¿Cómo ve el desarrollo de la relación comercial Chile-Asia?
Esta vinculación es muy fuerte, ya que además de que Chile es miembro de la APEC tenemos una frontera oceánica común, que nos permite vincularnos con toda la cuenca del Asia-Pacífico. Luego, uniendo estos dos puntos y considerando que el futuro comercial del mundo está orientado al desarrollo productivo en Asia, uno puede concluir que el destino lógico de nuestro intercambio comercial es esa zona.

¿Y que desafíos plantea esta situación?
Entender culturas, idiosincrasias, lenguajes, formas de operar, canales de abastecimiento, distribución y co-mercialización, etc., lo que no es nada de fácil. Como uno de los países más adelantados de América Latina en este sentido, Chile tendría la gran responsabilidad de liderar este proceso a nivel de la costa americana del Pacífico. Liderazgo que está siendo seriamente atentado por la agresividad comercial de algunos mercados vecinos como el brasileño, el argentino y el peruano.

¿Con qué actividades la Cámara de Comercio Asia Pacífico busca cumplir los objetivos que se ha planteado?
Fundamentalmente, con capacitación, entregando conocimientos a los empresarios respecto a cómo se están haciendo las cosas en Asia y el funcionamiento del comercio exterior en ese lugar. Se trata de un mer-cado tremendamente desconocido, lo que genera desconfianzas que a la larga repercuten en el volumen de intercambio que potencialmente podría existir.

En segundo lugar, con la colaboración de las oficinas comerciales que están acreditadas en Chile estamos desarrollando planes de negocios bilaterales, con el objetivo de realizar una conectividad con el resto de los países de América Latina. Actualmente, está vigente un programa que denominamos "post-APEC" que, rescatando lo positivo que significó para Chile esta reunión, ha organizado un calendario de talleres y seminarios entre los meses de Mayo y Noviembre, relacionados con algunos países y economías en forma bilateral y con organizaciones asiáticas específicas.

Adicionalmente, por tercer año consecutivo, realizaremos durante Junio y Julio el curso "El Arte de Hacer Negocios con Asia" en conjunto con la Universidad Finis Terrae.

¿Y hay misiones en carpeta?
Tenemos dos misiones comerciales programadas. La primera a Seúl, Tokio, Shangai y Hong Kong y la otra a Auckland, Sydney, Singapur y Kuala Lumpur en Septiembre y Noviembre respectivamente, tratando de coordinarlas con ferias que se realicen en esas fechas, donde puede existir una gran presencia de empresarios nacionales.

Esta inminente gran apertura al mercado asiático, ¿no representa una amenaza para algunos sectores productivos chilenos?
Hoy en día es tan difícil competir con estos gigantescos mercados, que la opción que visualizamos y recomendamos a nuestros asociados es optar por un desarrollo económico orientado al tema de los servicios y la integración. Esto quiere decir aprovechar el gran ente fabricante de piezas que es la industria asiática y los canales de distribución que tiene Chile para convertirnos en el trampolín para este mercado, usando los puentes que entregan los TLCs que hemos firmado, el conocimiento del área y la conexión cercana con Brasil. Desde este punto de vista, más que una amenaza, la apertura hacia la cuenca del Pacífico es una tremenda oportunidad para el empresariado criollo.

¿Qué áreas productivas podrían verse más beneficiadas con el intercambio con Asia?
Hay varias de las que podríamos sacar provecho. Por ejemplo, la exportación de productos hacia China, país que está creciendo a tasas de casi un 10% anual, con niveles de ingreso que en algunas ciudades superan los US$6 mil per cápita.

Una buena forma de aprovechar es-tas oportunidades podría ser crear compañías comercializadoras que de alguna manera monitoreen productos que no sólo tengan origen en Chile, sino que, además, por ejemplo, en Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, etc. A su vez, estas compañías, en conjunto con empresas productivas, podrían comercializar las siguientes líneas de productos hacia Asia, particularmente China: textiles, productos de papel, productos químicos, productos de metal y joyas. En lo que respecta a servicios, los legales y aquellos relacionados con publicidad, banca, transporte, turismo y logística, también son sectores que pueden obtener ventajas.

Eso es en lo que respecta a exportaciones, ¿y las importaciones?
Chile es un mercado que ha estado abierto desde hace más de 20 años, por lo que tiene un muy buen manejo en comercio internacional. Por ejemplo, las grandes cadenas de tiendas han aprendido a abastecerse en Asia y esto podría redundar en una colocación de reexportar productos a los mercados latinos. Como decía anteriormente, la mejor fórmula es aprovechar la capacidad instalada de la industria asiática y vincularla con la chilena, tarea en la cual la Cámara de Comercio Asia Pacífico espera contribuir.

¿Cómo evalúa la gestión del Gobierno en lo que respecta a la creación de lazos comerciales con el Oriente?
Mi impresión es que ha hecho todo lo que ha podido, pero si no hay iniciativa en el sector privado todos estos esfuerzos son infructuosos. Creo que si se quisiera realizar una reingeniería mayor para potenciar a Chile como un ente integrado al comercio internacional, se debería sumar el sector privado al quehacer es-tratégico del comercio internacional del país. En el fondo, son los empresarios quienes saben dónde tienen más y mejores oportunidades, por lo que debería existir una gran complemen-tación y un trabajo mancomunado entre las fortalezas que tiene el Estado, a través de todas sus entidades, y el capital y capacidad innovadora de los empresarios. Esta suma debería permitir a Chile saltar de los estándares que tiene hasta ahora.

¿Qué expectativas tiene la Cámara a corto y mediano plazo?
Muy buenas, ya que paulatinamente el empresario está perdiendo el miedo de llegar a Asia y hay mejor apoyo de las Oficinas Comerciales, pero hay mucho por hacer todavía. Lo más importante es ahorrarse una buena cantidad de mails y subirse a los aviones para hacer negocios cara a cara con las agendas previamente programadas y concertadas, y por supuesto hablando inglés.