Desde el punto de vista de la Logística, ¿cómo definiría el producto Vino?
Desde la óptica de la Logística, el Vino es un producto muy complejo, ya que es altamente diferenciado al momento de la compra: Viña, Cepa, Denominación de Origen, Año, Cosecha, etc. Se diferencia además de otros productos, por ser uno de los únicos que llega a la mesa del consumidor con su envase y etiquetado originales. Muy pocos otros productos tienen esta categoría.

Por otra parte, al ser un producto alcohólico está sometido a regulaciones diferentes en los diversos mercados al que está destinado. Por ejemplo, en EE.UU., cada estado tiene una legislación distinta para su distribución y comercialización, las cuales productores e importadores deben tomar en consideración para poder vender el producto en dicho país. Por esta razón, muchos productores están usando un etiquetado "regional", más que específico a un solo país, en sus productos de exportación. De este modo, si un importador en Inglaterra tiene problemas y no puede comprar una partida de sus vinos, el productor puede redestinar dicha partida a otro mercado en la región, evitando un costoso re-etiquetado de la partida, o peor aún, su repatriación.

¿Qué caracteriza la cadena de suministro de la industria chilena del Vino?
Aunque pueden existir algunos espacios de mejora, Chile cuenta, a nivel país, con una buena infraestructura (carreteras, puertos y aeropuertos), así como en sistemas de comunicación, que permite desarrollar los procesos logísticos sin mayores contratiempos y de manera eficiente.

Sin embargo, una de las características que definen la cadena de abastecimiento de la industria vitivinícola nacional son las fuertes variaciones que presentan las curvas de disponibilidad y precio de las uvas. Existe poco intercambio de información, un bajo nivel de coordinación, entre el productor de vino y sus productores de uva, lo que unido a la inflexibilidad de la producción agrícola (se cosecha lo que la vid produce), conlleva a que éstos no puedan prepararse para enfrentar, por ejemplo, una caída en la producción de vino de su comprador, lo que finalmente se traduce en un exceso de oferta y, en consecuencia, en una caída en los precios de la uva.

Considerando los plazos requeridos para plantar una viña (de 4 a 6 años) y los costos asociados con estos suministros, este tema es sin duda uno de los desafíos a mejorar en la Supply Chain de esta industria. En este aspecto, hace falta que se disponga de mayor informacón para la toma de decisiones y se establezcan relaciones de mayor confianza entre los diversos integrantes de la cadena de suministro, de modo que exista un mejor intercambio de información y conocimientos.

¿Se repite este fenómeno en otros países productores de vino?
No necesariamente. Hay que recordar que en el Viejo Mundo (España, Italia y Francia), la ventaja competitiva o el activo estratégico es el Terroir, la tierra donde se cosecha la uva. En cambio, en los países del llamado Nuevo Mundo (Argentina, Australia, Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica), la característica que define el negocio es el acceso a los mercados internacionales.

Se hace necesario destacar la importancia del importador en el negocio de la exportación del vino, lo cual queda en evidencia por el trabajo realizado por Banfi Vintners para posicionar los vinos Concha y Toro en el mercado estadounidense. El importador es el cliente del productor de vinos de exportación, y entrega el acceso al mercado, generando y brindando información crucial para el manejo de la cadena de abastecimiento; actúa como el interlocutor de la viña en el mercado.

Si una viña no le da los márgenes esperados tienen cientos de otras propuestas para cambiarla. Si no cumple con sus requerimientos, también puede ser reemplazada. En este sentido, las viñas deben esforzarse para cumplir con las necesidades del importador, y de construir una relación win-win entre ambas empresas.

¿Cómo podemos mejorar la cadena de suministro de la industria nacional del Vino?
Es muy importante orientarnos hacia el cliente, construyendo cadenas de abastecimiento "lean" o magras que sean eficientes y efectivas en el manejo y distribución del producto. ¿Y cómo se logra esto? Eliminando las ineficiencias de la cadena, dadas por errores en el procesamiento de las órdenes, doble manejo del producto, excesos de inventario, etc.; disminuyendo la variabilidad de la cadena, en especial en los tiempos de llegada a los mercados; integrando y sincronizando los distintos eslabones de la cadena; estableciendo una filosofía de mejoramiento continuo en la empresa; y, lo más importante, teniendo claro que en las cadenas de abastecimiento, en especial para el caso del vino, el eslabón más débil será el que determinará la resistencia de la cadena, por lo tanto, de nada servirán los mejoramientos que realicemos al interior de la organización, si no están acompañados de esfuerzos de igual magnitud del resto de los agentes de la cadena.