A pesar de ser una industria joven en Chile -compuesta por un grupo reducido y especializado de proveedores-, "los servicios de impresión en la línea de producción van en una clara curva al alza en lo que a marcaje y codificación de productos se refiere", comenta Fidel Labarca, Gerente General de Seacom. Como señala Antonio Seguel, Ejecutivo Comercial de Demarka, "las proyecciones económicas auguran que el 2010 nuestro país se convertirá en el décimo proveedor de alimentos a nivel mundial, lo que se traducirá en un fuerte desarrollo de la industria local". Esto, por ejemplo, se hace evidente en la industria del salmón, que ya no exporta el producto por unidad, sino por trozos -incluso sazonados- en paquetes individuales, cada uno de ellos etiquetados y codificados.

Porque el mercado lo pide

Antes de que nacieran los servicios de impresión en la línea de producción, las propias empresas se encargaban de marcar sus productos, principalmente las cajas que los contenían. Sin embargo, a medida que la economía comenzó a despegar, a fines de la década de los ’80, ya algunas comenzaron a considerar la opción de tercerizar la maquinaria y los insumos utilizados en el proceso de marcaje de sus productos. Además, éste fue haciéndose cada vez más complejo, estrictamente normado por la autoridad local y controlado intensamente en los mercados internacionales.

En opinión de Pablo Vega, Jefe de Producto de Abitek, los estudios de costo que comenzaron a hacer las empresas locales en cuanto al codificado como un elemento vital dentro de su logística, fueron contundentes. "Ellos validaron los servicios de terceros en el tema de codificación, porque era más eficiente y conveniente en términos económicos", explica.

Junto a la suma de eficiencia y ahorro que significó para las empresas el encargar a un tercero la impresión de sus productos en la línea de producción, la normativa fue un elemento clave en el despegue de esta industria. Comenzaron así las exigencias de rotular correctamente ya no sólo las cajas, sino que los productos en forma unitaria, siendo necesario además agregar la fecha de elaboración y vencimiento y en etiquetas en español claramente legibles en el caso de los productos importados.

Fue así como poco a poco los consumidores se fueron preocupando por la información impresa en el envase de los productos, lo que les ha permitido a los proveedores poner a disposición de las empresas servicio y tecnología para diferenciarse de su competencia. Como señala Gonzalo Inostroza, Subgerente de Marketing de De-marka, "en la medida que un producto informa claramente las características de su contenido, le entrega tranquilidad y confianza al cliente final".

Por eso, según Claudio Palacios, Product Manager de Neotec, la labor de los proveedores de codificación y marcaje se ha vuelto cada vez más importante. "No tiene sentido entregar sólo tecnología, sino soluciones especializadas que ayuden a las empresas a entregar un mejor servicio a sus clientes y a competir mejor".

La tecnología en el ámbito de la codificación y marcaje de productos ha evolucionado rápido. La génesis estuvo en la marcación por contacto con timbre de goma, donde un operario ponía la fecha a la caja. Luego, muchas empresas implementaron un sistema online basado en rodillos de goma que incluían tipografía, el que posteriormente dio lugar al cuño de las máquinas rotatorias y finalmente le abrió las puertas a la tecnología inkjet, altamente consolidada en la actualidad.