MINIBODEGAS
Un mercado que crece en oferta y calidad | | | | | En Chile, las primeras empresas dedicadas al minibodegaje aparecieron hace unos 15 años, y desde entonces ha demostrado ser un mercado en constante crecimiento y evolución, especialmente por las siempre crecientes necesidades de espacio para almacenamiento de la población. Este concepto de negocio -al menos, en su concepción actual- nació hace varias décadas en EE.UU., donde se estima que existen actualmente 0,6 m² de minibodegas por habitante.
“Hoy en día, los departamentos habitacionales son cada vez más pequeños y el precio por metro cuadrado más alto, fenómeno que lleva a la gente a preferir arrendar espacios para guardar sus bienes”, señala Cristóbal Swett, Sub Gerente General de Mi Bodega.Entre los elementos que definen a las minibodegas, la superficie es uno de los más relevantes. “Actualmente, hay en Chile minibodegas de 1 m³, que son las más pequeñas (también conocidas como ‘minibodegas casilleros’), pero el estándar es a partir de los 2 m² hasta los 30 o 40 m²”, comenta Rafael Pérez, Gerente General de BLT Minibodegas.  | | | Cristóbal Swett, MI BODEGA. | |  | | Rafael Pérez, BLT MINIBODEGAS. | |  | | Arie Rezepka, AKI KB. | |  | | Cristóbal Zúñiga, MI BODEGA. | |  | | Jonathan Kohn, AQUÍ MINIBODEGAS. | |  | | Ricardo Arcaya, DURAMET. | |  | | Víctor Zarzar, AMERICAN STORAGE. | |  | | Andrés Fernández, URBAN STORAGE. | | Sin embargo, más allá de la superficie que ocupan, las minibodegas son un concepto de negocios donde el aspecto clave es el autoalmacenaje. “Es decir, una empresa arrienda un espacio en el que guarda sus productos y es la administradora de dicho espacio y de lo que está en él. No hay inventarios, logística ni embalaje”, afirma el ejecutivo de Mi Bodega. Asimismo, agrega que otra de sus características es que “se trata de contratos flexibles de corto plazo, donde el cliente puede estar el tiempo que lo necesite y donde tanto el arriendo como el
desahucio son trámites muy simples”.
Coincidiendo con lo anterior, Arie Rezepka, Gerente General de AKI KB, afirma que “la minibodega va más allá del tamaño. Es un concepto que habla de la flexibilidad, donde el tiempo y el tamaño responden específicamente a las necesidades del cliente; y esos son factores que no se encuentran en otro segmento del bodegaje. Lo denominaría el ‘retail de las bodegas’, porque se puede adquirir al detalle tanto el tiempo como el espacio, con la flexibilidad para regularse según las necesidades y pagar solamente por aquello que se utiliza”.
Como comenta Cristóbal Zuñiga, Sub Gerente Comercial de Mi Bodega, la ubicación y el precio también son elementos clave en el desarrollo de este mercado. “Hay cuatro factores fundamentales en este negocio, que son los que buscan los clientes: seguridad, facilidades, ubicación y precio”, acota.En ese sentido, las minibodegas se localizan en zonas clave de la ciudad con fáciles accesos para los clientes. “En nuestro caso, vemos que la participación de los clientes particulares es bastante mayor que la de las empresas -en torno a un 70%- y nos estamos enfocando en los sectores donde las personas tienen mayores recursos. Por otra parte, en el caso industrial, la situación es un poco diversa, pero al ser pequeñas empresas también necesitan una reacción rápida, tener buenos accesos y estar cercanos a puntos de comercio”, destaca Pérez.Para Jonathan Kohn, Gerente Comercial de Guarda Aquí Minibodegas, la ubicación es sumamente importante, ya que en su toma de decisiones, las personas consideran cuánto demoran en llegar y analizan las vías de acceso y la congestión vehicular. Este último punto es un elemento diferenciador, en el caso de Duramet. “Nos especializamos en el área Sur de la Región Metropolitana como una forma de diferenciación desde el punto de vista del conocimiento del mercado y de los clientes y proveedores, aprovechando que tenemos mucha relación con esa zona en distintas áreas. Ahora bien, en términos de mercado, las minibodegas están muy relacionadas con el tema urbano y las necesidades crecientes de los nuevos desarrollos inmobiliarios que no necesariamente tienen servicios de bodega”, señala Ricardo Arcaya, Gerente General de Duramet.
Atentos a las necesidades del cliente
A diferencia del mercado estadounidense, donde casi el 90% de estas bodegas son contratadas para uso de individuos y familias, los clientes nacionales de las minibodegas son tanto privados como Pymes que están creciendo. En este sentido, y como parte de la evolución natural de esta industria, los operadores han incorporado nuevos servicios, como por ejemplo, salas de reuniones, WiFi y equipamiento de movimiento de cargas, como transpaletas. “Nuestros clientes están dejando de ser personas naturales y comienzan a ser pequeños empresarios que utilizan las minibodegas como centros de negocios y de distribución. El mercado seguirá creciendo y tal vez nunca lleguemos a la realidad de Estados Unidos, pero vamos hacia allá”, explica Cristóbal Swett de Mi Bodega. En tanto, cercanos al centro de Santiago, las minibodegas de American Storage “están ocupadas prácticamente en partes iguales por clientes comerciales y particulares. Creemos que el mercado seguirá creciendo en los próximos años, pero al hacer la comparación con mercados evolucionados (como el norteamericano), debemos tener en cuenta que efectivamente tenemos importantes posibilidades de desarrollo, pero que nuestro mercado tiene una capacidad económica bastante inferior, lo que nos impedirá llegar a los niveles encontrados en dichos países”, afirma su Gerente General, Víctor Zarzar. “Hace 20 años, lo único que existía en Chile en este ámbito eran las empresas de bodegaje internacional que ofrecían un servicio de custodia y embalaje de las mercancías de los clientes, mientras que hoy hay cerca de 20 empresas que ofrecen servicios de minibodegaje”, señala Andrés Fernández, Gerente General de Urban Storage. “El punto de inflexión fue el terremoto de 2010, porque si bien ya habían empresas dedicadas a esto, pasamos de ser 4 o 5 a los casi 20 operadores que somos actualmente”, agrega el ejecutivo de BLT Minibodegas.
Siguiendo con el punto anterior, Rezepka destaca que “actualmente en Chile existe una sucursal cada 700 mil habitantes, mientras que en Estados Unidos existe una cada 6.000 habitantes, siendo una industria que factura 24 billones de dólares al año”. El Gerente General de AKI KB agrega “aunque efectivamente estamos lejos de alcanzar esos niveles, las personas están comenzando a conocer lo que son las minibodegas, a utilizarlas y a sentir que es una necesidad, por lo que hay espacio para crecer”.  | | Andrés Pérez, BLT MINIBODEGAS. | |  | | Pablo Baffico, ARCAYA PROPIEDADES. | En ese crecimiento, para el ejecutivo de BLT Minibodegas, el servicio es fundamental, entendiéndolo “como la reacción que uno tiene frente a los clientes, ya que ellos llegan a nosotros porque tienen un problema que resolver”. No obstante, según Sweet, en una industria donde producto y servicio son estandarizados, el precio es un elemento que va a incidir irremediablemente en la decisión de los clientes. “El cliente cree venir por dos o tres meses y se termina quedando diez. Entonces, cuando hace el análisis de cuánto le costará, el precio se convierte en una variable preponderante para la toma de decisiones”.
Los desafíos futuros
Para muchos clientes, las minibodegas son la única solución para sus necesidades de espacio, como afirma el ejecutivo de American Storage. “Por ejemplo, el importador de uno o dos contenedores desde China, tiene como alternativa una bodega de más de 400 m² que no aprovechará completamente y que lo liga en el tiempo, o la solución que le ofrecemos nosotros y que incluye una serie de servicios adicionales que facilitan aún más su actividad”, aclara. En este sentido, un mercado en fuerte crecimiento con características y tarifas similares, enfrenta varios desafíos. Uno de ellos es resguardar el mercado; por eso la idea de crear una asociación que agrupe a los diferentes actores de la industria es uno de ellos. En ese sentido, el ejecutivo de AKI KB afirma que “estamos tratando de crear una asociación de minibodegueros, ya que hay muchos vacíos en términos normativos y legales, y en la medida en que unamos fuerzas, vamos a hacer de esta una industria sustentable que nos beneficie a todos”.
Por otra parte el desafío de crecer en regiones también se encuentra presente. Algunos ya lo están haciendo aprovechando infraestructuras ya existentes o creando nuevos conceptos, como los edificios de minibodegas, pero sin duda aún queda mucho por hacer en los mercados regionales, que poseen características diversas y donde aún es necesario realizar un trabajo de educación. “Hay otras complejidades en regiones donde tendremos que hacer el trabajo que ya hicimos aquí cuando partimos con este negocio y que se refieren a educar a la población a entender lo que somos y los servicios que ofrecemos”, concluye Rezepka, de AKI KB. | |
