Por Diego Bozzano Cabral.
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Existe una diversidad de variables que entran en juego al intentar optimizar una operación logística, pero cuando hablamos de distribución, el corazón de la operación es el viaje desde nuestro Centro de Distribución hasta el punto de entrega final, y es en este donde normalmente se busca optimizar la función de transporte, ya sea utilizando rutas más cortas (en distancia o tiempos), controlando el rendimiento de los vehículos o las horas de utilización de flota, y por último, intentando maximizar el tamaño de los pedidos de los clientes con el fin de tener menos detenciones para entregas. Todos estos análisis, muy válidos por cierto, pierden sentido si cometemos errores al momento de generar la carga y estiba del producto sobre el vehículo.

Revisando aspectos de Seguridad, resulta fundamental comprender que una estiba incorrecta puede generar un accidente, ya que puede llegar a modificar el centro de gravedad del vehículo durante su tránsito y provocar –por ejemplo, ante una curva cerrada o ante una maniobra brusca- el volcamiento del mismo. También influye sobre la capacidad de frenado o tracción del vehículo, sobre todo en condiciones de gradientes o pendientes en la ruta, muy habituales en nuestro país. Por esto, es necesario comprender la relevancia de trasladar el peso bruto del vehículo (tara más carga) de forma pareja hacia el piso; es decir, la distribución del peso debe ser uniforme, a lo largo y ancho del vehículo, manteniendo contacto permanente con el piso. De esta forma, el vehículo no perderá su centro de gravedad y se mantendrán sus capacidades de tracción y frenado.

Adicionalmente, para mantener la seguridad tanto del vehículo como de la carga durante todo el viaje, es necesario el análisis y planificación de la Secuencia de Descarga. Esta debe corresponder a los requerimientos técnicos del vehículo para mantener su estabilidad con carga parcial, por lo que si el vehículo tiene varios puntos de descarga, se deberá ordenar de forma que la carga parcial con la que el vehículo se mueva entre los distintos puntos de descarga sea acorde con la correcta estiba del vehículo. Para esto, es importante entender que la última carga parcial a descargarse debe ser la que mantenga el Centro de Gravedad sobre el vehículo, permitiendo que esta carga -en conjunto con el vehículo-, traslade el peso en forma pareja al piso.

La estiba también puede afectar directamente al rendimiento del vehículo, desde el consumo de combustible hasta la durabilidad de los neumáticos. En un vehículo mal estibado o sobre cargado, el primer impacto se produce en su velocidad de tránsito, ya que la misma disminuye considerablemente, tomando en cuenta que el vehículo empezará a mostrar vibraciones o le costará aumentar o reducir su velocidad. Estas situaciones llevarán al conductor a instintivamente disminuir la velocidad, con lo que le tomará más tiempo del necesario para realizar el mismo trayecto.

Por otra parte, una estiba incorrecta puede llevar una diferencia de tracción en los diferentes ejes (en caso de vehículos con más de un eje de tracción), lo que hará que unos ejes “patinen”, consumiendo de forma dispareja los neumáticos y ocupando mayor combustible, al no transmitir uniformemente la potencia entregada desde el motor. El consumo disparejo de los neumáticos también puede influir sobre la transmisión de potencia al piso, ya que un neumático con mayor desgaste siempre tiene menor capacidad de transmitir la potencia al piso.

Figura 1. Estibas incorrectas y correctas.

Figura 2. Distribución uniforme de la carga en el vehículo.

Figura 3. Tabla de pesos máximos
por eje autorizados por el MOP.

Ante estas dificultades, la mejor solución es el diseño y estandarización del proceso de carga y estiba de los vehículos, y su posterior difusión entre los operarios responsables de llevar a cabo este procedimiento. La estandarización del tamaño de los bultos a transportar, utilizando cajas, paletas y contenedores estándares, colaborarán en gran medida con la correcta estiba de los vehículos.

En nuestro país, la legislación vigente sobre los pesos por eje de cada vehículo es de gran ayuda para garantizar una estiba correcta, ya que al restringir los pesos máximos según el tipo de eje, se asegura que la transmisión del peso bruto del vehículo al piso sea pareja. En este sentido, el DS 158 del Ministerio de Obras Públicas, establece claramente el límite en toneladas para cada tipo de eje, y esto siempre deberá ser tenido en cuenta al momento de realizar la carga y distribución (estiba) de la misma en el vehículo. (Ver figura 3). Esta regulación es de gran importancia para este ministerio, ya que colabora directamente con el mantenimiento y durabilidad de las rutas y autopistas en nuestro país, con lo cual llegamos a otro beneficio indirecto de la correcta carga y estiba del vehículo: mantener y disminuir en el tiempo el costo de los peajes.