¿Cuáles son los puntos de conflicto que enfrentan con Argentina?
Los problemas son varios, pero principalmente los transportistas nacionales se aburrieron de los abusos que se cometen en Argentina, como, por ejemplo, las fuertes multas que cursa cualquier institución de ese país, junto con un constante hostigamiento contra los camioneros chilenos. Además, aplican un fuerte recargo en el precio por el petróleo a los transportistas extranjeros que transitan por sus rutas y un mayor valor en el pago de los peajes -cercano al 200%-, las cuales constituyen medidas proteccionistas que nos afectan gravemente y que van contra todas las normas de comercio mundial.

¿A qué podría deberse esta actitud y qué salidas le ve al problema?
Argentina pretende participar de las cargas Brasil-Chile-Brasil, a lo que nosotros no nos oponemos, pero planteamos una Integración Total de Transporte, es decir, Rutas Abiertas que permitan a los camiones con sus debidos permisos efectuar transporte entre todos los países del Mercosur, en igualdad de condiciones.

Argentina no acepta esta propuesta y ha tomado como represalia prohibir el tránsito de camiones chilenos hacia Brasil. De mantenerse esta situación en los próximos meses, los 1.500 camiones que actualmente están trabajando quedarán fuera de este mercado.

¿Se han visto afectados los exportadores con esta situación?
No por el momento, pero si esto se transforma en un monopolio de empresas extranjeras funcionando en territorio chileno, lógicamente repercutirá en los precios de los fletes.

Hoy en día, existe una gran sobre-oferta de camiones en toda Latino-américa, lo que ha llevado a que el valor de los fletes esté disminuyendo, a pesar del aumento del petróleo, que se ha multiplicado por tres. Por ejemplo, un exportador chileno puede colocar un frigorífico con frutas en Sao Paulo por US$3.600, que es la mitad de lo que se pagaba hace seis años.

Y a nivel interno, ¿existen trabas para su gestión?
En Chile, hay impuestos específicos al petróleo por el uso de carreteras nacionales, aunque la mayor parte se consuma, por ejemplo, en rutas hacia Argentina o Brasil. La idea es que se nos cobre en forma proporcional. Incluso, elaboramos una fórmula de reintegro, pero no hemos tenido respuesta de las autoridades.

¿Cuál es la importancia para Chile del transporte carretero internacional en lo que a volúmenes de carga respecta?
El 80% del comercio con el Mercosur, excluyendo los commodities, se realiza por tierra, es decir gran parte de los productos que exportamos a Latinoamérica, como manufacturas por ejemplo, se mueven con camiones. Conscientes de aquello, hemos tenido un gran apoyo de Guillermo Díaz, Sub-Secretario de Transportes, quien le ha otorgado mucha importancia a nuestro sector, lo que nos permite seguir operando.

¿Cómo es el nivel tecnológico de la oferta carretera nacional?
En ese sentido, estamos en un muy alto nivel, ya que podría afirmar que los mejores camiones del mundo operan en Chile, convirtiéndonos en una especie de laboratorio. Tenemos máquinas que pueden trabajar a 5 mil metros de altura, a -25º en el sur o a +50º en el desierto.

Esto se está dando en parte al esfuerzo de privados y, principalmente, a la política de apertura comercial que ha impulsado el Gobierno. Otro punto importante es que hay representantes muy serios de las casi 30 marcas que operan en el territorio, con lo que no hay peligro de quedar desa-bastecidos de, por ejemplo, repuestos. Esto nos coloca muy por encima de los otros países sudamericanos, quienes sólo se limitan a cinco o seis marcas.

¿Esta vanguardia tecnológica va de la mano con el nivel de profesionalismo de los choferes chilenos?
Sólo en parte, debido a que la rigidez laboral en Chile hace muy difícil competir con los transportistas de Argentina y Brasil. Además, en el país no existen escuelas de conductores para profesionalizar la actividad.

¿Siente que el servicio ferroviario podría convertirse en una competencia fuerte para ustedes?
Si se habilita el paso de ferrocarriles entre Los Andes y Mendoza, la competencia podría darse en algún sentido, pero si los trenes no cuentan con algún tipo de subsidio, de seguro no representarán una gran amenaza para nuestro gremio. Hoy en día, los camiones son muy potentes, económicos y rápidos, con la gran ventaja de que además no necesitamos estaciones intermodales, brindando servicios puerta a puerta. Sólo podríamos vernos afectados en grandes volúmenes de carga.