¿Qué cambios propone esta nueva norma a la actual información que se presenta en los alimentos envasados?
En la actualidad, el etiquetado nutri-cional es sólo para alimentos modificados respecto a la adición o sustracción de nutrientes; en cambio, a partir del 2006 será obligatorio en todo alimento que esté envasado. Además, se incorporó la declaración del sodio presente o agregado a los alimentos. En suma, la información que todo alimento deberá rotular es: cantidad de energía, proteína, grasas totales, hidratos de carbono y sodio (sal). Con esta nueva norma, pretendemos universalizar el etiquetado.

¿Esta nueva exigencia está relacionada con alguna normativa internacional?
Efectivamente, hemos tratado que esta reglamentación tenga una vinculación directa con un organismo internacional llamado Codex Alimen-tarius, comisión creada por la FAO y la OMS que aglutina a la mayoría de los países e instituciones internacionales que regulan este tipo de temas, con el fin de que los etiquetados sean similares en todo el mundo.

En este punto, es importante dejar en claro que a pesar de que Codex ha avanzado bastante, todavía a nivel mundial existen diversas formas de etiquetar, careciéndose aún de una uniformidad en esta materia.

¿Qué implicancias tiene esto para quienes importan y exportan?
Para los industriales chilenos significa que tendrán que etiquetar con las normas, estructuras y nomenclaturas de los países de destino. De igual forma, las empresas que envían sus productos a Chile deben adaptarse a nuestra realidad. Sin embargo, el etiquetado nutricional da más transparencia al mercado de productos envasados.

¿Qué características debe tener esta nueva etiqueta?
Lo más importante es que debe ser visible y contrastante, de forma que el consumidor pueda verla claramente. Además, pensamos que las grandes industrias pueden usar esta normativa para destacar sus características, informar a los consumidores y diferenciarse de su competencia.

Los industriales en Chile, como mercado exportador, deben hacer un esfuerzo económico en caracterizar sus alimentos y su perfil, tomando esta nueva exigencia como una ventaja comparativa.

¿Cómo han reaccionado las empresas con esta exigencia?
En general muy bien, probablemente debido a que esta reglamentación se trabajó en conjunto con los sectores industriales para que su aplicación fuera factible. Los pequeños y medianos productores tendrán más dificultades en su implementación, para lo cual se está trabajando en forma anticipada y coordinadamente con todos los actores.

¿Qué medidas se podrían tomar contra los que no cumplan estas exigencias?
Por lo general, nuestro accionar no es punitivo, aunque si una industria no etiqueta o no lo hace según las normas establecidas, las autoridades regionales, Seremis, tienen la facultad de sancionar. Sin embargo, hoy estamos pensando en cómo estimulamos este nuevo etiquetado.

¿Qué problemas tiene por delante el Ministerio antes de la implementación de la norma?
Hay puntos que revisten una mayor dificultad. Por ejemplo, la pequeña empresa tiene problemas al respecto sobre todo por un asunto económico y técnico. Esto, podría subsanarse con alianzas y asociaciones gremiales que busquen abaratar costos trabajando en conjunto. Además, hemos abierto una ventana para los pequeños y medianos industriales de alimentos no elaborados para que puedan usar tablas de referencia, con el fin de no encarecer en demasía sus procesos productivos.

Por otra parte, el Ministerio prontamente sacará algunos manuales operativos, de los que actualmente existe uno con el que comenzaremos una campaña a nivel nacional, para educar a la población en la lectura de las etiquetas.

Conjuntamente, en el sitio web www.minsal.cl, sección nutrición y sección nutrición ambiental, iremos publicando manuales que enseñen todos los pasos de este etiquetado, tablas de composición de nutrientes y toda la información que se requiera.