¿Qué criterios hay que considerar al diseñar y construir un centro de distribución?
Lo primero que hay que hacer es establecer el programa de trabajo. A partir de los requerimientos puntuales del cliente, se debe definir el objetivo puntual del edificio. En ese sentido, hay que considerar que existen diferentes tipos de centros de logísticos, los cuales genéricamente se dividen en locales para arriendo, en el cual también se puede vender el servicio de logística, y centros de distribución específicos para un tipo de industria, ya sea retail o fabricante de algún tipo. En ambos casos, no es tan sencillo como llegar y levantar un simple galpón. Cada proyecto demanda requerimientos muy diferentes.

Proyecto Tecfluid S.A.: Ampliación instalaciones y remodelación oficinas, 300 m2, Loteo Buenaventura, Quilicura, año 2005.

Además, existen ciertas consideraciones que hay que tomar en cuenta, como, por ejemplo, los aspectos normativos (ordenanza general de construcción, leyes medioambientales, planos reguladores, reglamentos del SAG en el caso de las zonas rurales, etc.) y las características de los productos tales como: solventes, corrosivos, inflamables, bodegas de congelado, seco, etc.  

Mucha gente sigue hablando de construir simples “galpones”. ¿Cuáles son los errores más comunes en este tipo de proyectos? Normalmente muchas empresas acuden directamente a un proveedor que ofrece soluciones de galpones, ya sea de acero u hormigón. Luego, contratan a una empresa constructora y levantan este edificio. Posiblemente, tal infraestructura será incapaz de operar correctamente, porque entre otras cosas, deberá resolver la operación específica, áreas verdes, accesibilidad, normas de seguridad industrial y de incendio, ventilación, etc. Ni hablar en los casos en que los productos almacenados son químicos con factores de riesgo.

¿En qué momento se comenzó a levantar proyectos de mayor estándar con nuevos requerimientos y/o normas?
Es difícil precisarlo con exactitud, pero me parece que fue a fines de los noventa. Por ejemplo, en esa época se construyó el centro logístico de Correos de Chile, que fue un edifico emblemático en su momento, o el centro de distribución de Coca Cola, ambos ubicados en la zona norte de Santiago. Sin duda, la provisión de materiales mejoró enormemente la calidad del diseño, es el caso del acero y el hormigón; y la calidad del montaje también creció. Pese a ello, aún existen pocas oficinas de arquitectos con una verdadera especialidad en este rubro.

Proyecto Planta Farmalatina: Bodega y laboratorios de insumos médicos, 2.100 m2, Lampa, Santiago, año 2007.

El demandante industrial ¿le da importancia al diseño arquitectónico en este tipo de edificaciones?
Creo que ha ido aprendiendo con el tiempo, pero ha sido un proceso bastante lento. Todavía subsisten muchos problemas por un tema de ignorancia en lo que se esxtá haciendo, pero me parece que muchas empresas, incluso algunas de las mineras, se han dado cuenta que no basta sólo con la ingeniería para lograr una buena edificación. Creo que hoy en día Chile está bien posicionado en términos globales en el diseño de edificios industriales. He estado en varios países de Norteamérica, Sudamérica, Europa y Asia conociendo sistemas constructivos y soluciones industriales y el nivel de la arquitectura local es bastante bueno en esta materia y, si bien los contratistas no están al mismo nivel de países desarrollados, también han mejorado bastante su desempeño con el tiempo. Nuestra empresa, por ejemplo, ha convertido este tipo de Arquitectura en una verdadera especialidad en el transcurso de los años.

¿Cuál es el desafío que tienen los arquitectos al diseñar los edificios industriales?
Hay que entender que este negocio es un mundo distinto, otra cultura de diseño, que no tiene nada que ver con la arquitectura tradicional. Cada proyecto tiene sus propias particularidades y exigencias. Por ejemplo, a diferencia de la arquitectura inmobiliaria, el diseño de un edificio industrial no se puede estandarizar ni comoditizar, a pesar de que se piense precisamente lo opuesto. Un centro de distribución pesquero en Antofagasta no me sirve para replicarlo exactamente en Puerto Montt. Lo primero que le preguntamos a un potencial cliente es cuánto riesgo está dispuesto a pagar por garantizar su proyecto cuando el edificio está terminado. Nuestra empresa diseña sus proyectos controlando el riesgo en la toma de decisiones. Es decir, si quiere levantar un edificio al límite de la normativa o, peor aún, fuera de ella, es muy difícil que podamos ayudarlo.

¿Qué sistemas constructivos y tecnologías se están prefiriendo hoy en estas instalaciones?
Históricamente, los materiales predominantes son el acero y el hormigón. Tal vez en el futuro se puedan diseñar naves con vigas de carbono o kevlar, pero ahora es una alternativa demasiado costosa.

Proyecto Huber Ingeniería: Oficina y talleres, 782 m2, Puerto Montt, año 2004.

En el caso de las tecnologías, hay que destacar también el uso del BIM (Sistema de Modelado de Edificación en base a Información), que permite hacer una integración en 3D y tiempo real de todos los procesos de ingeniería y arquitectura. Entre otras cosas, el sistema genera ganancias de tiempo en el desarrollo del proyecto y una perfecta coordinación entre las ingenierías complementarias.

Finalmente ¿está nuestro país “abierto” a innovaciones en esta materia?
Sin duda. Además, es posible hacer muy buenos proyectos arquitectónicos dentro de este rubro específico. Eso sí, me parece que el tema del medioambiente en relación al diseño, operación y mantención de un edificio industrial, aún está en una etapa primaria, pero evolucionando. En general, veo a Chile bastante bien, sobre todo a nivel regional, aunque todavía se puede mejorar y aprender de países como EE.UU., Alemania o Francia, que constituyen un ejemplo en esta materia. Hay mucho potencial y oportunidades de mejora en segmentos como la industria del vino, agropecuaria, portuaria y minería, entre otros sectores.