¿Cuál es el mayor desafío del Servicio Nacional de Aduanas durante este período?
Nuestro desafío es facilitar las exportaciones y el comercio internacional chileno sin disminuir nuestra eficacia fiscalizadora. Eso suena a dilema, como una cosa muy difícil de lograr, pero mi experiencia me dice que sí es posible y que vamos a ser capaces de hacerlo de aquí a cuatro años más.

¿Con qué estrategia?
En primer lugar, a través de la simplificación de trámites. Eso implica revisar nuestros procesos, estudiar los que se puedan eliminar y los que no, facilitarlos. Lógicamente, va muy de la mano de la tecnología, lo que quiere decir poner operaciones de la Aduana en línea, y esa es una primera parte que ya estamos abordando.

En segundo lugar, hacer un esfuerzo de coordinación entre los distintos organismos públicos que intervienen en proceso de exportaciones, también para hacerlo más fácil y expedito. En ese sentido, pusimos en marcha un proyecto de ventanilla de comercio exterior, donde estamos en línea con siete servicios públicos, por lo tanto, el servicio se está agilizando. Y, en tercer lugar, coordinarnos también con los privados. Esa es una manera particular que tenemos en la Aduana de hacer las cosas: un rediseño de nuestros procesos, pero de cara al sector privado.

En su opinión ¿es relevante el rol de los privados en este proceso?
Creo que estamos haciendo un buen trabajo en conjunto, tanto el sector público como el privado. Eso es algo que nos caracteriza y que nos distingue como país. Podemos estar avanzados tecnológicamente respecto a países vecinos, pero el elemento diferenciador de Chile es que hemos hecho muy buenas alianzas público-privadas. El llamado es a seguir haciendo un trabajo conjunto, basado en la confianza, entendiendo que el desarrollo del comercio exterior es un objetivo-país y que en ese sentido somos socios. Y esto, a pesar que lógicamente en nuestro trabajo diario tengamos que fiscalizar rigurosamente a las empresas, porque ese es también el rol de Aduana.

¿En qué pie está la agenda informática de la Aduana?
Recientemente, anunciamos un proyecto que permitirá reducir los tiempos de ingreso y salida de las zonas primarias, y dentro de ese gran proyecto una de las iniciativas es facilitar el ingreso a la zona primaria, lo que se comenzará a hacer a través de una guía de despacho on line. El sistema permitirá enviar un mensaje, el que a su vez se replicará en el puerto, de manera que cuando llega el camión con la carga ingresa directamente, sin demoras, y la fiscalización se realiza de manera más rápida porque permite a la Aduana saber quién va a llegar, con qué y cuándo. Las guías de despacho de exportación son 600 mil al año, por lo tanto hacerlo bien puede tener un impacto profundo y muy positivo.

¿Qué otros avances tecnológicos implementarán?
Completar con éxito el Proyecto Isidora, el que lleva bastante tiempo y que por distintos motivos nos ha costado sacar adelante. Significa poner en línea una serie de trámites que son claves dentro del proceso de comercio internacional; fundamentalmente el manifiesto terrestre, marítimo y aéreo, junto a los documentos que van asociados a la operación de los almacenes. Asimismo, permitirá revisar los DIN y las DUS, asociados a las importaciones y exportaciones respectivamente. El objetivo es integrar todos estos instrumentos, lo que pretendemos alcanzar durante el segundo semestre de este año.

¿Qué barreras frenaron el avance del proyecto Isidora?
El haber sido un proyecto excesivamente ambicioso, donde quisimos pasar de nada a todo, lo que es muy destacable, pero no lo más práctico. Para sacarlo adelante decidimos segmentarlo en seis sub proyectos que hemos ido liberando para el uso de los privados en la medida en que han estado totalmente aptos. Eso nos permite hoy afirmar con tranquilidad y convicción que vamos a terminarlo bien.

A futuro, ¿cómo proyecta el comercio exterior chileno?
Veo sólo buenas noticias. Chile se ha distinguido a nivel mundial en cuanto a oportunidad porque llegamos antes, firmamos antes que muchos otros países importantes TLCs y eso nos favorece enormemente hoy. Asimismo, contamos con una muy buena cooperación público privada y hemos incorporado exitosamente tecnología a nuestros procesos. Nuestra estrategia de desarrollo como país está fuertemente asociada al desarrollo de las exportaciones y en eso nos estamos sacado una buena nota.