¿Cómo ha sido este 2012 para Agetich?
El balance es positivo, aunque permanentemente estamos sorteando obstáculos. El lado ‘bueno’ de esto es que hemos tenido la posibilidad de transmitir nuestras inquietudes y problemas a las autoridades, quienes nos han escuchado y atendido en nuestros requerimientos. De hecho, durante abril y mayo recién pasados, fuimos recibidos por el Ministro de Obras Públicas, Lawrence Golborne; y por la Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei.
Asimismo, como asociación nos están reconociendo. En Chile siempre somos consultados por distintos ministerios, y a nivel regional nos hacemos presentes en actividades con nuestros pares de Argentina y Brasil.

¿Cuáles son los obstáculos que enfrenta esta industria?
Tenemos tres grandes problemáticas. La primera son las malas condiciones a las que se ven expuestos los conductores en el proceso de entrega de documentación en el paso Los Libertadores. Ellos deben permanecer largas horas -a veces incluso días- en la cola de los camiones, con temperaturas bajo cero en invierno, sin acceso a baño y sin la posibilidad de desplazarse para comprar comida, por ejemplo. Justamente ese fue el foco principal de la reunión que sostuvimos con la Ministra Matthei, donde le propusimos realizar todos estos trámites abajo, en Guardia Vieja, dejando en el paso Los Libertadores sólo el proceso de verificación de documentación para buses y turismo, de manera de agilizar el proceso. Su recepción fue muy buena, porque al igual que nosotros está preocupada de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.

La segunda problemática dice relación con la necesidad de tener pasos alternativos al paso Los Libertadores. A raíz del crecimiento e intercambio entre Chile y los diferentes países, estamos siendo considerados como un puerto de tránsito hacia los mercados de Argentina y Brasil, lo que está saturando aún más este complejo fronterizo. En ese sentido, como asociación entendemos que el Gobierno también estima que la construcción del Paso Las Leñas es viable, y así pudimos percibirlo en la reunión que tuvimos con el Ministro Golborne, por lo que esperamos que este proyecto pueda concretarse. Además, este cruce al no estar afectado por la nieve, puede ser transitable todo el año.

La idea de contar con más puertos, ¿también está dentro de sus ejes de acción?
Efectivamente. Creemos que el actual Puerto Los Andes, que es una aduana privada, no satisface los requerimientos de la industria, porque al ser un puerto privado les conviene que el camión esté dentro de sus instalaciones el mayor tiempo posible. A pesar que se trata de un puerto con infraestructura moderna y alta tecnología, proyectada para dinamizar el paso de los camiones, de una u otra forma se generan las instancias para que el proceso demore más de la cuenta. En esa línea, como gremio queremos que existan otras alternativas de puertos, probablemente algunos en Santiago.

Estas tres grandes tareas, ¿podrían mejorar las actuales condiciones en las que opera este mercado?
Siempre he dicho que “nuestro negocio es que las ruedas rueden, porque si el camión está parado, el negocio se detiene”. Todas las medidas que he descrito tienden a que los camiones que participan en el transporte terrestre internacional puedan desplazarse más ágilmente.

Debemos recordar que hace unos años teníamos el 41% de la participación de los camiones que ingresaban del paso Los Libertadores desde Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; mientras que hoy ese porcentaje es sólo un 11%. Cada día estamos perdiendo más participación de mercado porque las firmas de transportes de Argentina y Brasil son muy grandes, y tienen costos con los cuales es difícil competir.

Mientras los obstáculos se derriban, ¿cuáles son las claves para resistir?
La calidad del servicio es un factor relevante para que este segmento de negocio siga vivo. El mercado del transporte terrestre internacional en Chile está formado, en su mayoría, por empresas pequeñas, casi todas familiares; y eso que a primera vista puede ser un problema, también es posible de transformar en una gran ventaja. Por ejemplo, una empresa pequeña, manejada por sus propios dueños, puede tener una relación más cercana con sus clientes y dar respuestas más rápidas.

En paralelo, y para no seguir perdiendo participación en los mercados de Brasil y Argentina, debemos ser capaces de capacitar a nuestros conductores, para que no sólo sean capaces de conducir de manera segura y eficiente un camión, sino también de llevar a cabo un buen proceso de tramitación de documentación, sin errores. Ese es otro desafío en el que debemos empezar a trabajar desde ya.