¿En qué área se ha enfocado el accionar de la Asociación de Couriers en el último tiempo? La Asociación de Couriers ha tenido como objetivo reforzar la relación con Aduanas, porque nuestro negocio, tanto en lo que refiere a importación como a exportación, depende mucho de la gestión aduanera, que en el caso chileno es una de las más modernas de la Región. De hecho, nosotros hemos sido gestores de esta modernización, estando muy cerca de Aduanas para producir estos cambios, mostrándoles algunos requerimientos de la industria a nivel mundial. ¿Cuáles son sus desafíos como nuevo Presidente de la Asociación? Fundamentalmente, hacer crecer esta industria. Este desafío involucra, por ejemplo, construir un terminal de carga express en Santiago, que sea el mejor de Sudamérica y uno de los más modernos del mundo. Esto nos permitiría potenciar a Chile como un centro de distribución a nivel latinoamericano, aprovechando los Tratados de Libre Comercio suscritos, la modernización del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, el desarrollo de la aeronavegación nacional y la gestión de una Aduana que entrega todas las facilidades para un tránsito expedito. Otro objetivo es asociarnos con una institución especializada -alguna cámara de comercio o ente público- para desarrollar un indicador del comercio exterior expreso. Todo esto implica que el transporte de mercaderías debe ser rápido, eficiente y barato. Esa es nuestra meta final, y al representar a todas las empresas de la industria del transporte expreso y tener un plan común siento que lo vamos a lograr. También consideramos importante, y de acuerdo a la tendencia internacional, cambiar el concepto de Courier a Transporte Expreso, ya que este último describe de mejor forma la amplia variedad de servicios que prestan nuestros asociados: desde el transporte puerta a puerta hasta servicios logísticos integrales. ¿En qué pie están las empresas de couriers más pequeñas ante la oferta integral de las multinacionales? Las grandes empresas multinacionales de transporte expreso abarcan to-da la gama de este tipo de negocios y no se especializan en elementos específicos, radicando aquí el elemento clave para el desarrollo de los pequeños couriers. Por ejemplo, hay empresas expertas en el transporte de vinos, otras tienen su know how en el manejo de valijas bancarias, pero en cualquier caso se requiere de una operativa de gran rapidez y seguridad. Esta especialización es difícil que la tengan las grandes multinacionales, así que la oportunidad para las pequeñas empresas es especializarse en nichos puntuales. ¿Qué desafíos plantea a los miembros de su Asociación la firma de un tratado con China? El desafío es enorme, ya que las em-presas de transporte están haciendo grandes inversiones en China, incluyendo las multinacionales de transporte expreso. Para nuestro país, el tráfico que podría venir desde China todavía es incuantificable, pero sin duda el comercio exterior se verá fuertemente impactado de una forma positiva. De hecho, ya no hay espacio en los aviones que salen desde China y las empresas han tenido que disponer de aviones propios. ¿El desarrollo del transporte expreso en Chile va de la mano con el que tiene esta industria en los países más desarrollados? Todavía nos falta para llegar a esos niveles. La integración de servicios pasa porque la eficiencia llegue a ser tanta, que las mercaderías se movilicen de forma tal que no se note que hay fronteras, y para lograrlo debemos seguir haciendo una sintonía fina con la parte aduanera. En esto consiste la globalización. ¿Qué expectativas tiene para lo que queda de este año y el próximo en la industria que representa? Después del atentado a las Torre Ge-melas tuvimos una caída muy violenta, pero si sumamos importaciones y exportaciones actualmente nuestra industria está creciendo cerca de un 17% y me cuesta creer que otra industria del transporte esté desarrollándose a estos niveles. De todas maneras, no podría afirmar que este aumento permanezca muchos años más, pero de seguro seguiremos creciendo cerca de los dos dígitos. |