¿Qué impacto tiene el Centro de Distribución de Frío en la operación y el negocio de SMU?
Es muy relevante, ya que permite garantizar la calidad de productos muy sensibles a los cambios de temperatura, como aquéllos que requieren refrigeración y que son muchísimo más complejos en su manejo que la carga seca. Nuestro desafío permanente es llegar a tiempo, pero además con la calidad exigida, de la que somos completamente responsables.

¿Calidad y “frío” están directamente relacionados?
Así es. Los ingresos y despachos de carga refrigerada son revisados por el área de calidad, la cual es muy acuciosa en su trabajo, asegurando que la temperatura definida para cada tipo de producto (en nuestras cámaras de frío) se cumpla adecuadamente. Lo positivo de este proceso, es que el cliente percibe el alto nivel de calidad de los productos que compra en nuestras salas de venta.

¿Con qué tipo de infraestructura cuentan?
El Centro de Distribución de Frío de SMU ocupa un área de 10.600 m². Está dotado con seis cámaras a distintas temperaturas, donde se almacenan dos grandes divisiones de productos: carnes y lácteos, de 2° a 3° C; y frutas y vegetales, de 2° a 8° C.

Contamos con una capacidad cercana a las 10 mil ubicaciones, que suman 14 mil, contando las cámaras de refrigeración de nuestros centros de distribución de Coquimbo y Osorno.

Los equipos de frío con los que trabajan, ¿son propios o arrendados?
Son cámaras propias, hechas especialmente para este centro de distribución y proyectadas con una capacidad de crecimiento importante, lo que nos permite contar con amplios espacios y una muy buena capacidad de carga refrigerada. Adicionalmente, hemos desarrollado áreas de frío en nuestros centros de distribución en regiones, principalmente para frutas y vegetales, como en Coquimbo, Osorno y Punta Arenas.

¿Cómo son las características de las instalaciones de frío de regiones?
El centro de distribución de Osorno tiene un estándar muy similar al de Santiago y en el de Coquimbo estamos trabajando para potenciarlo todavía más, a través de la próxima instalación de una nueva cámara de refrigerado. En Punta Arenas contamos con un área de refrigeración más pequeña, pero que, de todas formas, se ajusta a la carga diaria que recibe ese centro.

¿De qué manera aseguran la calidad de sus sistemas de refrigeración?
Estamos trabajando activamente en el mantenimiento preventivo. En el Centro de Distribución de Frío de SMU contamos con profesionales que tienen décadas de experiencia en la operación de cámaras de frío, por lo tanto, estamos permanentemente haciendo mejoras a la gestión de operación de los equipos de frío.

Adelantamos varios meses el mantenimiento de los sistemas de refrigeración, porque queremos anticiparnos a cualquier tipo de falla y mejoramos continuamente el software que nos permite monitorear posibles fugas de amoníaco, para garantizar que nuestra operación sea eficiente y al mismo tiempo respetuosa con el medioambiente.

¿Tienen externalizada algún área de las operaciones de frío?
En el Centro de Distribución de Frío de SMU operamos sólo carga refrigerada. El área de congelado está externalizada en un operador logístico especializado, principalmente porque es más pequeña en cuanto a volumen y estacional.

¿Sólo han externalizado esa área de su cadena de frío?
Sí, justamente estamos en pleno proceso de centralización. Productos como la carne se almacenan exclusivamente en el Centro de Distribución de Frío de SMU, en Santiago, y desde allí se despachan vía crossdocking al resto del país. En cuanto a los lácteos, tenemos un desafío mayor, porque nuestro objetivo es centralizar toda la operación en el centro de distribución de Santiago. Ya estamos recibiendo los productos de tres proveedores y trabajando para lograr sumar a algunos de los más grandes, de manera de concentrar toda la operación de lácteos desde un solo punto y de ahí distribuir a los locales.

¿Eso quiere decir que el área de refrigerados de SMU seguirá creciendo?
Definitivamente. Debido a que nuestro desafío principal como área es la centralización, apuntamos a mover el doble de cajas que movemos hoy, porque proyectamos crecer a través de la operación de lácteos, potenciando –además- el área de frutas y vegetales.

Actualmente nuestra empresa sigue inau-gurando locales con nuevos formatos, en superficies desde 3.500 m², lo que nos obliga a manejar mayores volúmenes y llegar en forma directa a ciertas salas de venta.

¿Cómo evalúan los niveles de eficiencia de su centro de distribución de frío?
Nuestra área de refrigerados está muy bien evaluada por las tiendas. Estamos comprometidos en cumplir con la entrega de productos refrigerados con la calidad que las personas esperan y en el momento que lo necesitan. Asimismo, estamos avanzando rápida y sólidamente hacia la centralización de la operación de frío, ya que nuestras salas de supermercados así lo requieren. Para esto, lo óptimo es llegar en un camión con todo lo que necesitan y no recibir un camión por cada proveedor. Hacia allá apuntamos.