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MAQUINARIA EN BODEGAS DE FRÍO
Trabajando en ambientes de baja temperatura

En varios sectores que requieren de cadena de frío, las máquinas logísticas -como las grúas horquilla- deben operar continuamente a temperaturas bajo cero, lo que puede someter sus diferentes componentes a un estrés para el que no están preparadas, provocando fallas inesperadas en algunos sistemas.

Rodrigo Orellana, Duoc UC. Arnaldo Alvarez, USM.

En ambientes “bajo cero” (como los que encontramos en varios lugares que manejan productos congelados), muchos elementos se comportan de manera distinta de cómo lo hacen en temperaturas más altas, viéndose afectadas algunas de sus características físicas, y por ende, su rol en el funcionamiento de sistemas mecánicos, neumáticos o eléctricos. Es por esto que se hace necesario tener en cuenta estos efectos para garantizar un buen funcionamiento de las máquinas que operan en las bodegas de frío.

Como explica Rodrigo Orellana, Profesor Logística y Comercio Exterior de Duoc UC, Sede Plaza Vespucio, “en las grúas horquilla existen piezas móviles que producen roces de alta presión, los que generan -a su vez- un desgaste del material. En ambientes de temperatura controlada bajo cero, aumenta la viscosidad del lubricante, perdiendo su adherencia con la pieza, lo que redunda en un desgaste mayor de estas”. Otro efecto común que afecta a estas máquinas se refiere a la condensación que se produce en la superficie de las baterías, lo que causa impactos nocivos en la vida útil de las mismas. Asimismo, cabe recordar que a medida que disminuye la temperatura, se reduce la capacidad de carga de arranque de las baterías”.

En este contexto, Arnaldo Alvarez Rodríguez, Jefe de Taller T.U. en Automotriz, Universidad Técnica Federico Santa María, Sede Concepción, señala que, en general, las bajas temperaturas afectan de formas similares a las máquinas con motores de combustión interna. “Dificultades para la partida inicial y fluidos congelados serán algunos de los puntos críticos del trabajo de estos equipos en zonas de extremo frío”, acota.


Recomendaciones

Orellana afirma que, en estos casos, la recomendación está generalmente asociada primero a la emisión de contaminantes y segundo, a que el equipo cuente con medidas de mitigación del efecto que provocan los ambientes con
temperaturas bajo cero. “Por tal razón, en el caso de las grúas horquilla, lo común es utilizar equipos eléctricos que no emiten contaminantes al ambiente, y que al utilizar sistemas de encendido eléctrico, no sufren con los ambientes de temperatura controlada, a diferencia de los equipos a combustión, que requieren una chispa, que se vuelve mucho más difícil en temperaturas bajo los cero grados. Con respecto a otros tipos de maquinaria, nos encontramos normalmente con equipos que cuentan con altos niveles de aislación, lo que los vuelve ‘inmunes’ al problema típico de los ambientes con temperatura controlada bajo los cero grados: la condensación y la humedad”, indica.

En este aspecto, para Alvarez la capacitación de los operarios y mecánicos es fundamental para proteger tanto a la persona como al equipo, evitando fallas o accidentes. “Se deben evitar errores comunes, como calentar el motor en forma externa, forzar la partida y golpear mangueras para descongelarlas, así como mezclar los fluidos para mejorar la viscosidad”, señala.

Por su parte, Orellana agrega que “otra mala práctica muy común es reducir los ciclos de carga de las baterías antes de tiempo, evitando que estas logren recuperar la energía suficiente, lo que provoca una reducción en la vida útil de las baterías, además de quiebres en la operación”.

Adicionalmente, el académico de Duoc UC llama a evitar los mantenimientos realizados por “técnicos eléctricos”, que suponen un costo más bajo que el del concesionario. “Está demostrado que a la larga esta es una pésima decisión, ya que se trabaja mucho bajo el concepto de prueba y error, lo que nuevamente podría provocar detenciones en la operación, como también una menor vida útil del equipo”, añade.

Para el docente de la Universidad Técnica Federico Santa María, los cuidados principales de mantenimiento de estas máquinas están dados por “mantener fluidos adecuados y con aditivos que permitan sustentar su funcionamiento en estas condiciones; las mangueras y flexibles correspondientes, así como sensores que gerencien correctamente el control electrónico”.

En tanto, Orellana recuerda que esta maquinaria está diseñada para trabajar en estos ambientes, por lo que los cuidados adicionales están relacionados con mantener el aseo y la limpieza de las máquinas; no exigir en partida obligando a cambios de estado repentinos (sobre todo en cambios de temperatura); realizar chequeos preventivos a las partes móviles, sistemas de lubricación y sistemas de encendido eléctrico, así como también a las baterías; y seguir pauta de encendido y mantenimiento del fabricante. “Cabe notar que en general todos los materiales tienen variaciones en sus atributos con los cambios de temperatura y cambios muy repentinos de estado de temperatura fatigan los materiales en forma inmediata”, advierte.

Junio 2014
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