Afines de 2017, con el objetivo de orientar a compradores y proveedores de racks, el Instituto Chileno del Acero (ICHA) lanzó el documento técnico “Bases de diseño estructural para estanterías metálicas”.

Esta publicación estableció estándares mínimos para el diseño de este tipo de estructuras, que son relevantes no solo para la economía nacional, sino que fundamentales en un país sísmico como lo es Chile.

Después de este primer paso, actualmente el ICHA, junto a empresas proveedoras de racks, profesionales (ingenieros estructurales y profesionales involucrados en el desarrollo de proyectos logísticos y de almacenaje) y el Instituto Nacional de Normalización (INN), están trabajando en el diseño de la primera normativa para este rubro.

Como parte de esta iniciativa, Diego Canales, Gerente Comercial y de Ingeniería de Mindugar, explica que “se busca generar un estándar de decisión para normalizar el diseño, aunar criterios de los involucrados en los proyectos y regular el mercado”, agregando que “cuando sea el llamado a consulta pública, espero haya participación y aportes, para que logremos el desafío de tener la primera versión para fin de este año y el documento para mediados de 2020”.

Diego Canales, MINDUGAR.

Marco Rojas, ÁGUIA SISTEMAS CHILE.

Alexis Aguilera, INGERACK.

Slaven Ilic, RACK AND BUILDING SYSTEMS.

Hernán Bustamante, RACKLINE.

Juan José Álvarez, AR RACKING.

Gerardo Zamora, SLI GROUP.

Alex Valdés, ZAMBÓN ACERO RACK.

Así lo espera también, Marco Rojas, Gerente Comercial de Águia Sistemas Chile, quien coincide en señalar que la normativa irá concientizando y ordenando el mercado. “A pesar de que hoy hay más profesionales a cargo de estos proyectos y se rigen por la norma NCh 2369 Of. 2003 sobre Diseño Sísmico de Estructuras e Instalaciones Industriales, algunas empresas tienen memoria a corto plazo y solo se acuerdan de estas temáticas cuando ocurren terremotos. He visto a compañías reciclar racks, los que no cuentan con garantía; otras que no se preocupan de investigar o especificar bien las capacidades de carga y el porcentaje de ocupación; y por otro lado, lamentablemente, existe una oferta más barata y de dudosa procedencia en nuestro mercado”.

En este último aspecto, Alexis Aguilera, Director de Proyecto de Ingerack, indica que muchas empresas ofrecen valores muy por debajo de la media (entre un 20 a un 30% menos) y que a su juicio es porque “no involucran la evaluación técnica ni ingenieril en los proyectos, creando una competencia desleal, y lo más grave aun, afectando la seguridad de las operaciones de sus clientes”.

Considerando el desarrollo y uso de los racks, y la exposición de las personas en torno a estas estanterías industriales, la seguridad es muy relevante. Según Slaven Ilic, Gerente de Rack and Building Systems (RBS), “como fabricantes tenemos una gran responsabilidad de hacer la diferencia y ser éticamente correctos en torno a lo que estamos ofreciendo”.

Por todos estos factores es necesaria la generación de esta nueva norma, asegura Canales. “La NCh2369 incluye un barniz muy ligero en relación a lo que son los racks y tiene parámetros discutibles, que dan para diferentes interpretaciones por parte de los revisores, quienes además, no tienen los mismos criterios. Por esto, esta iniciativa busca tener medidas más exactas y exclusivas para los racks. Si bien en la ingeniería no hay una verdad absoluta, tenemos que crear estándares regulados”.

Si bien la norma regulará el diseño de las estanterías por parte de los fabricantes, Hernán Bustamante, Gerente General de Rackline, plantea un punto muy importante en relación a qué organismo se encargará de certificar, del lado del cliente, que sus instalaciones cuenten con los niveles de seguridad exigidos.

Para dilucidar un poco esta duda, Canales argumenta que “cuando la norma sea obligatoria y esté en uso, las compañías de seguro se van a hacer partícipes y, al momento de asegurar bodegas o centros de distribución, exigirán certificados”.

Del mismo modo, Gerardo Zamora, Gerente Comercial de SLI Group, afirma que “vislumbro que las divisiones de obras de las municipalidades estarán aún más exigentes en la solicitud de memorias de cálculo”. Finalmente, Bustamante, también cree que “las Mutuales de Seguridad, jugarán un papel importante, en su rol de promover la cultura de la seguridad”.

Sobre los resultados obtenidos este año, los invitados estuvieron de acuerdo en que la economía nacional no está en su mejor momento y que esta situación se ha visto reflejada en el mercado de sistemas de almacenaje. Para Rojas, “los proyectos han estado restringidos y los clientes están prefiriendo el precio. El escenario está complicado y no creo que mejore mucho el próximo año”.

Complementando lo que sostiene Marco, Juan José Álvarez, Gestor de Proyectos de AR Racking, agrega que “además, se ven muchos proyectos pequeños; los mega proyectos están en ‘stand by’. Sin embargo, algunas empresas están aprovechando este período para innovar y automatizar algunas operaciones”.

Del mismo modo piensa Canales, quien asegura que “el mercado no está tan bueno como en años anteriores, pero muy parecido. Y con respecto a la automatización, los clientes se están preparando para el e-commerce, por lo que muchos proyectos están cambiando y acomodándose y, probablemente, se materializarán más adelante”.

Siguiendo con el análisis del mercado actual, Zamora relata que “en nuestro caso, hemos buscado oportunidades de crecer en el exterior, potenciando nuestra propuesta en regiones y en países como Bolivia y Perú, por lo que creo que es una buena apuesta para los proveedores de soluciones de almacenaje”.

Otra realidad ha vivido Ilic en el último tiempo, quien indica que “afortunadamente nos ha ido bien, pero este resultado es porque probablemente tenemos una base de análisis más baja que los más grandes proveedores. Productos distintos y soluciones personalizadas para nuestros clientes han sido una buena manera de diferenciarnos”, puntualiza.

En relación a las nuevas tendencias que se visualizan en este mercado, los proyectos en altura están ganando cada vez más adeptos. Al respecto, Rojas asegura que “efectivamente las bodegas están creciendo hacia arriba. Antes los proyectos llegaban a 6 m, y ahora es muy normal ver estanterías de entre 14 m a 15 m. Esto es debido a que el valor del metro cuadrado ha subido. Sin embargo, aún estamos lejos de masificar los proyectos de más de 20 m”.

Así también piensa Canales, quien afirma que “estos sistemas en altura son proyectos de nicho, y si bien desde el punto de vista de la ingeniería estamos preparados, el tema del costo de las grúas horquilla, encarece toda la iniciativa, por lo va a costar que se masifiquen en Chile como en Europa”. Así también lo estipula Zamora, quien recalca que es un tema de costo, e indica que “un rack más alto solo involucra más acero, pero pasar de un equipo estándar a uno que llegue a más altura, involucra un costo mucho mayor”.

En tanto, Alex Valdés, Product and Automation Manager de Zambón Acero Rack, asegura que la tendencia es optimizar los espacios no solo en altura, sino que también a través de la modernización de los ya existentes o mediante automatización. “Todos los proyectos que van a más de 10 u 11 m de altura están enfocados o asociados a la implementación de automatización, por costo, manejo y operación”.

Sin duda que la tendencia es mayor altura y automatización, agrega Ilic, pero asegura que no cree que sea una realidad en Chile aún. "Las empresas que tienen sistemas por los sobre 30 m son contadas con los dedos de una mano, y los proyectos de automatización son provistos por integradores internacionales, y solo se ven en grandes centros de distribución”, precisa.

Concluyendo este tema, Álvarez, indica que “en nuestro país estas soluciones las proveen integradores, especialmente italianos y japoneses, los que ya cuentan con expertise en el rubro y casos de éxito con grandes clientes. Además, su propuesta incluye lo último en tecnología (software y hardware), con soluciones llave en mano”.

Por otro lado, según Valdés, en Chile tampoco hay una cultura de la automatización y profesionales que puedan asesorar a los clientes de una manera asertiva en este aspecto. “Tenemos que plantear la automatización de una manera distinta, ya que las empresas la ven más como un gasto que como una inversión, por lo que debemos apoyar a los clientes de empresas medianas y pequeñas a entender cómo un WMS o un Pick to Light por ejemplo, pueden optimizar su operación, bajar sus costos y, por ende, mejorar su servicio”.

Desafíos

Los nuevos avances tecnológicos han cambiado al consumidor y esto ha llevado a que la logística y sus operaciones sean más exigentes y se enfoquen en el servicio. Esta misma situación ha provocado que los procesos en las bodegas tengan que ser más eficientes.

En este sentido, Valdés señala que “hay un gran potencial en lo que es final de lí- nea, proceso que complica a la mayoría de las empresas, especialmente en los Cyber Days, por lo que mejorarlo, puede marcar una gran diferencia”.

Para Zamora, otro desafío tiene relación con la nueva normativa. “Esta será muy exigente, por lo que las empresas del sector tendremos nuevas metas que abordar, como la creación de nuevos productos o soluciones y la generación de alianzas con proveedores de automatización para satisfacer las nuevas demandas”.

Educar al mercado también es una tarea pendiente, a juicio de los invitados, quienes aseguran que hay que seguir haciendo hincapié en temas como las capacitaciones para operarios en el cuidado de los racks; la importancia de la ingeniería, mantener las características originales del proyecto y la realización de mantenciones constantes; y la implementación de señalética de seguridad. “Todos estos puntos son clave para que los clientes puedan sacar el mejor provecho de sus sistemas, resguardando la seguridad de las personas, de sus productos y de las mismas soluciones”.