Felipe Serrano.

¿Cómo ha afectado el Coronavirus a las operaciones aduaneras?
Esta pandemia ha generado un fuerte impacto en toda la cadena comercial, logística y económica nacional e internacional, donde este nuevo escenario del comercio exterior no solo modificó la forma de llevar las operaciones y transacciones comerciales, sino que también transformó radicalmente la forma de vida de todos quienes operamos en este sector.

Hacer frente a las restricciones sanitarias, adaptarnos diariamente a las normas de la OMS en materias como el cuidado de la salud de nuestro recurso humano, pero también estar al frente en forma permanente junto al Gobierno como unidad estratégica y garante del control fronterizo en materias aduaneras, ha significado dar un giro importante a cómo veníamos operando, y por otra parte nos ha impuesto el desafío de implementar con urgencia diferentes acciones que permitan agilizar, digitalizar y modernizar una serie de trámites y gestiones, todas ellas tendientes a facilitar el tránsito aduanero, además de cuidar a nuestro personal, evitando la exposición excesiva en terreno para cuidar su salud y la de sus familias.

Para todos, esta nueva realidad significa un cambio de cultura empresarial y de vida en general, y cada día nos estamos enfrentando a diferentes desafíos, pero tenemos la capacidad de adaptarnos para responder de manera eficiente y efectiva a las nuevas exigencias.

¿Qué medidas se deben tomar en materia comercial y de integración para responder a esta crisis?
Lo más importante es actuar coordinadamente para evitar los contagios entre las personas que forman parte de la cadena logística, así como para enfrentar las dificultades y demoras que pueden surgir de la contingencia. En ese sentido, la Cámara Aduanera ha estado dispuesta y colaborando desde siempre, y con mayor razón durante esta emergencia sanitaria, a través de mesas de trabajo virtuales y otras instancias, para ir avanzando en medidas de facilitación del comercio exterior que con esta pandemia se hicieron urgentes.

Junto con Anagena, hicimos la solicitud de permitir que trámites que debían hacerse en forma presencial se pudieran digitalizar, lo que fue bien acogido. Destaca la resolución 1179 del Servicio Nacional de Aduanas, que permite la tramitación electrónica de los procesos de importación y exportación en todos los puertos marítimos, terrestres y aé- reos del país, con lo cual ha sido posible mantener el abastecimiento de bienes para la economía nacional junto con cuidar la salud de los trabajadores, y que a la vez alentó que el SAG, Sernapesca y el Servicio de Salud también se sumaran a esta medida, que tiene impacto en más de 1.200.000 operaciones de comercio exterior cada año.

En relación a la transformación digital de aduanas, ¿cómo evaluaría el avance de este proceso y en qué medida el Covid-19 lo ha acelerado? 
Sin duda que la crisis sanitaria aceleró el proceso de transformación digital, un imperativo que se veía cada vez más urgente para mantener la competitividad en el comercio global, que ya funciona con alta tecnología y exige ponerse a esa altura. Aún nos falta bastante por avanzar, pero vemos que está la voluntad y la necesidad de hacerlo, y para eso estamos trabajando dedicadamente. Como decía anteriormente, valoramos mucho que se avance en tramitación electrónica, así como la aprobación de la ley de teletrabajo y trabajo a distancia para dar impulso y regulación a estas modalidades que vamos a ver muy incrementadas en el futuro.

A su juicio, ¿cuál es el factor más crítico de esta transformación? ¿Por qué?
En la reconversión de nuestra actividad hacia una lógica digital, la Cámara Aduanera ha sido pionera, dado que hace más de 20 años que los agentes de aduana estamos transmitiendo vía electrónica los datos, y ahora se nos suma la digitalización de documentación y trámites. Pero, más que nunca, queremos enfatizar en que es imprescindible que toda la cadena logística se suba a la digitalización, de manera que aprovechemos las ventajas de la tecnología y seamos competitivos en la economía global. Hemos hablado también de la capacitación de nuestros trabajadores, que son más de 6.500 en todo el país, lo que se denomina “reskilling”, o reciclaje profesional de las personas para adecuarse al contexto digital. Dado que nuestra labor se desarrolla en el ámbito de los servicios, la preparación y expertise de nuestros colaboradores es crucial, y necesitamos pasar del trabajo físico y presencial en algunas áreas de quienes se desempeñan en zonas operativas en puertos marítimos y aéreos, así como fronteras, al dominio y gestión de las tecnologías. Los agentes de aduana somos expertos en comercio exterior y tenemos la obligación de ponernos al día en los indicadores de eficiencia, rapidez y seguridad con que está operando el comercio a nivel mundial; el mundo cambió y debemos adaptarnos rápidamente.

En este punto, quisiera agregar que, como comenté, desde que comenzó la pandemia, la Cámara Aduanera comenzó a liderar trabajos con Aduanas para poder automatizar procesos, traspasar trámites que eran físicos a presenciales y entregar mayor agilidad al proceso del despacho, entre ellos canjes del BL electrónicos, aforos sin presencia de auxiliares, pagos electrónicos, procesos automatizados con navieras, retiro de documentación vía web, envío de archivos por PDF a través de correos. Con Aduanas nos ha ido muy bien, y a través de resoluciones se han acogido estas solicitudes, no obstante, nos gustaría contar con un mayor apoyo de las navieras en el proceso del canje, corrección, pagos de gastos collect, etc, en los que no se han dado facilidades, por lo que estamos en gestiones con cada una de ellas para ir dando soluciones. Con algunas hemos ido avanzando sin problemas, pero con otras vamos de una manera un poco más lenta, tratando de llegar a soluciones. Por otra parte, estamos trabajando con depósitos y extraportuarios para que sus procesos también sean electrónicos en su mayoría, como por ejemplo la visación electrónica de contenedores directos.

¿Qué medidas o iniciativas concretas han puesto en marcha para sus asociados?  
El trabajo con nuestros asociados se puede resumir en tres áreas: información, gestión y capacitación. Estamos en contacto permanente con nuestros socios para ayudarles a solucionar las dificultades que se van presentando en el día a día, exponiendo sus preocupaciones e inquietudes antes las autoridades y actores correspondientes, de manera de ir sacando los temas, resolver demoras, agilizar y destrabar ciertos procesos. Asimismo, iniciamos un ciclo de conversaciones virtuales con nuestros asociados por las distintas plataformas, lo que nos ha llevado a una rápida adaptación tecnológica en el uso de estas herramientas. Afortunadamente, hemos tenido una muy buena participación y un intercambio muy transparente y fructífero. Dentro de este ciclo tuvimos la presentación de un experto de IBM que nos habló acerca de la cultura y el liderazgo necesario para llevar a cabo esta operación. Estamos más activos que nunca en diversos frentes, en especial lo que dice relación con la modernización y digitalización de los procesos habituales del trabajo de las Agencias de Aduana, promoviendo la transformación digital y ofreciendo capacitación a través de nuestro centro de formación Camcap.

¿Podría resumir el avance tecnológico que se está poniendo ahora a disposición de los usuarios?
Por ejemplo, la Asociación de Transporte Expreso de Chile, Atrex, para dar seguridad a las personas y auxiliares y usuarios de aduana, ha desarrollado una plataforma de repositorio en la cual nuestras asociaciones de agentes de aduana subirán la documentación de respaldo de declaraciones, pagos, vistos buenos y otras requeridas, para liberar de manera rápida las cargas y así evitar la presencia de personas y su contagio, una iniciativa que apoyamos totalmente.

El Servicio Nacional de Aduanas también ha innovado al respecto, implementando un sistema de carpeta electrónica, que permite revisión a posteriori, evitando también la presencia de personas.

¿Cómo proyecta el futuro a corto y mediano plazo para el Comex chileno?
El comercio exterior no va a parar, eso está claro. El Coronavirus cambió por completo lo que podríamos haber pensado que sería el futuro hace solo unos meses, pero ya es posible anticipar, primero, que vienen tiempos muy difí- ciles por la crisis económica que se deriva de la pandemia y, segundo, que la transformación digital se aceleró exponencialmente y ya no volverá atrás.

Todos estamos trabajando arduamente para mantener funcionando toda la cadena logística, el abastecimiento de la población y minimizar el impacto de la ralentización o paralización, en algunos casos, de la actividad econó- mica, teniendo en cuenta que la crisis económica derivada de la pandemia afectará a todo el mundo, pero pienso que lo negativo no apoya. Lo positivo es mirar el futuro con los cambios que se requieren. Ya nada es lo mismo, el mundo cambió, pero lograremos salir adelante y conocernos más. No se ve fácil el panorama, pero tenemos confianza en que saldremos adelante con el esfuerzo tanto público como privado y las lecciones que aprenderemos de este desafío.

Creo importante decir, como Presidente del gremio, que mi misión es apoyar al país para el bienestar de todo Chile.