma, o bien en puntos móviles, por medio de equipos de lectura portátiles y que transmiten la información por medio de enlaces de comunicación GPRS. Estos pórticos alimentan al sistema de información, la que se procesa en línea y genera las alarmas correspondiente. Lo anterior permitirá tener un control eficiente, una reducción de costos de operación e información actualizada, la cual puede ser sistematizada y presentada de forma gráfica por medio de un dashboard de fácil lectura para la toma de decisiones.