Mauricio Perrot.

¿Cómo evalúa la situación del transporte de carga terrestre para este 2014 en nuestro país?
Este año ha sido un poco extraño. Si bien nuestros asociados mantienen cierto grado de incertidumbre por el cambio de timón en el aspecto económico, en general, el primer trimestre fue relativamente bueno, de acuerdo a las expectativas cifradas. En términos globales, me parece que más que un año malo, ha sido un período lento marcado por la incertidumbre. Obviamente, los aspectos referidos a las reformas tributaria y laboral son temas que nos preocupan y afectan, y mientras no existan políticas claras de la autoridad al respecto, las decisiones del empresariado se verán retrasadas.

De acuerdo a este análisis, ¿qué expectativas tienen para el próximo año?
En un principio, se habló de un crecimiento cercano al 3,5% para 2014, pero finalmente, y de acuerdo a las estimaciones de los expertos, vamos a terminar en una cifra cercana al 1,8%. Dentro de esa proyección, para 2015 se está calculando un incremento de un 3%, escenario que debiera cumplirse si las cosas se hacen en forma más ágil. Estamos en etapa de “rebote”, por lo cual pensamos que deberíamos comenzar a repuntar paulatinamente.

Estas cifras de crecimiento en torno al 3%, ¿son satisfactorias para ustedes?
Es importante recordar que venimos creciendo a tasas de 5% a 6%, por lo que hablar de cifras de un 3% no es de lo mejor. En ese sentido, las expectativas deberían ser mucho más altas, pero no podemos olvidar que estamos recién saliendo de un período difícil dentro de la Región. El entorno internacional nos afecta de una u otra forma, pero, sin duda, el tema de la incertidumbre es uno de los factores que más nos impacta como inversionistas y generadores de negocios. En ese sentido, creemos que falta un mayor grado de comunicación por parte de la autoridad.

¿Cuáles son los temas que más le preocupan al gremio actualmente?
El punto que más nos congrega en este momento es el tema de la situación laboral de nuestros empleados, en especial la que afecta a los conductores. No cabe duda de que nuestra industria tiene desde hace varios años una imagen bastante negativa en ese plano. Por lo tanto, resulta fundamental que podamos desarrollar una agenda muy bien elaborada junto al gobierno actual. Estamos conscientes de que hay muchas cosas que debemos mejorar: las zonas de descanso, las horas de trabajo, el tiempo de espera de los conductores en los recintos, la capacitación, además de afrontar el desafío de incorporar rápidamente nuevas tecnologías.

Recientemente se aprobó el proyecto de ley que fortalece el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco). ¿Qué repercusión tendrá esa medida para el gremio?
Si nos ponemos a pensar que con la implementación de esa iniciativa, la bencina tuvo una baja inmediata en torno a los 70 pesos por litro, la pregunta que cabe hacerse es por qué no se aplica también al petróleo diésel. La mayoría de los buses de transporte interurbano y el 100% de los camiones utilizan este combustible; entonces, me parece que ahí hay un problema que debe ser encarado de forma responsable. Necesitamos conocer explicaciones categóricas detrás de una medida de ese tipo para poder entender cabalmente. El tema fundamental es que las políticas de transporte que se lleven a cabo deben estar sustentadas en decisiones de Estado más que de un gobierno de turno.

¿Qué avances se han registrado en torno a un tema primordial, especialmente para los conductores, como es la seguridad?
Aquí ocurre algo muy similar a lo que señalaba anteriormente: cada vez que hay un cambio de gobierno, debemos partir de cero, por lo cual no existen políticas claras que permanezcan en el tiempo, situación que obviamente ha generado la molestia de gran parte de nuestro gremio. La gente está cansada y ello acarrea movilizaciones. Respecto a la seguridad, nos preocupa el problema que se mantiene en la zona de la Araucanía, pero también el tema de los robos que ocurren especialmente en la zona centro y norte del país: diariamente se generan en promedio 1,2 hurtos de camiones. Para solucionar esto, se requiere, primero que nada, coordinar un trabajo junto a las concesionarias de las autopistas.

¿Cuáles son los desafíos más importantes para ChileTransporte en el corto y mediano plazo?
Uno de los desafíos esenciales, tal como ya lo indiqué, es generar políticas de Estado concretas, claras y de largo plazo para nuestro sector. Por ejemplo, sería esencial instaurar un Ministerio de Logística y Comercio Exterior a fin de potenciar el rubro de transporte de carga terrestre y posicionarlo en el nivel que se merece. Otra política importante es fortalecer la capacitación de nuestros conductores. Actualmente, en Chile existe un déficit de choferes que gira en torno a los 4 mil conductores y se proyecta que dicha cifra se eleve a 20 mil para 2020. Como entidad gremial, estamos muy preocupados de generar registros de transportistas y conductores, lo cual constituye un gran reto para poder sentar las bases organizativas del sector. Es decir, que podamos saber con exactitud quiénes somos y hacia dónde vamos. Esta iniciativa está en proceso, y ya nos reunimos con el Observatorio Logístico para poder concretar este y otros proyectos de urgencia.