Dado el aumento del valor del m2 de terreno de los últimos años, el incremento de la densidad en las posiciones de racks se ha vuelto prioritario para dueños y administradores de centros de distribución, impulsando un diseño de bodegas donde se aprovecha el espacio disponible “hacia arriba”, incrementando la altura de los racks o disminuyendo el espacio entre estos. Sin embargo, esta clase de diseños impacta en las capacidades de giro y de manejo de carga de los equipos en su interior.

Por ello, varios fabricantes ya han lanzado los llamados “equipos de pasillo angosto”, categoría que incluye los modelos Reach, articulados y trilaterales (o triloader). Estos últimos pueden operar en pasillos de 1,9 m de ancho (en vez de los 4 m que demanda una grúa horquilla tradicional), pudiendo elevar cargas por sobre los 10 m de altura. De este modo, se obtiene una mayor rentabilidad de la superficie del CD. No obstante, requieren pisos en buenas condiciones y sistemas de guiado, entre otras desventajas.

Si la bodega posee espacios entre pasillos de entre 2,4 y 3 m, se puede emplear los versátiles equipos Reach, que se caracterizan por tener un mayor alcance vertical, permitiendo el uso de racks de mayor altura. Esto lo logran mediante dos patas exteriores que distribuyen el peso de carga y evitan que la carretilla elevadora se incline. Además, incorporan baterías eléctricas pesadas para eliminar la necesidad de un contrapeso, permitiendo que la grúa reach sean más compacta y maniobrable que los modelos estándar, tanto en interiores como en exteriores del CD.

A diferencia de otros modelos, las grúas articuladas pueden utilizarse en bodegas con pasillos más angostos. “Estos equipos no requieren pisos ‘perfectos’, y son altamente versátiles, pues no solo pueden trabajar al interior de los CD, sino también en exteriores, en la carga de camiones u otras operaciones”, sostiene José Bordas, Gerente General de Kreis.

En la actualidad, la tendencia predominante en el mercado nacional, es elegir equipos de pasillo angosto con motorización eléctrica. Este tipo de tecnología tienen diversas ventajas, como, por ejemplo, no emite gases producto de la combustión, lo que no dañará los bienes almacenados o transportados, ni pondrá en peligro la salud de los operadores y otras personas que trabajan en el mismo ambiente. Además, su operación genera niveles muy bajos de ruido y vibración.

Otra de sus fortalezas son sus bajos costos de mantenimiento, pues el uso de motores AC reduce en gran medida su número de componentes electrónicos (y la consiguiente cantidad de mantención que requiere). De igual modo, rara vez es necesario reemplazar frágiles componentes electrónicos. Entonces, de esta perspectiva, el costo de operación de una grúa horquilla eléctrica resulta más económico a largo plazo.

Para José Bordas, entre los factores a considerar al momento de elegir el modelo adecuado para su centro de distribución, sobresalen la variabilidad del tipo de carga que se maneja. “Todos los equipos requieren de una cuidadosa especificación, para asegurar que la interacción con los racks sea muy eficiente, no es una decisión trivial”, asegura el ejecutivo. “Y como se trata de equipos complejos, una mantención preventiva es fundamental para asegurar la continuidad operacional y brindar el mejor servicio y rápida respuesta”.