Juan Carlos Gutiérrez.

En Chile no existe actualmente una norma para el diseño estructural de estanterías metálicas; en consecuencia, los expertos utilizan la norma chilena NCh 2369 para diseño de edificios industriales y, complementariamente, reglamentación extranjera, que define las características principales de los racks. El problema que plantea este “vacío” es que, si bien los productos que se diseñan y fabrican considerando estos requerimientos son confiables, su comportamiento no está avalado. El pasado terremoto del 27/F dio cuenta de colapsos y fallas en estanterías metálicas, situación que aunque no fue masiva, reflejó la vulnerabilidad del sistema actual al no existir una normativa específica que regule este tipo de estructuras.

Teniendo en cuenta esta realidad y como referente técnico en la utilización del acero, el Instituto Chileno del Acero (ICHA) convocó a destacados actores de la industria a una instancia de revisión y actualización normativa, de manera de impulsar la creación de un Código de Mejores Prácticas para el Diseño Estructural de Estanterías Metálicas. Con la participación de las empresas Mindugar, Tamegal y Mecalux, se trabajó en un documento que estima las disposiciones normativas internacionales en esta materia, junto a los requisitos técnicos chilenos, especialmente en materias sísmicas y de calidad.

Ad portas de su publicación, se espera proveer una herramienta técnica que establezca los elementos mínimos que se debe considerar al abordar el diseño estructural de este tipo de estructuras. Este código se planteó como una referencia para todos quienes están involucrados en un proyecto logístico con racks metálicos: inversionistas, asesores logísticos, ingenieros estructurales, inspectores técnicos, mutuales de seguridad, fabricantes y montajistas de este tipo de estructuras.

Contar con una referencia como esta facilita la resolución de conflictos técnicos, mientras que la correcta utilización de las estanterías, en concordancia con los requisitos de diseño, asegura un desempeño favorable. La estandarización de estas estructuras, tanto en su fabricación como en su montaje y utilización, permite responder con calidad a una demanda diversa en cuanto a requerimientos, tamaño y tipo de industria. Creemos que este aporte es un primer paso para lograr una norma que permita la certificación de las distintas empresas que operan en la industria chilena. Con posterioridad a la publicación, esperamos presentar al Instituto Nacional de Normalización un borrador de norma en esta materia y, de esta forma, aportar a la calidad de las construcciones y la calidad de vida de los chilenos.