Debido a su rol en la economía nacional, es fundamental que los sectores públicos y privados se preocupen por cuidar a las Pymes y facilitar su desarrollo con el fin de asegurar su crecimiento y su permanencia en el tiempo. Y uno de los factores que permite lograr lo anterior es la profesionalización de este sector, ya que es muy común que su crecimiento no sea muy ordenado y mantenga una estructura familiar que es difícil romper.

Eso se da en diferentes ámbitos, siendo los más visibles el proceso de toma de decisiones y la administración. Sin embargo, es cada vez más patente que esa situación se repite también en el ámbito de la logística.

Hace unos años, hasta en las grandes empresas el tema de la logística era sólo una parte de menor importancia que era responsabilidad de la sección operaciones o incluso de administración. Pero no se le daba la relevancia que tiene actualmente, cuando finalmente se ha posicionado como un factor clave en la competitividad.

Hoy no es posible contar con procesos productivos que dejen de lado el aspecto logístico porque eso redundará en falta de eficiencia, mayores costos y, por ende, en mayores tarifas para los clientes. La gran empresa ya lo ha entendido, pero la mediana y pequeña aún están en un proceso que sí o sí, los llevará al mismo resultado.

Una compañía que produce bienes no puede confiarse en contar con un buen producto para conseguir su éxito. También hay que considerar su almacenamiento y transporte bajo ciertos estándares para llegar a tiempo a su destino. Sin duda que las tareas mencionadas son bastante complejas, más aún en un mundo actual donde las opciones son amplias pero no siempre se tiene toda la información para elegir las alternativas correctas.


La tercerización

La logística es muy compleja por lo que no basta con contar con alguien internamente que entienda del tema. Esa tarea debe ser desarrollada por los verdaderos conocedores del rubro para que una compañía pueda concentrarse en el corazón de su negocio y no desviarse en situaciones que pueden afectar su competitividad y continuidad.

¿Tiene sentido para una empresa contar con bodegas propias? ¿Puede solventar una inversión fuerte? ¿Está bien ubicada? ¿Está ordenada? ¿Qué pasa cuando el stock es bajo y fundamentalmente cuando la producción es alta? Claramente la bodega no es elástica.

Lo mismo sucede con el transporte y la distribución: ¿Vale la pena comprar camiones? ¿Qué pasa cuando los pedidos bajan o crecen rápidamente? ¿Puedo llegar a todos los puntos de destino a tiempo? Esto es aún más clave cuando se trata de exportar o importar ya que las complejidades aumentan y no existe la preparación para enfrentarlas.
Y ni siquiera hemos mencionado las dificultades que ocasiona cuando el cliente tiene requerimientos especiales como, por ejemplo, en temas de etiquetado o promociones.

Por todo esto, la opción para la Pyme es la tercerización de los servicios logísticos. Puede parecer que entregar los procesos de almacenamiento, transporte, distribución y comercio exterior a un tercero es sólo posible para las grandes empresas, pero la realidad demuestra todo lo contrario.


Una amplia oferta

Chile cuenta con bodegas en arriendo accesible para todos los segmentos, desde unos pocos metros cuadrados hasta amplios espacios, cerca de los accesos a las ciudades, sin alejarse de los puntos de destino y con diversas características para congelados o mercancías peligrosas, entre otras ventajas.

Por otro lado, existe una amplia gama de operadores logísticos especializados que no sólo están capacitados para entregar un producto, sino también para dar servicios de valor agregado que permitan enfrentar pedidos especiales para mantener un adecuado control de stock.

Otro tema importante es el comercio exterior. Para las Pymes poder importar o exportar un bien puede parecer una posibilidad muy lejana. En este caso, es muy visible la necesidad de contar con el apoyo de expertos en el rubro que puedan tomar una carga en origen y llevarla a destino a tiempo, con la mejor tarifa de transporte posible, pasando por todos los trámites que exige el comercio exterior.

Esto demuestra que la tercerización de la logística es la mejor opción para la Pyme. Y no sólo para profesionalizar sus procesos, sino también para generar ventajas competitivas respecto de quienes aún mantienen esas tareas internamente y que, más temprano que tarde, se encontrarán con dificultades que les impedirán no sólo responder adecuadamente a los clientes sino también crecer y consolidarse como empresa.