Alexander Czischke L.

Hoy las compañías se encuentran insertas en un entorno competitivo cambiante y con altas exigencias, lo que da cuenta de la necesidad de brindar más y mejores prestaciones a los consumidores para poder competir, operar en una economía globalizada con múltiples proveedores y productos, y cumplir con mayores regulaciones y estándares medioambientales, entre otros factores.

La Minería y el Retail son buenos ejemplos de este escenario. La primera demanda múltiples materiales de diversos proveedores, que requieren un manejo diferenciado que considere sus dimensiones físicas, clase de riesgo y criticidad. La disponibilidad de algunos materiales es clave para la continuidad operacional y, por eso, la logística de abastecimiento se transforma en un factor estratégico para la operación de las faenas. Además, las exigencias en cuanto a prevención de accidentes y los estándares medioambientales son cada vez mayores, lo que implica que la operación logística se debe controlar a lo largo de toda la cadena y gestionar los eventos no deseados en base a matrices de riesgo previamente definidas.

En el caso del Retail, se observa una creciente fragmentación de los canales de venta y formatos que van desde las grandes superficies, tiendas de conveniencia, outlets y bodegas, hasta el despacho directo a domicilio. Al mismo tiempo, los mix de productos son cada vez más amplios y los ciclos de vida más cortos. Y como si estos desafíos no fueran suficientes, el surgimiento del E-Commerce ha impulsado una integración de los canales (Omni-channel) y complejizando la preparación y entrega de productos a los consumidores.

En este nuevo escenario, las áreas de Supply Chain & Logística de las empresas, que deben gestionar la cadena de suministro de modo de cumplir con estas exigencias y por otra equilibrar los costos para alcanzar los objetivos de rentabilidad, están mirando con creciente interés las propuestas de valor de compañías expertas, en particular de aquellas que han adoptado el modelo de Lead Logistics Provider (LLP).

A estos nuevos actores los distingue la misión de proporcionar un servicio logístico integral, consolidando diferentes prestaciones, y ofreciendo una amplia cobertura geográfica, ya sea en forma directa o a través de otros proveedores de servicios logísticos. Aquí lo que importa es satisfacer los niveles de servicio esperados durante todo el proceso. Para esto, resulta esencial disponer de flexibilidad operativa, tener trazabilidad y dar visibilidad completa de la operación, además de cumplir con cada vez más elevados estándares en materia de HSE. El cumplimiento de estos requerimientos implica que los LLP dispongan de un modelo que permita gestionar la operación a lo largo de toda la cadena de suministros, incluidas las actividades de planificación, ejecución de la programación logística, control de su cumplimento y mejora continua de la operación.

Crear valor en cada paso

Como primera actividad, los LLP deben recepcionar los requerimientos de servicios (transporte de entrada, recepción en bodega, preparación de pedidos, VAS, transporte de salida, etc.) de los diferentes usuarios del sistema logístico (proveedores, agentes de aduanas, bodegas, tiendas, clientes, etc.) y luego, -en base a las capacidades disponibles (flota de transporte, bodegas), restricciones operativas y prioridades-, definir la programación logística, considerando la asignación de tareas, horarios y recursos.

Para garantizar que lo proyectado en la programación logística se ejecute en las condiciones y plazos definidos por cada uno de los participantes del sistema logístico, es fundamental contar con un sistema de control que permita hacer seguimiento a lo planificado y gestionar las deviaciones y eventos no deseados. Para esto, deben tener y dar completa visibilidad de la cadena que se administra e interactuar con cada uno de los usuarios del sistema logístico para gestionar imprevistos o realizar ajustes a la programación, en caso de que corresponda.

Pero no basta con monitorear el cumplimiento de los SLA (Service Level Agreement). También se deben definir planes de mejora continua y medir su efectividad por medio de KPI para los distintos eslabones de la cadena.

Para cumplir con la misión de brindar un servicio logístico integral, que agregue valor a la cadena y que se diferencie de un 3PL tradicional, los LLP desarrollan ciertas competencias diferenciadoras, entre las cuales destaca la existencia de procesos y estándares de calidad que son conocidos y exigidos a todos los proveedores logísticos que participan en el sistema. Además, es imprescindible implementar canales de comunicación bien definidos, centralizados y que integren los servicios a lo largo de la cadena, de manera de simplificar la comunicación e interacción entre los diversos usuarios del sistema. Asimismo, el flujo de información a lo largo de la cadena es clave, para asegurar la visibilidad y trazabilidad en cada etapa mediante una interfaz única. Todo lo anterior requiere de sistemas robustos e integrados que nos permiten dar soporte a la operación, tales como agendamiento web, TMS, WMS, mesas de seguimiento (GPS) y software de control de gestión, por mencionar los más importantes.

Sin duda, el desarrollo de servicios logísticos integrales que cumplan con todos estos requerimientos representa un desafío importante. Por eso, adaptarse a este entorno cambiante y utilizar la tecnología en beneficio de mejores estándares son factores clave para no quedarse atrás.