Agrandes rasgos, las estructuras o bodegas modulares se pueden definir como instalaciones compuestas, en su mayoría, por estructuras de aluminio o acero galvanizado modulares tipo mecano, cubiertas con membranas de PVC estándar, que permiten ir incorporándoles recubrimientos rígidos. Al respecto, Daniel Báez, Gerente Comercial de Losberger, indica que “estos sistemas de construcción modulares destacan por su calidad y por ofrecer una variedad de tamaños, formas y opciones de configuración, permitiéndole al cliente resolver su problemática de almacenamiento no solo rápidamente, sino también a precios convenientes”.

Complementando esta afirmación, Francisco Undurruga, Gerente General de Tecno Espacio, agrega que “estas soluciones, diseñadas con ingeniería de punta, están enfocadas para ser implementadas de forma temporal o semi permanente, y además de ser fáciles de armar y desarmar, son 100% impermeables y poseen una alta tecnología térmica y estructural”.

En este sentido, Guillermo Rifo, Business Development Manager de Veldeman, explica que “este carácter temporal o semi permanente de estas soluciones, se debe principalmente a que las actuales regulaciones constructivas en nuestro país, no permiten la instalación de estructuras de aluminio de carácter permanente”.

Daniel Báez, LOSBERGER.

Francisco Undurruga, TECNO ESPACIO.

Guillermo Rifo, VELDEMAN.

Gonzalo Barros, FULLTENT.

Diego Huidobro, TOPTENT.

Marco Becerra, TECNOSPORT.

A juicio de Báez, esta es una problemá- tica que debería resolverse, ya que en Chile el aluminio no está inscrito en el Instituto Nacional de Normalización (INN) como método constructivo, siendo que es un sistema aprobado y comprobado hace años en EE.UU. y Europa. “El mercado nacional de estructuras modulares comenzó a crecer hace 15 años, por lo que aún se considera como ‘pequeño’, y hay ciertos vacíos en la ley que deben actualizarse. Sin embargo, creo que estas soluciones tienen un gran potencial y que la mayoría de los proveedores ofrece productos de calidad comprobada, con respaldo a nivel de ingeniería y técnico”, señala.

A pesar de que estas soluciones son transversales para todos los segmentos, en los últimos años, la demanda de estas estructuras para el bodegaje industrial comenzó a incrementarse. “En un comienzo, los principales interesados en estos sistemas eran los sectores Minería y Construcción, los que continúan siendo muy relevantes, dado que las utilizan para almacenar desde concentrados de cobre hasta materiales de construcción, equipos, camiones y camionetas”, sostiene Rifo. “Las aplicaciones son muy amplias, ya que son muy versátiles, alcanzan grandes alturas y tienen distintas dimensiones. Por ejemplo, hay estructuras de 60 m de ancho de boca para grandes camiones o de plantas libres para productos a granel o maxi sacos, entre otros”, añade el Business Development Manager de Veldeman.

Muy de acuerdo con esta opinión está Gonzalo Barros, Gerente Comercial de FullTent, quien asegura que “hay una versatilidad importante en este tipo de soluciones que puede ser explotada aún más, gracias a la flexibilidad de sus componentes y a los avances técnicos que han hecho muchas marcas y sus distribuidores”.

Sin embargo, Diego Huidobro, Gerente General de TopTent, indica que estas soluciones no están indicadas para el almacenamiento de mercancías que tengan mucha carga de combustible, ya que a pesar de que hay mallas cortafuegos que se ponen en los pilares, no están indicadas para albergar productos peligrosos.

En relación al valor que los mercados de la logística y distribución encuentran en estas estructuras, Rifo señala que “básicamente, aprecian la posibilidad de contar con una bodega en un corto período de tiempo, mediante estructuras de 1.000, 2.000 o 3.000 m2, las que pueden ser instaladas y desarmadas en un corto período de tiempo, permitiéndole al cliente incrementar rápidamente su capacidad de almacenamiento o disminuirlo en función de la demanda”.

Otro factor relevante para estos rubros, agrega el ejecutivo, es el costo. “Este también es muy atractivo porque es mucho menor que el de una construcción tradicional, y en términos de gestión, como es una instalación temporal o semi permanente, no requiere permisos de construcción, lo que agiliza el proyecto”, continúa Rifo.

A juicio de los expertos, en el mercado existen dos tipos de ofertas: la de las empresas que trabajan con marcas internacionales, con líneas estándar de estructuras y membranas, y la de las que ofrecen una propuesta “a la medida”, con membranas importadas, pero con diseño, ingeniería y arquitectura local. Para Huidobro, “todos los componentes finalmente son commodities que se importan de diferentes países; es en el diseño de la estructura donde los proveedores podemos diferenciarnos”.

En la otra vereda, están los clientes, quienes, según el Gerente Comercial de FullTent, muchas veces, se preocupan más del presupuesto que de la versatilidad y rapidez de instalación de estos productos. Por esta razón, “se debe interpretar la necesidad del cliente, buscar una solución acorde a su presupuesto y exponerle los beneficios que obtendría en relación tiempo-costo”, asegura.

Otro tema que es vital para los actores de este mercado en opinión de Marco Becerra, Gerente de Tecnosport, es la necesidad que tienen los proveedores de desarrollar algún tipo de agrupación o asociación para regular ciertos puntos. “A través de un organismo podríamos establecer una metodología de trabajo, que nos permitiera tener una rigurosidad en los procesos, la construcción y en la calidad de los productos, además de interceder en la regulación del aluminio como método constructivo por parte de las entidades competentes nacionales”, añade.

Con respecto a las demandas de los clientes, Rifo asegura que el mercado de estructuras modulares crece, tanto para la venta como para el arriendo, así como también el número de aplicaciones. “Hoy en día, no solo estamos hablando de soluciones para la logística, el almacenamiento y el bodegaje, sino que también de estructuras para las industrias portuarias, minera, agrícola y salmonera, entre otras”.

Complementando lo anterior, Becerra sostiene que existe una gran diversificación de productos, que van desde domos presurizados temperados hasta estructuras de una envergadura bastante considerable. “Somos un mercado creativo e ingenioso, capaz de crear oportunidades y ofrecer diferentes productos y aplicaciones”, asegura.

En cuanto a las recomendaciones para nuestros lectores, los especialistas coinciden en señalar que es primordial conocer las características de los productos a almacenar y los requerimientos (o exigencias normativas) que demanda su almacenamiento.

Al mismo tiempo, Báez explica que cada proveedor tiene diferentes propuestas, por lo que es recomendable cerciorarse si estos poseen experiencia en el rubro, ofrecen servicio postventa y comercializan productos certificados. En este contexto, indica que “cada cliente debe buscar al proveedor que mejor se ajuste a su presupuesto y necesidades”.

También es fundamental entender, afirma Rifo, si la estructura será utilizada de forma temporal o semi temporal, si esta requerirá o no de permiso de construcción, cómo es la geografía del lugar y bajo qué condiciones de viento, óxido o nieve estará, entre otros factores. “Es importante poder orientar al cliente en estos aspectos para la posterior definición del producto más idóneo”.

Como corolario de esta conversación, Barros resume los aspectos preponderantes a considerar en esta decisión: tiempo, versatibilidad y precio. A estos, Huidobro suma la importancia de la asesoría de pre y postventa.