La incorporación del concepto de sustentabilidad en el diseño y construcción de centros de distribución (CD) es una de las tendencias mundiales más preponderantes, ya que busca mitigar los impactos negativos en el medioambiente, además de fomentar la seguridad y el confort para los trabajadores. Y los beneficios no terminan ahí. Como señala Christian Willatt, Ingeniero Civil de la Universidad de Chile, Máster of Engineering de la University of British Columbia, Canadá, y Secretario Académico de la Escuela de Ingeniería en Obras Civiles de la UDP, “la sustentabilidad también busca reducir los costos operacionales y mejorar, de este modo, el desempeño económico del negocio. Es por esta razón que cada vez más empresas están buscando certificaciones como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que permiten cuantificar la sustentabilidad de este tipo de proyectos en el mercado.

Christian Willatt, UDP

Felipe Varela, Universidad de Chile.

Complementando esta afirmación, Felipe Varela, Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Chile, Ejecutivo de Grupo Inarco, miembro de la CChC, explica que “además, los clientes finales están solicitando que los centros de bodegaje o de distribución cuenten con ciertas características que los hagan amigables con el medioambiente, ya que deben medir su huella de carbono, por lo que no es de extrañar que estén apareciendo los primeros centros con el sistema de certificación LEED y de ahorro energético en la operación, incluso autogeneración con energía fotovoltaica en las techumbres”.

Aparte de la sustentabilidad, otras tendencias en el diseño y construcción tienen relación con la altura de las bodegas, la cantidad de andenes, el tamaño de los patios, los productos a almacenar y la conectividad; este último aspecto, si bien no está ligado directamente con el diseño de la bodega, es importante a la hora de ubicar un proyecto para que este sea exitoso y viable para el cliente final. Al respecto, Willatt enfatiza que “el principal consumo energético de un CD no es el del edificio en sí, sino el del transporte asociado a él. Por ende, la ubicación es el principal factor para reducir el consumo de energía, las emisiones al medioambiente y hacer una instalación más sustentable”.

La altura de la bodega para maximizar el espacio disponible para almacenar, argumenta el Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Chile, se utiliza con la intención de ganar en metros cúbicos (posiciones de pallet) más que en metros cuadrados. “Esta solución es una alternativa real, ya que hoy todos los proveedores de grúas ofrecen, dentro de sus opciones, apiladores que alcanzan los 9 metros (6 posiciones) de altura. Es más, el cambio tecnológico ha permitido utilizar equipos trilaterales que permitirían llegar a más de 15 metros de altura para almacenar pallet”. Los andenes y la cantidad por metros cuadrados determinan la utilización y rapidez de carga y descarga de la mercadería que está ingresando o saliendo desde el centro de distribución, lo que disminuye los tiempos y aumenta la cantidad de transacciones. “Un claro ejemplo de lo anterior es el aumento de cross-docking en la industria logística, lo que hace más eficiente la bodega, la rotación de la mercadería y disminuye el stock inmovilizado”, explica Varela.

Asimismo, el aumento del ancho de los patios de los centros de distribución tiene como objetivo permitir una mejor operación de vehículos (livianos, pesados, grúas, etc), pero también aprovechar este espacio para almacenar mercadería que puede estar a la intemperie (marquesina preparación de pedido, almacenamiento de contenedores refrigerados, etc).

Finalmente, el profesional de Inarco agrega que se debe entender qué tipo de producto se va a almacenar en la instalación para poder adecuar las actuales alternativas a cumplir con los requerimientos de dichas mercancías. “Se ha sofisticado el servicio de bodegaje, cambiando el paradigma de que cualquier bodega sirve para almacenar productos. Hay bodegas que ya están obsoletas por sus características de pavimentos en mal estado, baja altura, poca luminosidad, baja resistencia al fuego, etc. Hoy existen una infinidad de alternativas de bodegas y centros de distribución que cumplen con las características propias de cada industria (operación logística, Pymes, outlet, control de temperatura, frío, minibodegas, etc.)”, asegura.

Además de estos criterios generales, el académico de la Escuela de Ingeniería en Obras Civiles de la UDP, suma aquellos que corresponden a las nuevas directrices en el diseño y construcción de un centro de distribución, como “la buena conectividad a la red de transporte, la iluminación, el reciclaje y la reutilización de materiales, la eficiencia energética y el monitoreo permanente del consumo de dispositivos y equipos que utilizan electricidad, gas, agua y otros servicios generales, para identificar oportunidades de ahorro de costos”.

Todas estas mejoras en el diseño buscan generar una operación logística más eficiente que permita generar valor a la cadena de suministro. Actualmente, los centros de distribución que se diseñan no son solo un inmueble, sino que es de donde se proporciona un servicio integral, que permite realizar la operación logística de la empresa de la mejor manera posible.