¿Cuál es el desafío de los embarcadores con la apertura del mercado asiático? El gran desafío que tiene nuestra industria es desarrollar y potenciar el comercio exterior chileno, ya que los volúmenes que se están manejando hacia el mercado asiático son impresionantes. Por ejemplo, nuestra facturación desde y hacia esos destinos ha aumentado un 12% en el último año, porcentaje impensable poco tiempo atrás. ¿En que pie está Transaircargo respecto del resto de los embarcadores locales? Acabamos de asociarnos a la organización World Freight Alliance, a la que pertenece un solo embarcador por país. Gracias a esto, nuestra situación ha cambiado notablemente con mercados con los que no había un gran intercambio. De hecho, nuestra actual facturación nos está permitiendo salir de la categoría Pyme, pero todo esto con un gran esfuerzo en vista de la competencia que existe en Chile, la que es numerosa y de alta calidad. ¿Qué puntos de contacto hay entre sus servicios y los de una naviera o una línea aérea? Si se contratan los servicios de una compañía naviera, ésta exigirá embarcar un contenedor completo, por lo que si no se cuenta con la capacidad total del contenedor será necesario recurrir a un embarcador para embarcar esas cargas, llamadas LCL, en un contenedor consolidado. El gran problema es que las líneas aéreas y las navieras tienen sus propias fuerzas de venta y muchas veces nos topamos en el servicio ofrecido. En muchos otros países, al recurrir a los servicios de una compañía naviera, por ejemplo, ésta exige que uno recurra a los servicios de un embarcador, cosa que en Chile no sucede y que considero un error, ya que su negocio es el transporte internacional, y el transporte desde y hacia el puerto o aeropuerto y la preparación de la documentación requerida, debería quedar en manos de un embarcador. ¿Qué nuevas áreas de negocio se están abriendo para los embarcadores? Un área atractiva en este negocio son las cargas proyecto. Esto significa manejar importaciones o exportaciones de cargas sobredimensionadas que no pueden ser colocadas dentro de un container. En nuestro caso, por ejemplo, el último año hemos traído dos plantas de celulosa y enviado a Colombia tres palas mecánicas (Jumbo) para la minería. Obviamente, estas cargas no son transportables dentro de un contenedor, por lo que requieren de una operativa distinta y compleja y deben ser cargadas en un buque multipropósito, además de camiones especiales para su traslado a puerto. ¿Todavía quedan obstáculos para el comercio exterior chileno? Los Tratados de Libre Comercio han bajado los aranceles de muy buena forma y, en este momento, no hay ningún obstáculo para importar lo que sea, beneficiando, de la misma forma, los envíos realizados desde el país. El gran obstáculo que tiene el comercio exterior chileno son los fletes, ya que son muy caros, debido a la distancia que deben recorrer los productos desde nuestros principales socios comerciales. |