Gori Liners.

El proceso de elaboración del vino es un arte milenario que ha conservado en su esencia los mismos pasos para su preparación. Por esta razón, cada vez que se comercializa este producto, es muy relevante que llegue a destino en las mismas condiciones que se encontraba en la viña de origen, siendo la temperatura el factor más importante para su óptima conservación.

En este sentido, llama mucho la atención que para su transporte este ítem no sea siempre considerado y que sea tratado como si fuera una carga general.

De acuerdo a investigaciones realizadas en España por el Instituto de Fermentaciones Industriales (IFI) y la Estación de Viticultura y Enología de Navarra (EVENA), las temperaturas de entre 5ºC y 16ºC son las adecuadas para la óptima conservación del vino. Sin embargo, las temperaturas de entre 25ºC y 40ºC, resultan muy perjudiciales ya que provocan un deterioro en sus características cromáticas, aromáticas y gustativas.

Por todo lo anterior, contar con un operador logístico especializado es de vital importancia y el único modo de asegurarse que los productos lleguen a destino con la misma calidad con la que salieron de la bodega. Como el vino es un producto frágil y sensible, los cambios de temperatura y humedad son los mayores riesgos al que están expuestos durante su transporte marítimo. Riesgos que han ido en aumento debido al crecimiento de nuevos mercados de exportación –Asia principalmente–, lo que implica mayores distancias y tiempos de viaje. A esto se añade que los puertos están cada día más congestionados, traduciéndose en una mayor manipulación y transbordo. Adicionalmente hay muchos tramos de conexión terrestre, lo que aumenta los riesgos de exposición a altas temperaturas.

Gori, empresa del grupo DHL, tiene más de 60 años de experiencia en la exportación e importación de vinos y licores. Debido a los requerimientos especiales para el transporte de estos productos, Rodrigo San Martín, Managing Director de Gori Chile & Argentina, señala que “en Gori nos preocupamos de entregar soluciones especializadas, que garanticen el traslado del vino en condiciones óptimas desde origen a destino, las que incluyen el control de la temperatura”.

Entre las herramientas que posee la compañía, destaca Gori Liners, revestimiento térmico que cubre todo el contorno del contenedor y que ha demostrado dar excelentes resultados en la conservación de la calidad del producto. “Hemos realizado seguimientos a contenedores con y sin insulado, y las diferencias son importantes. Además con los Gori Liners, nuestros clientes pueden tomar un seguro de carga especial, que los cubre ante pérdidas de calidad del vino durante el transporte”, explica San Martín.

Gori también cuenta con termógrafos digitales que ayudan a comprobar la temperatura durante el trayecto, así como otras soluciones específicas para las necesidades de cada vino en particular.

A modo de conclusión, el Managing Director de Gori Chile & Argentina, indica que “hoy solo en ciertos destinos, como Canadá, Japón y Estados Unidos, donde la calidad es muy importante, las temperaturas son extremas y los tránsitos terrestres muy largos (en Estados Unidos, además, con alta congestión), se ve un uso extensivo de sistemas de insulado o derechamente de contenedores reefer. El problema es que los importadores solo miran las condiciones en destino, sin necesariamente considerar las temperaturas en origen o en los puertos de tránsito. Por ello, a juicio de San Martín, son las viñas las que debieran empujar el uso de sistemas de insulado para el transporte de sus productos, ya que es su prestigio e imagen los que están en juego. Esto último sin duda tiene un valor mucho mayor que los equipos de protección de temperatura.