Gracias a una unión perfecta entre logística y gestión comercial, ICB entrega un servicio de principio a fin a sus clientes. La fuerza de ventas de la empresa maneja las relaciones comerciales con el retail, mayoristas, distribuidores y cadenas de restau-rantes, hoteles y sectores institu-cionales.

Junto con eso se encarga de las actividades de marketing y publi-cidad, la cobranza y el despacho de los productos a todo el país, para un universo de 3 mil SKU de distinto tipo -congelados, refrigerados y abarrotes- con pericibilidades que fluctúan de 30 días a cuatro años. Eso hace de su logística un fenómeno de alta complejidad, que le exige llegar a destino con camiones multi temperatura y en ventanas horarias predeterminadas.

Logística y servicio

¿Cómo está organizada la operación logística en ICB?
La distribución que sigue a la comercialización tiene dos grandes orientaciones. Una, es el consumo masivo, retail, mayoristas y distribuidores; y la otra, es la que denominamos Food Service, que incluye a los restaurantes, casinos, hoteles e industrias que elaboran alimentos.

La más compleja…¿Retail o Food Services?
El mercado de Food Service es el que le está dando mayor complejidad al negocio porque uno de nuestros objetivos es ser un proveedor integral de ese nicho. Eso implica ampliar cada vez más la cantidad de productos y llegar al cliente todos los días, porque se trata de empresas que no pueden manejar stock y a las que si les falta un producto, sencillamente no pueden atender a sus clientes. Llegamos a restaurantes hasta con un mix de 50 productos distintos, todos los días, y eso es exclusivamente servicio.

¿Cuáles son las demandas del retail?
En los grandes supermercados, la complejidad logística implica cum-plir los requisitos que ellos han establecido para mejorar sus procesos internos. Eso ha hecho que tengamos que modificar nuestros sistemas para ajustarnos a nuevas exigencias en términos de cross docking, packing list y paletizado, por ejemplo, y planificarnos para atender sus demandas como que para los productos congelados se piden ciertas características de envasado, que los productos importados deben atender a otras restricciones y que los que duran de 0 a 30 días también deben ser despachados en condiciones especiales.

En ese esquema, ¿cómo orga-nizan el proceso de picking, por ejemplo?
El proceso de despacho parte con la planificación de las rutas de transporte. El modelo de distribución lo hemos estructurado en dos etapas: desde la IV a la VII Región el camión sale y regresa en el día, y al norte de la cuarta y desde la VIII hacia el sur enviamos camiones consolidados que llegan a un centro de transferencia, donde se hace un picking final y se planifican rutas secundarias. Eso implica que nuestro centro de distribución no pare, y que se trabaje 7x24 todo el año.

¿El tema del transporte está externalizado?
Sí. Hemos hecho alianzas con un grupo de empresas transportistas, los que verdaderamente son partners de ICB, porque aunque ellos ejecutan la operación, somos nosotros quienes tenemos el control sobre ella. Pla-nificamos su trabajo y lo moni-toreamos en ruta permanentemente, para garantizar que el producto sea entregado con éxito.

Más tecnología, mejor logística

¿Qué papel juega la tecnología en sus procesos?
Al definirnos como una empresa comercial y logística, entendemos que es clave la tecnología. Para nosotros la relación es uno a uno: cada peso invertido en tecnología hace más eficiente la logística. Llega un punto en que la única manera de saltar a un siguiente eslabón en magnitud, eficiencia y productividad es a través de la tecnología.

¿Con qué herramientas?
Operamos con SAP en todas las áreas de la empresa: finanzas, producción, contabilidad, crédito, análisis de rentabilidad, gestión de bodega caótica (WMS), radiofrecuencia, transporte, entre otras. En el área comercial, el ERP nos permite ver la rentabilidad por canal y por producto, y desde el punto de vista logístico, manejamos todo el centro de distribución con radiofrecuencia, además de la planificación del transporte con mapas digitales. Definitivamente, no podríamos seguir creciendo sin el apoyo de la tecnología.

¿Qué queda por mejorar?
Hace más de un año estamos focalizados en mejorar los índices de nivel de servicio, tasa de quiebre, exactitud en el forecast, tiempos de entrega, lo que se hace más difícil si consideramos que una parte impor-tante de los productos que comercializamos y distribuimos son importados y que estamos expuestos a muchas variables exógenas. Asimismo, estamos trabajando también en trazabilidad logística, para asegurar la inocuidad de los productos que manejamos. El objetivo es cómo llegar con trazabilidad hasta el destino final, y para eso estamos desarrollando tecnología -aún en fase de prueba- para tener la certeza de qué se entregó y dónde. Lo que nos mueve día a día es mejorar el servicio y convertirnos en el mejor proveedor de alimentos del mercado.

¿Internamente es una meta común?
Estamos convencidos de que las personas son un factor clave y es por eso que hemos implementado un sistema de incentivos en todos los procesos logísticos, de tal forma de hacernos cada vez más eficientes. En logística estamos haciendo un trabajo muy serio y creemos que generar un espíritu de colaboración de equipo y metas grupales es fundamental.