¿Qué importancia le asigna al packaging en la decisión de compra del consumidor?
Tiene una importancia capital. Cuando el consumidor ya ha internalizado en su cabeza una determinada marca, el envase pasa a desempeñar un rol más bien secundario. Sin embargo, ante la disyuntiva de escoger de una vitrina que presenta variadas líneas de un mismo producto, sin importar el fabricante, el packaging cobra un impacto insospechado, influyendo probablemente en más de un 50% en la decisión inmediata del consumidor.

Entonces, ¿qué atributos debe tener un empaque ideal?
En primer lugar, debe proveer de una adecuada protección al producto, especialmente en el caso de la industria alimenticia. Por otra parte, debe ofrecer información relevante como lugar de elaboración, fecha de consumo y vencimiento, ingredientes, etc. Finalmente, debe ser funcional permitiendo al consumidor su reutili-zación para otros fines. Esto, sin mencionar que, además, su diseño debe ser llamativo.

El envase ideal se acerca mucho al concepto de "empaque inteligente", capaz de brindar información vinculada con la cadena de suministro y que, en definitiva, contiene trazabili-dad. El costo de este envase inteligente también debe ser estratégico, tanto para el consumidor que lo adquiere para reutilizarlo, como para quien lo compra porque contiene el producto que desea.

¿Cómo evalúa el desarrollo local respecto de EEUU y Europa?
En general, la evolución del packaging en Latinoamérica ha sido un poco más lenta en comparación con Europa y Estados Unidos, ya que nosotros como país principalmente producimos envases para sustentar alimentos. No obstante, Chile se está posi-cionando en la producción de empaques de alimentos, y la aplicación de tecnologías específicas está creciendo en forma proporcional a las exportaciones. En este sentido, hay que destacar que el país se está consolidando en proyectos de innovación tecnológica, pero falta aún mucho por recorrer para lograr los niveles de inversión en I+D que Estados Unidos y las naciones europeas destinan a este tipo de iniciativas.

¿Qué tecnologías se están aplicando en la producción de envases?
En Europa hay ahora todo un boom por utilizar tecnologías orientadas a minimizar el impacto del proceso de producción, que los envases contengan el mínimo material posible sin perder funcionalidad, que los residuos sean biodegradables y que el mismo empaque sea reutilizable, pero la legislación local está varios pasos atrás de esta tendencia. En consecuencia, hay que reforzar el actual marco fitosanitario, para lo cual Fundación Chile está trabajando en difundir información, a objeto de que el envase se ajuste a los estándares internacionales, además de los que ya establece la UE, FDA y el Merco-sur en términos de normativas de empaque para el comercio exterior.

Pese a lo anterior, en Chile se está aplicando mucha tecnología para garantizar la seguridad, confiabilidad, resistencia y la trazabilidad del envase, tendencias que ya han entrado con fuerza y que comenzarán a materializarse gradualmente.

¿Qué proyectos en materia de packaging está materializando Fundación Chile?
En la actualidad, estamos liderando un proyecto de innovación tecnológica consistente en el desarrollo y producción de envases retortables de plástico para la industria conservera nacional, que tuvo el apoyo de INNOVA CHILE y que apunta a levantarse como una alternativa más atractiva y económica respecto del tradicional empaque de lata. En conjunto con Coexpan, Alusa, Petroquim, Robinson Crusoe, Geomar, Conser-vera Pentzke y TrigalPrinal desarrollamos un envase plástico y trans-lúcido, compuesto por multicapas de polipropileno y EVOH, y en Diciembre pasado culminamos la fase técnica con exitosos resultados. Tras largos testeos en laboratorio obtuvimos una vida útil del alimento superior a los 24 meses, por lo que ahora en Marzo comenzaremos la fase comercial y de marketing. El objetivo es educar al consumidor para que opte por este empaque, que permite ver los alimentos; y convencer a los fabricantes, sobre los costos asociados a la producción. De acuerdo a estudios, en una primera etapa podría resultar un 20% ó 30% más caro en comparación con la lata, pero luego se generarían economías de escala que permitirían recuperar la inversión inicial, e incluso arrojar interesantes márgenes, asociados también al aumento del valor agregado del producto que está contenido dentro del envase, como lo es la elaboración de platos preparados.

¿Qué otras iniciativas está llevando a cabo la entidad?
A partir de Enero de este año comenzamos con "Eco-envases", otro proyecto de innovación tecnológica que persigue difundir en Chile información en torno a los envases am-bientalmente amigables. La idea es traer y difundir en el país tecnología europea centrada en la recuperación de empaques plásticos, su revalorización, disposición y minimización de residuos. En estos momentos, estamos coordinando la transferencia de datos con importantes partners europeos, para luego programar seminarios sobre ecosustentabilidad, especí-ficamente para el empaque de alimentos y bebidas.

En el ámbito de las tecnologías de punta aplicadas al packaging, tenemos importantes alianzas estratégicas con LABEN de la USACH y PROTEM de la UTEM para, por ejemplo, concretar el programa de generación de envases activos con capacidad microbiana.

De igual forma, estamos trabajando en otra iniciativa vinculada con la seguridad alimenticia, y que consiste en integrar tecnologías de información y de trazabilidad en toda la cadena productiva de empaques de productos pesqueros fresco-refrigerados y congelados, en los cuales el envase y el embalaje juegan un rol fundamental.

Finalmente, en lo que respecta al em-paque inteligente y con el apoyo de INNOVA CHILE, estamos desarrollando con una empresa nacional envases con indicadores de tiempo-temperatura, conocidos como TTI, los que operan como eficaces alarmas para el caso de los alimentos que incluyen cadenas de frío y que pueden estar sometidos a abusos de temperatura.