Alejandro Schmauk, Director para Chile de Cepa Safe Drive.

¿Por qué se necesita una empresa de este tipo en nuestro país?
En comparación a mercados más desarrollados, el sector Transporte en Chile tiene actualmente una alta tasa de accidentabilidad, debido principalmente a la falta de profesionalización del rubro. En este sentido, el país necesita mejorar la formación y capacitación de sus conductores. Nuestro objetivo es entregar una completa instrucción a conductores de vehículos pequeños, utilitarios, camiones con cargas peligrosas o simples. Hay un desafío muy importante que asumir, especialmente en el segmento del transporte liviano, ya que en muchos casos los conductores ni siquiera son profesionales; son improvisados.

El sector reconoce la necesidad de tener conductores profesionales, pero ¿está dispuesto a pagar por ellos?
Así como todos hablan de proteger el medioambiente y utilizar tecnologías amigables, a la hora de la verdad, las empresas invierten sólo en la medida en que les resulta económicamente conveniente. En este caso, ocurre algo similar. Hay mayor conciencia de invertir en capacitación y formación de conductores de mejor nivel, pero no debido a que exista preocupación real por disminuir las tasas de accidentabilidad, sino más bien porque se están dando cuenta de que hay un beneficio económico para la empresa. El hecho de que los siniestros se reduzcan, implica un mayor rédito para cualquier negocio.

¿Qué debe incluir una clase teórica y práctica para profesionalizar a un conductor?
El énfasis debe estar puesto en la necesidad de concientizar a la persona respecto a lo que significa conducir y de la responsabilidad que tiene en esa materia. En la parte teórica, buscamos generarle al conductor una actitud preventiva que le permita anticiparse a las situaciones de riesgo, disminuyendo los posibles incidentes. A su vez, en la parte práctica, le ayudamos a trabajar maniobras específicas que le permitan zafar de la mejor manera frente a una situación de emergencia. Puntualmente, trabajamos con la utilización del freno y las técnicas de frenado.

¿Qué ventajas obtiene una empresa que decide invertir en estos cursos?
Claramente, los beneficios se pueden percibir en términos económicos: disminución de costos en las primas de seguro y ahorro en trámites legales; además se genera un mejor servicio al cliente y mejora el ambiente de trabajo. En suma, se busca minimizar los riesgos y costos, directos e indirectos, generados por accidentes de tránsito. En estos casos, no sólo hablo de accidentes graves, sino también de incidentes que retrasan el funcionamiento de las máquinas y generan horas ociosas entre los conductores. Al asumir actitudes preventivas, el conductor también baja su nivel de estrés laboral.

¿Cómo se puede concientizar a los pequeños transportistas?
Cuando se capacita a un conductor, no sólo se logra generar más conocimiento y una adecuada actitud preventiva. El lograr un manejo de mayor calidad, redunda en un importante ahorro en el consumo de combustible. Sin embargo, hay que considerar que muchos empresarios tienen una actitud cortoplacista, porque simplemente están pensando en sobrevivir día a día. En ese sentido, éstas son inversiones que requieren tiempo y trabajo continuo para que se reflejen en un cambio real.

¿Qué rol debe jugar el Estado en la capacitación de conductores?
El Estado debe definir sistemas de control y fiscalización eficientes que se apliquen de manera sistemática en la práctica cotidiana. El otorgamiento de las licencias de conducir en Chile deja mucho que desear.

Todos sabemos que las exigencias son muy bajas; prácticamente se ha vuelto un derecho tener una licencia para manejar en este país. Si bien a nivel profesional se ha progresado bastante, falta mucho aún. Los protocolos y la infraestructura de los institutos profesionales que otorgan las licencias no son exigentes y adecuados.