Mauricio Silva.

¿Qué motivó a Infositio a implementar Teletrabajo?
El 2005 nos relacionamos con ejecutivos de marcas de teléfonos móviles y de equipamiento “heavy-duty”, que trabajaban en formato 4x1 (cuatro días en oficina y uno en el hogar). También conocimos a representantes que no contaban con oficinas físicas en Chile, dado que el volumen de sus operaciones, no les permitía sostener los costos.

Fue en ese momento cuando nos percatamos que éramos nosotros quienes visitábamos a los clientes, ya fuera por reuniones, levantamiento de requerimientos, puestas en producción de algún proyecto, etc. Esta situación nos hizo replantearnos la idea de si disponer de una oficina constituía una ventaja para nuestras operaciones o no.

El punto de inflexión ocurrió el 2007 cuando se puso en marcha el Transantiago y la ciudad colapsó. Fue tal el caos inicial y el costo en tiempo de desplazamientos, que decidimos enviar a todo el personal a trabajar desde sus domicilios.

Por suerte, las conexiones de Internet, ya permitían velocidades adecuadas para cubrir nuestras necesidades de operación.

¿De qué manera se organizaron para enfrentar los desafíos del teletrabajo?
En una primera instancia estuvimos de acuerdo en tener un período de marcha blanca, con el objetivo de detectar las falencias técnicas y, más aún, el impacto al interior de cada hogar para adecuarse a esta nueva realidad.

Establecimos procedimientos de trabajo que nos permitieron posteriormente certificarnos ISO 9001:2005 e ISO 9001:2015, los cuales siempre tuvieron como base la comunicación del equipo a través de Skype o herramientas similares.

El trabajo se consolidó en la nube y en la adopción de metodologías ágiles para distribuir las labores por medio de sesiones stand-up meeting dos veces por semana y la incorporación de Jira como herramienta de control de proyectos.

¿Qué fue lo más difícil de llevar a cabo?
Temimos, en un comienzo, que nuestros clientes pudiesen tener reparos de esta iniciativa, pero afortunadamente no impactó en los tiempos de trabajos sino que, por el contrario, tuvimos un aumento en la productividad.

Más complejo fue lidiar con los prospectos comerciales, quienes en algunos casos se mostraron reacios a contar con un proveedor full teletrabajo. También nos dimos cuenta que no todas las personas se adaptan de igual forma a trabajar desde sus hogares. La disciplina, la proactividad y el autocontrol, tienen una gran cuota dentro del éxito de adoptar esta forma de trabajo.

Otro punto muy importante es la familia, la cual debe adaptarse también y entender que el trabajador está cumpliendo un horario laboral y, que independientemente de que físicamente esté ahí, tiene las mismas tareas como si estuviese sentado en una oficina.

¿Cuáles son las ventajas de esta modalidad?
Después de tantos años de teletrabajo destacaría lo que una vez nos dijo uno de nuestros jefes de proyecto: “Gracias a esta forma de trabajo, pude ver crecer a mi hijo y estar presente en caso de cualquier contingencia hogareña”. Creo que esa afirmación resume en gran parte la ventaja de efectuar las labores desde casa, sumado a evitar largos desplazamientos, aparte de mejorar la calidad de vida, ayudar a la descongestión vehicular y descontaminación de la ciudad.

Invitamos a las empresas, sobre todo a las que proveen servicios, a transformarse digitalmente, operar en la nube y probar enviando a sus colaboradores a sus domicilios para realizar sus actividades. Es altamente probable que vean un aumento en la productividad y más importante aún, en la felicidad de sus equipos.