Tras la huelga de los funcionarios públicos, los cerros de basura acumulados en las esquinas dejaron en evidencia que la gente está acostumbrada a que pase el camión recolector, lo que convierte a la basura en un problema invisible, sin darnos cuenta del impacto que genera. No obstante, con el paro quedó patente la cantidad de desechos que producimos, muchos de los que podrían reciclarse.

Un estudio de la OCDE, indica que entre los 34 países que la conforman, Chile se ubica en el penúltimo lugar en materia de reciclaje, con una tasa de un 1%. Pero, a pesar de este pobre índice, Chile posee una alta cobertura de recolección, a diferencia de otros países latinoamericanos, donde aún se tira basura a laderas de cerros o a orilla de los ríos. A esto se agrega la aparición en el último tiempo de más de 100 centros de acopio o puntos limpios con contenedores para cada tipo de desecho.

De las 16,9 millones de toneladas de basura generadas al año, 6,5 millones son residuos domiciliarios, una cifra que genera grandes expectativas en la nueva Ley de Fomento del Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP), la primera de este tipo en Latinoamérica y donde el gran cambio es que ya no serán las municipalidades las responsables del reciclaje, sino los productores e importadores, quienes deberán hacerse cargo de la gestión de los residuos y de financiar e implementar el sistema, de acuerdo a metas de recolección y reciclaje.

Tanto la experiencia en otros países como la opinión de los expertos, coinciden en que la Ley REP es un gran avance, pero que para funcionar requiere un consumidor comprometido, quien debe separar los residuos, y empresas transparentes, que financian a los operadores encargados de recolectar y reciclar. Los reglamentos y metas de recolección aún están en estudio, lo que va a demorar su puesta en marcha.

La implementación de la Ley REP también abrirá nuevas puertas en torno a la gestión sostenible de residuos. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y The International Solid Waste Association (ISWA), han expresado que medidas como el reciclaje a gran escala, influyen en el ahorro público, en el desarrollo de inversiones y en la creación de empleos verdes.

No es un misterio, entonces, que existan grandes expectativas puestas en que esta ley influya en el crecimiento económico del país, pero su éxito dependerá en buena parte de cómo se aborde el detalle de cada capítulo que da forma a esta legislación, cuidando de comunicar esta mirada a las personas e impulsando su integración con las empresas.

Esta norma, sin duda, abre la puerta al desarrollo de un crecimiento económico circular como el que hoy se promociona en Europa y en EE.UU., en donde se han identificado nuevos aprendizajes en base a la implementación de medidas dirigidas a potenciar el reciclaje. En este sentido, es importante contar con la maquinaria indicada. En el mercado nacional, existen distribuidores de máquinas especializadas para comprimir y reducir el volumen de residuos domiciliarios e industriales (como cartón, film plástico, plástico duro, botellas PET, latas de bebida, espumas y neumáticos), dejándolos listos para reintegrarlos al proceso de reciclado.