¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la industria portuaria nacional? Básicamente, integración nacional e internacional, no sólo desde el punto de vista físico (carreteras, aeropuertos o ferrocarriles), sino que también sistémico, así como también mejorar la relación con las ciudades donde están emplazados. Desde que se concesionaron los terminales marítimos, éstos lograron aumentar su eficiencia gracias a la inversión en tecnología; sin embargo, todavía carecen de integración. La tendencia muestra que las capacidades de transferencia portuaria se incrementan con mayor tecnología, optimizando la interfaz tierra-mar-tierra, ya que los m² destinados para este negocio son escasos y caros. Esta última es una herramienta comúnmente utilizada para agilizar la transferencia. Sin embargo, actualmente existen algunos casos (como Valparaíso) que demandan en la actualidad una mayor superficie de operaciones porque no fueron correctamente planificados a largo plazo. No obstante, han logrado suplir esto a través de mecanismos como la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL), la cual ha posibilitado descongestionar el puerto. | A juicio del ejecutivo, el desarrollo de Zonas de Apoyo Logístico para la revisión de cargas es el camino que deben seguir los puertos nacionales. | ¿Por qué es importante la relación puerto-ciudad? Las labores logísticas en un puerto son poco atractivas para el turista, ya que la gran altura de apilamiento de cargas bloquea la vista al mar de la población, mientras que el uso masivo de camiones genera atochamientos y contaminación. Es por ello que los puertos deben potenciar las zonas con una integración arquitectónica limpia y segura para ser un aporte urbanístico. Esto lo realizó San Antonio al construir el Paseo Bellamar; Talcahuano, tras los efectos del terremoto; Coronel, que también posee un paseo peatonal aledaño al mar; y el municipio de Hualpén, explotando el litoral de la bahía de San Vicente. En el fondo, hablamos de un ordenamiento de las vías de circulación, flujos de tránsito y planes reguladores de edificaciones, entre otros aspectos, con el objetivo de que la ciudadanía no perciba el ir y venir de la carga. Un apoyo para eso son las Zonas de Actividades Logísticas (ZAL)
Exacto. La implementación de la ZEAL en la V Región es uno de los caminos que deben seguir algunos de los puertos de nuestro país. También es importante añadir valor agregado a las cargas que por ahí transitan, tanto de exportación como de importación. Lo anterior nos permitirá documentar y cargar/descargar un camión en el menor tiempo posible, a fin de que éste llegue por una ruta especial al puerto para que la transferencia de la carga en la zona de stacking sea ágil. Conceptualmente, necesitamos que la documentación viaje al mismo tiempo que la carga, porque no es eficiente que un camión o buque llegue a destino sin que todos los documentos hayan sido gestionados por la aduana respectiva. ¿Existen casos exitosos al respecto? En muchos países industrialmente desarrollados existe una integración entre los software de gestión que utiliza cada terminal marítimo con el software de administración de cada aduana, por lo que un puerto de España y Holanda visualizan al mismo tiempo la documentación de una carga que utilizará ambos terminales. Son verdaderas aduanas virtuales, las que también posibilitan que un documento sirva para toda la cadena de distribución (éste es el concepto de multimodalidad), sin importar si utiliza camiones, aviones, buques o ferrocarriles. ¿Qué más exige la industria portuaria nacional? El ejercicio mental es muy simple. Si miramos un mapa observaremos que somos los más lejanos, por ende, debemos ser eficientes en el nodo portuario para dejar al flete marítimo y la manufactura del producto en manos de la oferta y demanda, lo que por descarte implica optimización. Si nuestro país quiere cumplir este anhelo debemos posicionarnos como especialistas en determinadas cargas o mercancías. Por ejemplo, la ZEAL se ha especializado en fruta y elementos de exportación; entonces, debemos desarrollar otras similares para cargas secas, automóviles, cobre, derivados de la refinería o productos del proceso forestal como madera, celulosa, entre otros. También se requiere una mayor cantidad de ZAL
Una Zona de Actividades Logísticas (ZAL) para cada una de las regiones de Chile o una ZAL para un grupo de regiones permitirá optimizar el manejo de la carga que naturalmente allí transita, levantando la barrera conceptual de que éstas deban estar necesariamente a pocos kilómetros del mar. Por qué no pensar en desarrollarlas aledañas a la generación de la carga (Expo) o cercanas a los centros de consumo (Impo) y dejar las Zonas de Actividades Logísticas Portuarias para los productos que deban ser ensamblados en Chile en un porcentaje de piezas y partes nacionales, y otro porcentaje extranjeras, así pueden seguir su camino al exterior aprovechando los TLC, los proyectos de corredores bioceánicos y lo robusto de nuestra economía. Esto sería uno de los principios para convertir a nuestro país en una plataforma de servicios. |