BODEGAS SUSTENTABLES La logística green crece en nuestro país

En todo el mundo emerge con fuerza la tendencia a certificar la construcción y operación de las empresas bajo el concepto de sustentabilidad. Los centros de distribución y almacenaje no son la excepción y en Chile varios ya comienzan a estudiarla de manera de incorporarlo a su negocio.

La sustentabilidad en las instalaciones logísticas es una tendencia mundial, que avanza paralelamente por el área de la infraestructura sustentable, la eficiencia energética y el bienestar de los trabajadores que las utilizan. En Chile, todavía se encuentra en una etapa incipiente, aunque ya existen algunos nuevos centros de distribución en proceso de obtener Certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design, o Liderazgo en Diseño Ambiental y Energético). Mientras el concepto de Bodegas Sustentables se instala y este estándar gana terreno, numerosas empresas están dando un primer paso, implementando programas de Eficiencia Energética en sus bodegas. “Su motivación es el ahorro que obtienen al disminuir su consumo de energía eléctrica”, explica Paula Araneda, Ingeniero Civil y Jefe de Sección Energía y Sustentabilidad del Area Ingeniería de la Construcción de IDIEM. Pero, la experta sostiene que la idea no es solo quedarse en eso, sino que mejorar otros parámetros dentro de las bodegas, con el objetivo de optimizar la productividad. Para Rodrigo Orellana, docente de Duoc UC, la sustentabilidad en bodegas y centros de distribución, está asociada a la producción limpia y/o amigable con el medioambiente, además de una correcta implementación de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), siempre que estas actividades y/o procesos sean viables económicamente. “Las certificaciones ISO 14000 son parte de los requisitos más demandados en esta línea, debido a la importancia que implica contar con una acreditación del cumplimiento de las medidas de mitigación de los efectos negativos que la empresa impacta al medioambiente que la rodea. En este sentido, destacan los esfuerzos de la industria vitivinícola que ha emprendido grandes avances en torno a la sustentabilidad de los procesos logísticos, integrando conceptos que normalmente los vemos separados e independientes como la medición de la huella de carbono, RSE y Eficiencia Energética”, indica el académico. El despertar de la industria En IDIEM conocen el concepto de Bodega Sustentable desde sus inicios. Trabajan en estudios de habitabilidad desde hace treinta años, primero en normativa para viviendas y edificios comerciales, y después ampliando su quehacer desde la física de la construcción a la Eficiencia Energética e, inmediatamente después, a la Infraestructura Sustentable. “En Chile, hace tres años surgió un boom importante en términos de Infraestructura Sustentable. Las primeras interesadas fueron las empresas que querían tener oficinas sustentables y certificadas como tales, y posteriormente se abrió el espectro hasta llegar a las bodegas de almacenamiento y centros de distribución; un fenómeno que es más reciente”, señala Paula Araneda. Es el caso de algunas empresas logísticas que en conjunto con IDIEM han decidido monitorear sus instalaciones y homogeneizarlos, para lograr estandarizarlas y cumplir con los requerimientos de la industria a la que prestan servicios. Así por ejemplo, han implementado soluciones de climatización y ventilación, con una visión de eficiencia energética y sustentabilidad. Sustentabilidad desde el origen Paula Araneda, IDIEM. Rodrigo Orellana, Duoc UC. De acuerdo a la opinión de Paula Araneda, las características que definen a las Bodegas Sustentables en su proceso de diseño y construcción, y que permiten certificarlas como tales, son Eficiencia Energética, uso eficiente del agua, materialidad y sistemas constructivos eficientes, calidad del ambiente interior -en términos de temperatura, ruido y ausencia de contaminantes- y ubicación, en relación a la cercanía a servicios y nivel de conectividad que ofrece a sus ocupantes. “Una vez que estas instalaciones entran en operación, el desafío es lograr la certificación de Operación Sustentable; una aspiración a las que las empresas también podrían optar, pero que claramente requiere mayor preparación”, sostiene. A su juicio, la elección de los materiales y sistemas constructivos es fundamental para garantizar una operación sustentable. En esta etapa debe considerarse la ubicación, el clima, el tipo de operación que se realizará, la cantidad de personas que trabajará y la iluminación requerida para cumplir con los estándares de operación. La recomendación es optar por tecnologías que garanticen alta inercia térmica, de manera de evitar el sobrecalentamiento de la estructura, y que al mismo tiempo tengan gran capacidad de aislación térmica y acústica. “En general, los sistemas constructivos que cumplen con estas características implican una inversión inicial alta, la que se ve totalmente compensada por la disminución en el costo de operación”, advierte. Ahorro, eficiencia y bienestar Implementar el concepto de Bodega Sustentable trae consigo importantes beneficios para las empresas. “Disminuye el consumo energético, gracias al ahorro que traen consigo los sistemas constructivos y materiales energéticamente eficientes utilizados en la edificación. Asimismo, este diseño permite reducir el uso de sistemas mecánicos de climatización e implementar sistemas de iluminación de alta eficiencia y bajo consumo, entre otros”, enfatiza. Pero la profesional agrega que esta filosofía además permite mejorar el bienestar de quienes ocupan la bodega, al otorgarles un espacio de trabajo con una temperatura ambiental adecuada, libre de contaminantes y con una iluminación que favorece su atención y productividad. “Cuando existen condiciones ambientales óptimas en el lugar de trabajo, aumenta la seguridad de la operación. Son beneficios indirectos, que se complementan con la visión de Bodega Sustentable”, recalca.