Viernes 19 de Abril de 2024       •      Dólar= $972,00      •      UF=$37.202,53       •      UTM=$65.182

Embalaje de productos delicados

El embalaje de productos delicados presenta desafíos particulares y muy versátiles en cuanto a que, generalmente, se trata de piezas únicas o pequeñas series que deben protegerse con soluciones individuales y luego consolidarse en unidades más universales para su traslado por los medios tradicionales.
Nuevas tecnologías optimizan los procesos de corte de materiales especiales para embalaje de formas complejas. Foto: Ma. Loreto Valdés

Generalmente, el embalaje de productos delicados implica un empaque de mayor volumen para otorgar protección interna, así como materiales y montajes especiales que ayuden a garantizar el arribo /y retorno del producto, sin daño.


Productos orgánicos

El embalaje de productos orgánicos como órganos para trasplante debe asegurar la “vida” del órgano acondicionado a temperaturas determinadas y con un apoyo logístico importante que permita su arribo a tiempo, considerando soportes que no alteren su morfología.

En esta categoría, un caso reconocido internacionalmente fue la solución propuesta para la Momia de Chinchorro que fue expuesta en Japón y cuyo embalaje, soporte y exhibidor fue realizado por expertas del CNCR (Centro Nacional de Conservación y Restauración). En el caso de piezas arqueológicas, como osamentas, tejidos humanos o vestigios de diversos materiales (no orgánicos pero sometidos a condiciones especiales por largos períodos), estas requieren de soluciones que incluso son para contener partes recolectadas de una misma pieza, que pueden necesitar embalajes para quedar en depósitos, como para eventualmente ser exhibidas o trasladadas a centros de investigación.

Espumas de poliuretano y polietileno antiestático son livianas y absorben golpes, recuperan su forma, se pueden cortar fácilmente y son reutilizables. Estos formatos facilitan la identificación del espacio correspondiente a cada producto. Foto: www.plastifoam.com

En estos casos, el tratamiento del embalaje se diseña caso a caso y debe tomar en cuenta normas internacionales para la preservación y conservación, como para reducir los posibles deterioros por manipulación y medioambiente. Entre otros factores, es importante tomar en cuenta las barreras a la luz, humedad, polvo, golpes y caídas/vibración (en Chile, terremotos), como contra bichos o ambientes que puedan permitir la proliferación de polillas u otros insectos. Para el caso de los productos que se guarden en depósitos, especialmente en museos, también es fundamental complementar los embalajes con los equipamientos y espacios físicos habilitados para estos efectos, de modo que se reduzcan los posibles deterioros de las piezas por manipulación y acondicionamiento.

Todos los anteriores se manejan preferentemente con materiales libre de ácidos, buscando lograr las barreras antes mencionadas por medio de materiales que otorgan adicionalmente, o en complemento, acolchonamiento para la absorción de golpes y vibraciones.

En Chile, instituciones como el Museo Histórico Nacional han implementado políticas de embalaje que han reducido significativamente el impacto de los últimos terremotos en las colecciones patrimoniales, rescatando piezas valiosas de la historia nacional.

Figuras con tallos o golletes en embalaje con PS expandido, absorbente de golpes y diseñado con una separación entre piezas, dentro de caja de cartón corrugado. Foto: www.royalmail.com

Productos inorgánicos frágiles

Los productos de materiales que se rompen fácilmente si se exponen a vibraciones, golpes y caídas, especialmente si además son antiguos y piezas únicas -como piezas de porcelana, vidrio, cerámica, o piezas con mecanismos de relojería o motores- pueden considerarse delicados.

Otra clasificación puede derivarse de la geometría del objeto; tales como elementos cuya forma incluye una parte más voluminosa y otra mucho más delgada o larga, como el caso de las copas de cristal o vidrio, lámparas, etc.

Embalaje para piezas delicadas realizado con Tyvek® DuPont y espuma de Isoplast, ambos apropiados para piezas patrimoniales. Alumnos Diplomado Museografía, UAH/MLV.

En estos casos, la recomendación es embalar cada pieza de forma individual, asegurando que los materiales no se vayan a soltar durante la manipulación, y luego consolidarlas en embalajes que permitan agrupar una cantidad de unidades en una caja de mayor tamaño. Vasos y copas y botellas, por ejemplo, suelen consolidarse en embalajes divididos en celdas individuales formadas por separaciones de cartón micro corrugado o corrugado de distintas ondas, a veces recubierto o hechos de materiales plásticos que incluyen aire, tales como espumas o burbujas (que en algunos casos deben ser libres de ácido).

En el otro extremo, productos como esculturas de piedra, vidrio u otros materiales de grandes volúmenes, también pueden ser considerados delicados.

Sus dimensiones y peso pasan a ser una consideración especial en cuanto a su manipulación y decisiones logísticas, a diferencia de los anteriores, que suelen ser piezas más livianas y pequeñas. En estos casos, aparte de los materiales protectores que actúan como barreras contra el polvo, rasguños, punciones, humedad, luz, roedores o bichos, etc., su sustentación y reducción total de transmisión de las fuerzas por posibles golpes o vibraciones se ve apoyado por el uso de jabas de madera y pallets externas y por un buen manejo de los vehículos y grúas para su transporte.


Criterios a tomar en cuenta:

Selección de materiales barrera.

Utilizar materiales libres de ácido para piezas patrimoniales.

Utilizar materiales que contengan aire que permite absorber impactos.

No utilizar materiales orgánicos que puedan permitir la proliferación de bichos.

Empacar ítems pesados abajo y livianos más arriba.

Evitar que los productos se toquen entre sí o los bordes del embalaje.

Llenar espacios estancos con materiales livianos que eviten el movimiento del producto durante su manipulación y traslado.

Colocar material absorbente de golpes en base y parte superior del empaque.

Etiquetar cajas con señalética aprobada para productos frágiles, indicando además cuántas cajas se pueden apilar sobre la que está en la base de la columna, pues esta recibirá peso de la carga superior; verifique que la rotulación sea legible a distancia y entendible por todos.

Elegir o diseñar cajas tomando en cuenta medidas interiores que permitan incluir la sumatoria de las dimensiones del producto más el embalaje necesario.

Verificar que las dimensiones exteriores permitan un adecuado apilamiento sobre pallets, si fuera el caso.

Verificar que el contenedor externo resista apilamiento y no se pueda dañar desde el exterior.

En el caso de piezas patrimoniales o exhibiciones, tomar en cuenta las normativas internacionales si las piezas se van a llevar al extranjero, así como la documentación necesaria para su internación (en especial si se usa madera como parte del embalaje).

Por María Loreto Valdés A. Diseñadora, Miembro IPPO International Packaging Press Organization
loretovalde@gmail.com
Septiembre 2015
.......
Comentarios acerca de este artículo
No hay comentarios publicados
Comenta este artículo
Nombre:
Empresa:
Email:
Comentario:
Notificarme de actividad en este artículo
Ingrese los caracteres de la imagen:
Reportajes
CENTROS DE BODEGAJE: Tendencias que definen una industria dinámica
WMS Y TMS: El avance de la tecnología especializada en logística
PLATAFORMAS ELEVADORAS: Más que solo altura
Contáctenos
Dirección: José Manuel Infante 919,
Providencia, Chile
Teléfono: (562) 2433 5500
Email: info@emb.cl
Visite también:
© Copyright 2019 Editora Microbyte Ltda.