En el entorno actual de negocios es común escuchar de los diferentes actores de la industria que este es ambiguo, incierto y volátil. En el lenguaje logístico, en tanto, no se escuchan este tipo de comentarios, dado que esas declaraciones han estado por años insertas en la disciplina de una empresa.

Un punto de consenso entre los panelistas es que en este escenario uno de los aspectos más importantes para tomar en cuenta es la capacidad de las empresas de planificar y enfrentar la volatilidad que se genera entre la oferta y la demanda.

Este factor es fundamental para enfrentar las demandas de los clientes y buscar cada vez una mayor precisión en la exactitud del pronóstico, lo que es un valor detonante en el equilibrio de un sistema donde existen restricciones de capacidades.

Dentro del mismo contexto, debe existir la habilidad de un trabajo en equipo dentro de la organización, de manera de reducir la incertidumbre, potenciar e innovar en las buenas prácticas relacionadas con la planificación de la demanda y adaptarse a la realidad de los negocios, buscando siempre una manera de establecer procesos eficientes y controlados.

En relación a los compromisos de las gerencias, se señaló que estas deben tener una participación relevante en la implantación de cambios, lo que permite el crecimiento del negocio sin impactar mayormente la rentabilidad. En este aspecto, la implementación de cambios para el área logística tales -infraestructura, tecnología, especialización del capital humano y mejoramiento de las relaciones con los proveedores- puede ser útil en la optimización de la cadena de suministro, logrando que se establezca el balance esperado entre costo y servicio.

Con respecto a cómo trabajar con los clientes, los panelistas concluyeron que lo ideal es segmentarlos en pequeños grupos, relacionarse con las personas a través de una mejor calidad en la atención, así como tener procesos y tecnologías que acompañen las propuestas de servicio en un mundo cada vez más omnicanal.

Otro aspecto que se destacó en la mesa fue potenciar el grupo humano a cargo de las labores logísticas de la empresa, con acciones como la búsqueda de talentos, el desarrollo de capacidades y la entrega de capacitaciones, lo que puede involucrar a las personas aún más a la estrategia de la compañía y generar ambientes gratos de trabajo, lo que finalmente desemboca en compromiso, lealtad y la disposición del trabajador de aprender y utilizar innovaciones y tecnologías.

En resumen, las grandes conclusiones de la mesa fueron que, para enfrentar la complejidad, se recomienda:

• Simplificar y hacer más eficientes los procesos.

• Invertir en tecnologías.

• Trabajar intensamente en la gestión de la demanda a través de una planificación efectiva y colaborativa.

• Gestionar las restricciones y capacidades del negocio.

• Buscar cercanías con los clientes a través de segmentos un poco más reducidos, de modo de entender sus conductas y motivaciones de compra.

• Desarrollar equipos de trabajo con todos los colaboradores, ya sea entre los mismos trabajadores y/o los proveedores.