Carlos Rabines.

¿En qué consisten estas estrategias?
La estrategia Lean se basa en el concepto de “hacer más con menos”, y está diseñada para lograr la mejora continua de los procesos en la cadena de suministro, logrando mayor productividad, disminución de errores, estandarización del trabajo, creación de valor y menores costos. Esta estrategia se aplica normalmente a productos de gran volumen, funcionales, con ciclos de vida largos, en donde la demanda es fácil de predecir y en donde el principal driver del cliente es el costo. Los márgenes de ganancia para este tipo de productos tienden a ser menores (5% a 15%).

La estrategia Agile, en tanto, busca la flexibilidad para que los productos lleguen rápida y oportunamente al cliente final, sin contratiempos de por medio. Esta estrategia se aplica normalmente a productos de poco volumen, innovadores, con ciclo de vida cortos, donde la demanda es difícil de predecir y donde el principal driver del cliente es contar con muchas variedades del producto. Los márgenes de ganancia para este tipo de productos tienden a ser mayores (20% a 60%).

¿Se pueden implementar simultáneamente?
Sí. Erróneamente se piensa que tienen que aplicarse por separado; sin embargo, depende del producto y del mercado al que se está abasteciendo, ya que eso determinará cómo se implemente. En este sentido, se puede tener una metodología Lean con componentes genéricos hasta que el cliente decida lo que quiere y, a partir de eso, comenzar a diferenciarlos mediante una cadena de abastecimiento Agile.

A modo de ejemplo, la cadena de tiendas de moda española Zara aplica una estrategia híbrida, implementando las dos estrategias a la vez. Materiales e insumos de prendas son almacenados sin teñir y sin impresiones (genéricos) y una vez que se sepa lo que el cliente quiere, automáticamente se comienza el proceso de diferenciación de los productos permitiéndole contar con la mejor capacidad de respuesta en esta industria textil de moda.

¿Cuáles son los beneficios de estas estrategias?
La Lean ofrece aseguramiento de la calidad, mediante la eliminación de las imperfecciones en la cadena de suministro, ya que ataca la causa raíz de los problemas y los elimina. Su principal beneficio es mantener los procesos que únicamente añadirán valor al cliente final.

Por su parte, la estrategia Agile, permite abastecer siempre al cliente, ya que es lo suficientemente flexible para adaptarse a los cambios bruscos en la demanda, lo que no necesariamente implica altos niveles de inventario.

¿Las empresas chilenas están aplicándolas?
En Chile, las empresas se enfocan mucho en reducción de costos, por lo que en ese sentido utilizan más lineamientos Lean. En base a cómo ha evolucionado el mercado y cómo continuará haciéndolo, las empresas exitosas serán aquellas que cuenten con un balance adecuado de ingredientes Lean y Agile, dándose la receta óptima para lograr una cadena de abastecimiento competitiva. En este sentido, creo que si las empresas no se suben al “barco” de la flexibilidad, aplicando estrategias híbridas lo más probable es que desaparezcan.