El mercado de las bodegas crece y se potencia en Chile como una opción para las empresas que no cuentan con espacio físico o recursos para implementar sus propias áreas de almacenamiento. De acuerdo a la opinión de Rodrigo Jiménez, Presidente de la Asociación Logística de Chile A.G., “el mercado de bodegas externas se ha venido desarrollando fuertemente, superando en Santiago los 2 millones de metros cuadrados y creciendo cada año entre 200 a 300 mil metros cuadrados adicionales. Esto avalado por tasas de vacancia que apenas superan el 1%, lo que se refleja en que muchos espacios ya están comprometidos, incluso antes de estar disponibles”.

Además, el Presidente de ALOG Chile asegura que esta tendencia debería continuar, porque “pese a que la economía nacional está mostrando signos de moderar su crecimiento, están en pleno desarrollo una serie de inversiones que auguran que este boom se mantendrá por unos años más. Sólo por mencionar algunas iniciativas, destacan las que están realizando en el sector poniente y sur de Santiago, empresas como Bodegas San Francisco, Global Storage, Megacentro y BodenorFlexcenter”.


Pymes buscan bodegas

Durante la última década, el desarrollo del negocio del arriendo de bodegas ha crecido rápidamente de la mano del concepto de la externalización, debido a que muchas empresas entendieron que no valía la pena desarrollar y administrar su propia bodega.

Esta realidad no se hace patente sólo para las grandes compañías, sino que se vuelve aún más necesaria entre las pequeñas y medianas empresas. Como indica Gustavo Swett, Gerente General de Rentas La Castellana y Mi Bodega S.A., “el mercado de bodegas para Pymes ha evolucionado exponencialmente y el mundo de las Pymes ha copado un espacio que originalmente estaba orientado a personas, cambiando el modelo hacia un mix, que es compartido con este tipo de empresas emergentes”.

Definitivamente, a juicio de René Díaz, Gerente General de XS Minibodegas, este tipo de bodegas está en permanente crecimiento, sobre todo en centros que no sólo arriendan un espacio, sino que además entregan un servicio integral, asociado a seguridad, cercanía, logística y precios accesibles.

En regiones, el ejecutivo asegura que el fenómeno es similar. “Se aprecia una creciente demanda de espacios, desde los 15 a 150 metros cuadrados, para atender a comerciantes y pymes, entregándoles un punto de almacenaje, logístico y de distribución”. Actualmente, numerosos clientes en el Sur les piden que dispongan para ellos de espacios con características especiales, desde los 100 y hasta los mil metros cuadrados.

Según sostiene Rodrigo Pérez, Gerente Comercial de AKI KB Minibodegas, el mercado valora la existencia de un servicio de este tipo, considerando que existe más información y certezas sobre sus ventajas, motivando un fuerte aumento en la oferta y demanda de bodegas a la medida de las pequeñas empresas.


Gran calidad en pequeño formato

Las razones que explican esta tendencia son numerosas, pero una de las más importantes es la inmovilización de recursos. En efecto, una preocupación constante de las Pymes son los recursos de que dispone para crecer y operar, y la opción de tener su propio espacio de almacenamiento provoca la inmovilización de dineros que podrían destinarse a áreas relacionadas directamente con el corazón -core business- de la empresa.

A juicio de Matías Peró, Subgerente de Desarrollo de Bodegas San Francisco, las Pymes “no tienen que inmovilizar inversión en un activo que puede no ser clave para el negocio. Se pueden destinar esos recursos a otras áreas de la empresa, como por ejemplo, a inversión en nuevos locales de venta”.

Contar con el terreno adecuado, ubicado en un sector apropiado, y sumarle una infraestructura acorde a las necesidades de la empresa y el mercado, requiere una inversión importante que no todas las Pymes están en condiciones de realizar, y que no se justifica existiendo buenas opciones disponibles para tercerizar ese servicio.

En la actualidad el mercado ofrece bodegas de diversos tamaños y formato, con buenos niveles de seguridad y ubicadas en lugares con accesos expeditos. Parten desde los 3 metros cuadrados y pueden llegar hasta los 150 metros cuadrados, con múltiples dimensiones intermedias. Se caracterizan por entregar espacios secos, limpios y con permanente higienización, además de protección para la mercadería almacenada a través de sistemas de seguros contra todo tipo de siniestros y robos.

En opinión de Rodrigo Pérez, además de ofrecer espacios reducidos, flexibles y seguros, el mercado de minibodegas poco a poco se está sofisticando. Es por eso que, como explica Gustavo Swett, cuentan con vigilancia controlada 24x7, acceso restringido, CCTV, zona de carga y descarga, andén para camiones con contenedores, cerco perimetral, sensores de humo y construcciones antisísmicas.


Administración más fácil

Desligarse de las tareas anexas que requiere la administración de una bodega y lograr mayores niveles de flexibilidad en la operación, es otra ventaja que el mercado de las Pymes reconoce como un gran gancho a la hora de decidir arrendar una bodega.

Agustín Martínez, Gerente de Proyecto de Global Storage, destaca que, al arrendar bodegas, uno de los principales beneficios que pueden obtener las pequeñas y medianas empresas es traspasar una serie de tareas. “Esto permite no sólo bajar los costos operacionales, sino también dejar en manos de un especialista la administración de las bodegas, optimizando su funcionamiento”, indica.

Dentro de esas labores está la vigilancia, el control de los accesos, las mantenciones; todas tareas en las que las empresas no son especialistas, pero que son muy relevantes, por ejemplo, para evitar robos.

Si el arriendo incluye no sólo el espacio físico de la bodega sino también la administración del stock, servicios de valor agregado e incluso la distribución, la Pyme puede dar un gran paso adelante en sus planes de crecimiento, asegurando aspectos clave en sus operaciones, como la disponibilidad de productos, descenso en las mermas y un servicio de calidad permanente para sus clientes.

Para ello se ubican en sectores estratégicos, próximos a zonas industriales y cercanos a autopistas y vías de acceso principales. Así, a juicio del ejecutivo de MiBodega, aseguran rapidez en los desplazamientos de sus clientes, para lograr que la ubicación sea verdaderamente estratégica para ellos. “Las bodegas que preferentemente están orientadas a empresas medianas y pequeñas se ubican cercanas al núcleo Vespucio y también cerca del Aeropuerto de Santiago”, detalla.


Máxima flexibilidad para el negocio

Durante el año, la mayoría de los negocios tiene ciclos con momentos de altos requerimientos y otros en que la actividad baja, dando la oportunidad para planificar adecuadamente la temporada alta. Y esas mismas fluctuaciones afectan también las necesidades de almacenamiento.

Para las Pymes, “es muy difícil estimar la necesidad exacta en metros cuadrados que necesitarán en el mediano y largo plazo. Por lo tanto, el arriendo de bodegas permite flexibilizar las necesidades de espacio, evitando mantener capacidad ociosa o, en su defecto, tener que separar operaciones porque ya no hay espacio en tu bodega propia”, argumenta Matías Peró, de Bodegas San Francisco.

Para los proveedores de bodegas para Pymes, la flexibilidad también queda de manifiesto en los contratos que firman con los clientes. Se caracterizan por ser de corto plazo, generalmente a partir de 30 días, aunque incluso algunos pueden ser semanales. “Esto hace muy atractiva la oferta para empresas que están partiendo y que no tienen la posibilidad de invertir en costos superiores, o que tienen necesidades de almacenamiento puntuales”.

De esta manera, el arriendo de bodegas por metro cuadrado o por posición es una opción eficiente para mantener acotados los costos de almacenamiento, relacionándolos directamente con los requerimientos del momento.

En definitiva, las empresas de menor tamaño deben tomar conciencia de que su razón de ser no es la implementación de una bodega propia, sino que deben dejar esa tarea en manos de expertos que aseguren mayor eficiencia, con menores costos, posibilitando enfocarse en el desarrollo de su verdadero negocio y en su cliente.