Heinz Poehler, Jefe de Proyectos Ambientales en GAEC: “Las exigencias locales son acordes a los estándares globales” Heinz Poehler, Jefe de Proyectos Ambientales en GAEC. ¿Qué nuevos estándares impone el DS 43? Este decreto, que viene a flexibilizar el DS 78 (de 2009), permite mejorar los estándares de seguridad, principalmente para sustancias peligrosas tóxicas y corrosivas. Entre los cambios más importantes, considera que cuando se trabaja con pequeñas cantidades de sustancias tóxicas o corrosivas (menor a 30 ton), no se requiere una autorización sanitaria (anteriormente se necesitaba con 12 ton). Además, se redujo la exigencia en cuanto a la distancia de tanques de almacenamiento, que hoy pueden estar más cerca de zonas productivas, lo cual genera un mejor aprovechamiento del espacio.
Por otra parte, aumentaron los requisitos en cuanto a protecciones pasivas respecto del manejo de productos no peligrosos que se encuentran almacenados junto con sustancias peligrosas. Concretamente, los muros deben tener una resistencia mínima al fuego de 15 minutos (RF 15).
¿Cómo ha repercutido en el mercado la puesta en vigencia de este decreto? Fue un fuerte impacto para muchas empresas, especialmente aquellas que ya habían hecho una gran inversión en este ámbito, producto de las exigencias del DS 78. Sin embargo, también hay un efecto psicológico producto de la incertidumbre que se genera, ya que cada firma que se preocupó previamente de cumplir las exigencias del DS 78 y ser responsable en este ámbito, ahora ve con desmotivación y perplejidad que en menos de cinco años cambió la normativa.
Por otro lado, aquellas compañías que están recién ingresando a este mercado, se han encontrado con una barrera de entrada muy alta, que se traduce en elevados estándares de seguridad.
¿Cuál es el nivel de Chile en materia del transporte de estos productos? Me parece que, a nivel normativo, estamos bastante bien; las exigencias son acordes a los estándares globales. En este sentido, creo que el gran problema pasa por la fiscalización por parte de la autoridad. Hay varios aspectos del DS 298 (1994) del Ministerio de Transportes, referido al transporte de sustancias peligrosas por calles y caminos, que han quedado obsoletos. Un ejemplo concreto es el uso del tacógrafo; hoy, existen herramientas tecnológicas muy superiores, pero la normativa aún exige el uso de este dispositivo electrónico. Otro punto que podría mejorarse es la capacitación de Carabineros en este ámbito, a fin de que puedan tomar en cuenta los aspectos esenciales de la normativa (tipo de carga o rotulados) al momento de efectuar controles rutinarios.
¿Las empresas están conscientes de lo que implica el transporte de sustancias peligrosas? Muchas no tienen conciencia del impacto que puede generar en términos de la repercusión ambiental y social. Es decir, no asumen racionalmente que un derrame o una explosión pueden tener consecuencias fatales para cientos de personas. Cabe aclarar que sí existe conciencia cuando se trata del almacenamiento del producto en términos operativos dentro de una bodega, es decir, in house, pero no en su traslado. Además, las compañías que externalizan este servicio deben asumir la responsabilidad de la sustancia hasta que esta llega a destino, independientemente de quién transporta.
¿Qué tecnologías o innovaciones se están utilizando en esta área? Actualmente, las mejoras en materia tecnológica que elevan los estándares de seguridad provienen de las protecciones activas para instalaciones. Entre las más relevantes se pueden mencionar los sistemas de detección y extinción automática de incendios y equipos antiexplosivos (presentes en vehículos de carga, iluminación, WMS, entre otros). En términos de transporte, en cambio, no se han generado grandes innovaciones, además del GPS.
¿Cuáles son los beneficios de tercerizar estos servicios? Tercerizar el almacenamiento de sustancias peligrosas implica contratar a un especialista que aportará mayores estándares de seguridad a las operaciones, otorgando una ventaja en materia de asesoría y conocimiento del tema. En el caso concreto del ítem transporte, contar con un experto que provea vehículos adecuados, seguros vigentes y brigadas de emergencia, entre otros elementos, implica un beneficio importante para los dueños de las mercaderías; además, reduce considerablemente la barrera de entrada de nuevas empresas que requieran incorporar las sustancias peligrosas a sus procesos. |