Diego Bozzano.

El costo de movilizar trabajadores puede influir fuertemente en los costos totales de una operación, por lo que la elección del servicio que se contratará para este fin, representa una definición crítica para el negocio. Esta decisión, sin duda, se verá afectada principalmente por internalizar la operación, es decir, realizar una inversión en minibuses y/o buses y operarlos con personal propio, o externalizarla a un proveedor especializado en el movimiento de personal, que proporcione el servicio completo.

El tiempo de duración del proyecto en la zona aislada es otro factor muy importante a considerar, ya que si el plazo de operación es corto, la opción de subcontratar los servicios, buscando un proveedor que cuente con los vehículos necesarios para el movimiento del personal durante ese plazo, puede llegar a ser más conveniente. Hasta 18 meses se puede considerar como un plazo corto, ya que tomando en cuenta los costos de un minibús, es posible recuperar la inversión en un período de 24 meses, por lo que si un proyecto dura más de dos años, probablemente la alternativa de adquirir un vehículo para este fin y operarlo con personal propio sea más adecuada.

Existen casos donde se instalan operaciones permanentes, como Plantas de Producción o Centros de Distribución, en los que el costo de una parada de planta puede ser extremadamente alto. Para estos recintos, la opción de un proveedor externo que tenga la capacidad de reaccionar rápidamente ante contingencias, entregando un alto nivel de servicio y asegurando la presencia del personal para la continuidad operacional, es la mejor alternativa.

La selección del tipo de vehículo a adquirir tendrá directa relación con la cantidad de personal a movilizar, además de la geografía por la cual deberá desplazarse el bus o minibús. En muchos casos, puede ser una buena alternativa combinar diversos tipos de vehículos. Por ejemplo, para la recolección de personal en sectores de alta concentración, en los que los tiempos de movilización de un vehículo mayor son muy altos, la elección de un minibús como vehículo de acercamiento hacia las vías troncales, donde se realice el transbordado a un bus de mayor envergadura para que realice el traslado en el tramo más largo, puede ser una buen opción para reducir el costo de operación.

En Santiago existen algunas operaciones que en lugar de utilizar un minibús emplean taxis para la recolección de hasta cuatro trabajadores, los que los acercan hasta vías troncales para hacer trasbordo a un bus de alta capacidad. Sin embargo, esta opción es exponencialmente más cara que operar un minibús con capacidad de hasta 17 pasajeros. Incluso hay que tomar en cuenta que el Ministerio de Transportes permite para el transporte privado de pasajeros, el uso de vehículos con una capacidad mínima de seis asientos, por lo que algunos modelos tipo van, no pueden prestar este servicio a un costo menor que un taxi.

Otra posibilidad para optimizar el transporte de personal, es la búsqueda de nodos de fácil acceso para los trabajadores, como algunas estaciones intermodales de metro (La Cisterna, Vespucio Norte, Vicuña Mackenna, por ejemplo), en las que los buses de mayor tamaño puedan recogerlos en un horario estipulado, para posteriormente realizar el traslado. En estos casos es crítica la coordinación con los trabajadores, puesto que el retraso de alguno puede generar que el resto no llegue a tiempo. En ese sentido se deben generar sistemas de premios y castigos que aseguren la llegada a tiempo.

Para el caso en que los tramos de acercamiento de los trabajadores no sean mayores a 50 kilómetros, y que se cuente con un número de trabajadores manejable, el uso de minibuses es muy recomendable por sobre buses de mayor capacidad. Esto se debe a que tienen un menor tiempo de tránsito por su tamaño (largo menor a ocho metros o incluso menos), y su rendimiento general, tanto en combustible como neumáticos, es más conveniente, además del resto de las prestaciones.

En cuanto a las características técnicas del vehículo, debe tomarse muy en cuenta lo establecido en el Decreto Supremo 80 del Ministerio de Transportes, incluyendo la antigüedad de este, las características de los asientos y pasillos, visibilidad hacia afuera y el interior, el letrero con la descripción y empresa a la que está prestando el servicio, entre otros. También debe conocerse el tipo de licencia del conductor (Clase A2 o A3 dependiendo el vehículo), así como la prohibición de percibir dinero directamente desde los pasajeros. Otro punto muy importante, establecido en este mismo decreto, es el requisito de contar con un seguro para el personal de conducción, cuyos montos están establecidos dentro de la legislación, además del Seguro de Responsabilidad Civil para los pasajeros del mismo, cuya cobertura podrá ser establecida por el Ministerio de Transportes, dependiendo del número de pasajeros transportados.

Hay que considerar, adicionalmente, que cada vehículo que realice traslado privado de personal deberá contar con un listado de los pasajeros que son movilizados. Estos listados, si bien son un requerimiento de la legislación, pueden también ser muy útiles al momento de gestionar el traslado del personal, verificando que el número de pasajeros se mantiene constante con respecto al tamaño del bus contratado. Se debe observar este aspecto principalmente en situaciones de vacaciones, donde el número de trabajadores baja drásticamente, con el objetivo de no continuar manteniendo un costo alto en términos de pasajero transportado. Una vez más hacemos énfasis en la gran diferencia de costos existente entre un minibús con respecto a un bus de gran tamaño.

Para finalizar, el principal objetivo de contratar un servicio de traslado de pasajeros es contar con el personal necesario para la operación, y muchas veces en búsqueda de ese objetivo se pagan sobrecostos, que pueden llegar a afectar los márgenes de rentabilidad, y que, en muchos casos, permanecen ocultos para los encargados, pues el servicio es contratado por áreas de compras o incluso por Recursos Humanos. Es importante hacer foco sobre este servicio, buscando la opción óptima de contratación y ejecución.