Las medidas de cuarentena han hecho que las personas modifiquen sus hábitos de consumo para salir lo menos posible de sus casas. Sumado a esto, el toque de queda y el cierre de tiendas físicas también han sido factores que han limitado en gran medida las compras presenciales. En contraposición, el comercio electrónico adquirió un protagonismo repentino.

Tras la entrada en fase 4 de la pandemia en Chile, el crecimiento del e-commerce se aceleró en proporciones históricas para algunos sectores y se ha mantenido así desde entonces. De acuerdo con un sondeo elaborado por Beetrack -compañía de tecnología asociada a servicios de última milla-, que comparó semana a semana el crecimiento experimentado en los días de pandemia, respecto de los días previos a su inicio, los canales online correspondientes a la venta de bienes de primera necesidad fueron los primeros en experimentar esta fuerte alza.

El sector Supermercados tuvo un aumento de un 98% en la semana del 16 de marzo, en comparación a la primera semana del mes. En los siete días siguientes, el crecimiento llegó a un 168% y desde entonces se ha mantenido por sobre un 130%, con un peak de un 184% en el período entre el 6 y 12 de abril, correspondiente a Semana Santa.

La venta online se transformó en un canal no solo preferido, sino que también sumamente necesario para los consumidores. Los productos de primera necesidad fueron entonces la prioridad y, en este contexto se observó el arribo de nuevos usuarios a estas plataformas, como adultos mayores, que han recurrido a ellas para evitar exponerse a focos de contagio y que se han ido acostumbrando a su uso.

Sin embargo, con el correr de los días, las ventas por e-commerce comenzaron a verse también fuertemente impulsadas en sectores relacionados a la compra de bienes durables, ante el cierre prolongado de centros comerciales y tiendas físicas en su conjunto. En retail, el sondeo arroja que, tras una caída de -11% en la semana del 16 de marzo, hubo un rápido repunte en los períodos posteriores, con un peak de 156% en los días comprendidos entre el 13 y 19 de abril. Asimismo, la venta de artículos para el hogar experimentó un crecimiento paulatino desde el 16 de marzo, pero fue en abril cuando alcanzó sus cifras más extraordinarias, que han llegado hasta un 146%.

La cuarentena no solo ha afectado los resultados en las ventas en el e-commerce, sino que también ha influido en el funcionamiento de los servicios de última milla, encargados de llevar los productos a los hogares de los consumidores. Si bien, la alta demanda ha significado la ampliación de los plazos de entrega en muchos casos, factores como el menor tráfico de vehículos y la mayor presencia de personas en los hogares, ha permitido mejorar la eficiencia de los despachos.

De acuerdo a los datos de Beetrack, en una misma ruta se pasó de realizar un promedio de 24 pedidos a 37 pedidos, debido a que las calles están más expeditas. Asimismo, la no entrega de productos por la ausencia de moradores en el hogar ha disminuido un 21,7%.