Rodrigo Martínez, Gerente General de Redd.

No es una novedad que el escenario económico 2017 será complejo: no se percibe una recuperación clara de la actividad ni tampoco un repunte en las expectativas, tanto por parte de los consumidores como de los empresarios. De hecho, los analistas redujeron el PIB esperado para 2018, ya que si en octubre se anticipaba un crecimiento del 2,8% ahora se prevé un 2,7% al cierre del próximo año, es decir, habrá que esperar hasta 2019 para ver resultados en torno al 3%. Por ello, muchas compañías de la cadena logística miran el futuro con cierto grado de cautela respecto a la evolución de sus negocios, optando por implementar políticas más conservadoras, como mantener sus plantillas, paralizar la inversión y optimizar los procesos para reducir costos y elevar la productividad. Sin embargo, también hay empresas que miran este escenario como una oportunidad para reinventarse e incorporar en sus carpetas nuevos proyectos de innovación tecnológica, aspecto clave para el desarrollo de la industria.

Y es que frente a una economía cada vez más globalizada, un mercado internacional con un sinnúmero de posibilidades comerciales para los productos nacionales, y un rubro sometido a exigencias cada vez mayores, con clientes pidiendo precios más bajos, pero plazos más cortos y entregas más directas, la automatización y la inversión en innovación tecnológica son indispensables; sobre todo considerando que estas herramientas permiten aumentar la productividad y la eficiencia de los procesos, ahorrar costos y disminuir los tiempos de gestión, aspectos en los justamente el país está perdiendo competitividad. Asimismo, el desarrollo del e-commerce está revolucionando el mundo de las compras, por lo que en lo que a la logística se refiere, ha aumentado considerablemente el número de envíos gracias a las transacciones comerciales a través de dispositivos móviles e Internet, lo que sin duda obliga al sector a innovar y a profesionalizarse constantemente, poniendo foco en el core bussines del negocio y no en asuntos administrativos u operativos del día a día.

Esto tomando en cuenta que hoy en día uno de los principales problemas que enfrentan sectores como Transporte, Logística y Leasing, por mencionar algunos, es que aún se realiza mucho trabajo manual y existe poca planificación, especialmente en el mantenimiento de vehículos, maquinaria y flotas en general; aparte de imperar un alto grado de desconocimiento respecto a los costos asociados a las revisiones reactivas versus el beneficio que genera implementar políticas preventivas. Para resolver estos desafíos, actualmente existen sistemas alojados 100% en la nube y disponibles desde cualquier dispositivo, los cuales aumentan la disponibilidad de los activos y evitan los elevados costos que provocan las detenciones imprevistas, puesto que se generan alertas ante el vencimiento de pautas de revisiones; sin embargo, antes de implementar cualquier tipo de solución, lo primero es saber qué información es necesario recoger y cómo será gestionada.

De igual forma, con estas nuevas herramientas se puede llevar a cabo un minucioso control de los costos asociados a cada orden y del stock, además de provisionar la compra de insumos; todo por medio de la conexión de activos a Internet, lo que permite recopilar información de valor completamente actualizada y obtener estadísticas que posibilitan la toma de decisiones rápidas y oportunas, por ejemplo, en relación a las horas de funcionamiento o kilometraje y a la planificación presupuestaria respecto a la renovación de flota, la eficiencia de mecánicos y el status de las órdenes en el taller, momento en el que el Analytics cobra un rol relevante.

Así, en una era en la que todo está conectado a Internet, es importante que se aprovechen las ventajas de obtener data, analizarla y transformarla en información útil, todo en tiempo real, ya que de esta forma es posible incrementar un 20% la productividad, ahorrar al menos un 50% del tiempo dedicado a planificar mantenimientos y disminuir la tasa de accidentes y fallas; pero lo más importante es que se aprovechan al máximo los beneficios que trae la revolución del Internet de las Cosas (IoT), fenómeno que se está convirtiendo en el medio para hacer frente a las dificultades operativas que día a día se presentan en la cadena logística y de suministro, lo que hace 20 años estaba fuera del alcance de estos rubros.

No obstante estos beneficios, vale la pena mencionar que actualmente menos del 5% de los datos capturados por sensores se utilizan para analíticas de optimización; mientras que se estima que en 2018 habrá 22 mil millones de dispositivos instalados para IoT, lo que impulsará el desarrollo de más de 200.000 nuevas aplicaciones. Es que la industria 4.0, a través de la digitalización y los nuevos sistemas de información, vendrá a transformar y a hacer más eficientes los procesos productivos, lo que representará un incalculable salto tecnológico en la historia de la humanidad. Considerando lo anterior, si la industria nacional subestima este fenómeno no será capaz de sobrevivir en este nuevo ecosistema, no porque se trate de una moda pasajera a la que es indispensable sumarse porque sí, sino que por factores mucho más profundos: la industria 4.0 supondrá una fuente de competitividad de nivel superior para todos los sectores.

Dicho esto, queda de manifiesto que la tecnología en Logística y Transporte tiene todavía mucho camino por recorrer y que aún son muchas las empresas que se resisten a la transformación digital con la excusa de los costos, el miedo a los cambios o el desconocimiento sobre el retorno de la inversión.