El GHS se aplicará a sustancias puras y mezclas y excluye los aditivos alimentarios, los residuos de plaguicidas en los alimentos, los artículos cosméticos y los productos farmacéuticos.

En Chile, la gestión del SGA está siendo coordinada bajo el alero del Ministerio de Salud, y viene desarrollándose desde 2011, cuando se formó el Comité Nacional de Coordinación del GHS, a nivel interinstitucional; allí se determinó que los productos de uso industrial serían los primeros en adoptar el GHS. Actualmente, en Chile las sustancias son clasificadas de acuerdo a la NCH 382/2013, la cual fue establecida para identificar los productos peligrosos en el transporte; norma que debe identificar adecuadamente riesgos para la salud y el medioambiente. Existen, además, normativas del SAG y de Salud para plaguicidas; normativa para la mayoría de las sustancias de uso industrial y de consumo general, normativas específicas para productos como solventes orgánicos, pinturas con plomo, y la Nch 2190 Of.2003 en transporte.

Su implementación (ya en etapa de consultas públicas) implica un plan de trabajo exhaustivo, que parte con la clasificación y homologación de las sustancia puras utilizadas, para identificar si clasifican como sustancias peligrosas o no, bajo los criterios del GHS, los que definen peligros a la salud, físicos, y al medioambiente de los productos químicos.

La clasificación de los productos en Clases de Peligro y Categorías de Peligro responde a criterios estrictos sobre las propiedades del producto que pueden producir un efecto peligroso como a los distintos niveles de peligro asociados, los que están normados y claramente definidos y los cuales deben ser claramente comunicados.

El aspecto comunicacional adquiere relevancia, dado que es la manera de alertar a quienes manipulan dichos productos para evitar accidentes. La diferencia en Categorías de Peligro (Categoría 1, 2, 3 o 4) puede, por ejemplo, significar símbolos y/o textos que deban diferenciar “líquidos combustibles”, de “líquidos y vapores inflamables” , de “líquidos y vapores muy inflamables”, de “líquidos y vapores extremadamente inflamables”. En este caso, los criterios de categoría de peligro se basan en distintos grados de ebullición y puntos de inflamación medidos en grados Celsius (ºC), para cada categoría. Dicha información no solo es desconocida para la mayoría de los usuarios, sino que, además, no contamos con las herramientas para medir las temperaturas para verificar y anticipar situaciones. En caso de emergencia, lo que urge es poder resolver la situación sin incrementar el peligro. Por ende, no solo la inversión en la capacitación de la comunicación adecuada se vuelve un factor primordial para que el sistema sea efectivo, sino también la educación, para comprender dicha comunicación. El diseño de la gráfica se convierte en un desafío preventivo.

Consecuentemente, la diferencia en los posibles impactos de los peligros deben comunicarse correctamente para prevenir daños a los usuarios como al mediambiente, por medio de etiquetas, fichas y fichas u hojas de datos de seguridad (o SDS - Safetey Data Sheet) como en los elementos y espacios expuestos a los peligros. Algunos de los soportes de aplicación de las etiquetas o rotulación son los contenedores -granel o porcionados- a la vez normados, de los productos bajo el GHS. Esto tiene un impacto tanto en el etiquetado de los envases como en la gráfica aplicada a los medios de transporte, incluyendo camiones aljibe.

Las disposiciones del GHS pasan a ser obligatorias en los países o regiones que las adoptan como normativa. Su implementación facilitará el comercio internacional y reducirá la necesidad de efectuar ensayos y evaluaciones de los productos químicos que puedan ser exigidos en destino. Directamente, otros beneficios en la industria incluyen ambientes laborales más seguros y, por ende, reducción de accidentes y enfermedades de trabajo, y un impacto importante en cuanto a comunicación, tanto como a los costos asociados para una adecuadada comunicación del los riesgos de los productos para todos los involucrados en el manejo de estas sustancias, desde empleados hasta el usuario final.

Una marca de seguridad puede ser una etiqueta, panel informativo, signo, logo, letra, número, abreviación, palabra, o una combinación.

Debe exhibirse en un medio o contenedor para identificar un producto peligroso y mostrar el tipo de peligro asociado a este. Sirven para identificar rápidamente el producto peligroso en caso de emergencia, como resultado de su liberación de un medio que lo contiene.

Además, las marcas de seguridad son información útil para las personas involucradas en el transporte, incluyendo camioneros, cargadores y recepcionistas de carga, zonas de embarque marítimo, carga aérea y ferroviaria, aduanas, laboratorios, hospitales, y consumidores en general que puedan manipular productos en bodegas, incluso en el hogar.