Al buen tiempo, envases de plástico Por María Loreto Valdés Arrieta, Diseñadora y Miembro IPPO (International Packaging Press Organization). loretovalde@gmail.com Al poder moldearse en diversas formas (botellas, potes, tapas e incluso films), los termoplásticos son idóneos para fabricar envases para alimentos. Son reciclables: una vez convertidos nuevamente en pellets, se someten a calor y se emplean como materia prima para nuevos productos –incluso, el plástico del PET se reutiliza como fibras, aislantes y otras aplicaciones. La producción mundial de envases termoplásticos ha crecido a medida que el material gradualmente reemplaza al vidrio y al metal, e incluso a los envases de cartulina, debido a su versatilidad de formatos, liviandad, características de barrera y nuevos procesos de reciclaje. Se calcula que en EE.UU., el consumo per cápita alcanza los 100 kg anuales, principalmente en forma de envases (incluyendo no-alimentos), mientras en Asia, el promedio es cercano a los 20 kg. Algunas cifras De acuerdo a worldwatch.org, hace tres años se produjeron globalmente 299 millones de toneladas de plásticos, un 4% más que en 2012. Localmente, Asipla (Asociación de Industriales del Plástico) estima que Chile es uno de los países con mayor consumo per cápita de plásticos en la Región, con un consumo per cápita de 50 kilos (incluyendo envases no alimentarios y otros productos). La participación de envases y embalajes representaría según sus datos, el 48% de la industria del plástico, destacando así su vínculo al sector Bebidas y Alimentos, además del cosmético e industrial. Otro mercado liderado por envases plásticos resistentes al frío en formatos no-paletas, donde Chile es líder regional en Latinoamérica hace varios años, es el de los helados. Euromonitor Internacional señala que en volumen, el consumo de helados envasados anotó un crecimiento de 10,9% de 2009 a 2014, con un incremento en el consumo per cápita de 7,7 litros en 2009, a 8,2 litros en 2014, solo en el segmento de los helados envasados. Comparativamente, el consumo per cápita 2014 fue 3,5 litros en Brasil (US $ 29,3); 2,1 litros en Colombia (US$ 13,7); 2,0 litros en Argentina (US$ 5,5); 1,2 litros en México (US$ 3,7). Chile pasó de US$31,7 per cápita hace cinco años, a US$ 39,6 en 2014. Los principales formatos son potes con tapa de un litro que hoy lucen fuertes colores y atractivas etiquetas. De acuerdo a Juan Milstein, Gerente de Fosko, el In Mold Labelling (IML) es la tendencia y futuro en procesos de etiquetado para estos envases. La etiqueta plástica, literalmente se moldea junto al producto, pudiendo cubrir superficies curvas, sin que la gráfica sufra distorsión, y permitiendo su reciclaje junto al envase sin necesidad de separar la etiqueta por ser de otro material, como en el caso en que se aplican las de papel. En este segmento, el material plástico debe permitir no solo que la consistencia del helado no se altere durante su conservación, sino que el envase mismo no se aquebraje sometido a bajas temperaturas, y que soporte peso en apilamiento en las góndolas de frío. |