En la actualidad, existe un gran desafío: unir la eficiencia logística con la burocracia establecida. Ambos procesos se deben mover a la misma velocidad, entregando eficiencia y ventajas a todos quienes participan en el comercio exterior (inbound y outbound). Por cierto, los puertos son el punto de encuentro de estos procesos y donde se deben conectar en forma apropiada.
Sabemos que la competencia es cada vez más intensa y las compañías se encuentran buscando nuevos mecanismos de articulación para competir fuera de los mercados nacionales. En este punto debemos centrar nuestra atención, pues hoy se exigen altos niveles de eficiencia e innovación de todos quienes intervienen en las cadenas logísticas y de suministro. Por ello, para garantizar la coordinación de todas las etapas del proceso productivo (aprovisionamiento, producción, comercialización y distribución), este esfuerzo interno se debe catalizar y potenciar con procesos burocráticos simples y eficientes, orientados a satisfacer las necesidades de los clientes y no ser una carga que afecte los costos y la eficiencia global.
En este sentido, la Agenda Impulso Competitivo, propuesta a finales de mayo por el Gobierno, contiene dos acciones que introducen más competencia y eficiencia en la cadena logística. Las que tienen relación directa con los puertos son:
Levantar la prohibición legal a la entrada de nuevos operadores extranjeros al cabotaje aéreo y marítimo, con las debidas precauciones en materia de seguridad y equidad tributaria.
La introducción de nuevos intermediarios ante Aduanas y operadores multimodales de carga.
Continuando con esta lógica, debemos dar un impulso a la preparación de todo el capital humano que tenga relación directa e indirecta con estos nuevos y renovados aires que están llegando a las cadenas logísticas y de suministro. De esta manera, seguirá siendo nuestro mayor y permanente desafío entregar una capacitación y entrenamiento de calidad que agregue valor a las personas, a las organizaciones y al país. Más que nunca, necesitamos formar profesionales de calidad, competitivos e innovadores, que influyan en el mejoramiento continuo de todos los procesos logísticos privados y públicos que permitan al país alcanzar el desarrollo tan anhelado.