El mercado chileno de almacenamiento ha evolucionado exponencialmente durante la última década. AR Racking, empresa proveedora de soluciones de almacenaje industrial a nivel internacional, ha presenciado un aumento de proyectos, que implican instalaciones de almacenamiento de gran envergadura.
Por otro lado, a petición del cliente, la velocidad de la instalación de los proyectos de almacenaje es cada vez más rápida, ya que estos tienen cada vez más profesionalizada el área de compras de su empresa y son más exigentes en cuanto a calidad y tiempo de entrega.
AR Racking en Chile
La oferta de productos de AR Racking para el mercado chileno busca cubrir las necesidades de almacenaje de las diferentes industrias del país y cumple con los requisitos más exigentes en el ámbito de la calidad, como la normativa chilena de cálculo sísmico NCH2369. Por todo ello es una de las marcas más valoradas en el sector y una de las más requeridas por las empresas nacionales, que la ven como un referente en el ámbito del almacenamiento.
La compañía posee un centro tecnológico de I+D+i propio, que le permite ofrecer productos y soluciones seguros bajo cualquier circunstancia, incluso en zonas de sismo por todo el mundo.
A través de la investigación realizada en este centro, AR Racking ha desarrollado productos en los que la mayoría de sus elementos están galvanizados, como los arriostramientos y pilares.
Para la confección de sus estructuras, se utilizan aceros con propiedades de la más alta calidad del mercado chileno que, junto con las secciones transversales de los elementos estructurales tales como pilares (puntales) y vigas (largueros), logran un mayor número de pliegues, lo que proporciona un gran beneficio para los clientes.
AR Racking pertenece al Grupo Arania, un grupo industrial de amplia trayectoria y gran envergadura, con actividad multisectorial en torno a la transformación del acero desde hace más de 75 años. Este conocimiento en la transformación del acero le permite ser referente en la elaboración de productos de almacenaje con un alto grado de resistencia, garantizando sus estructuras por defectos de fábrica por un plazo de cinco años.