Conceptualmente, la logística civil y la logística militar tienen una orientación y propósitos similares. Para los militares, la logística tiene por objeto proporcionar a las FFAA los medios de personal, material y servicios necesarios para satisfacer en cantidad, calidad, momento y lugar adecuado las exigencias de la guerra. En un sentido más general, se preocupa de la creación y sostenimiento permanente de los medios y de las fuerzas de combate para asegurar la máxima efectividad de éstas. Las aparentes diferencias entre ambos mundos se deben a que la logística militar está concebida para un alto grado de actividad con un ámbito de acción mayor que considera personal, material, servicios e información.

Las particularidades de la logística militar se derivan del hecho que son instituciones de servicio, que actúan en un ambiente de muy poca competencia y podemos resumirlas en:

• La visión de la logística del material responde a un enfoque sistémico con un énfasis dado por el ciclo de vida de los equipos y sistemas (15 a 30 años), algo similar a lo que ocurre en actividades intensivas en capital, como la gran minería por ejemplo.

• Existe un desacople entre su dimensionamiento conceptual y el grado de actividad real. Se debe estar preparado para la guerra, pero la actividad corresponde a operaciones de tiempo de paz

• El nivel de servicio demandado es muy alto (en algunos casos de un 100%), lo que implica duplicar equipos e inventarios. La razón es que las FFAA deben ganar las guerras y muchas operaciones son de alto riesgo para personas y equipos (submarinos, aviones de combate, etc.) que exigen especificaciones más altas que para actividades civiles. Ello explica que el enfoque de los administradores esté puesto en el logro de los objetivos, es decir, decisiones orientadas a la eficacia.

• Las FFAA poseen demasiados core businesses, derivados de una tendencia a ser autárquicos, a la necesidad de asegurar una alta disponibilidad y a que hasta ahora el mercado no proveía eventuales soluciones. Además de las actividades netamente militares, las instituciones operan en áreas de educación, instrucción, salud, man-tenimiento, etc.

Los puntos de encuentro derivados de la logística entre ambos mundos se generan naturalmente por la necesidad de buscar más eficiencia en la gestión, motivada por una situación de reducción presupuestaria, de infraestructura, de personal y, además, por el aumento de las operaciones requeridas, necesidad de mayor capacitación del personal y un enfoque más orientado a la disponibilidad operacional. Los podemos resumir en:

• Las FFAA son un tremendo poder comprador: Si descontamos los gastos en sueldos, entre un 30% y un 40 % del presupuesto obedece a adquisiciones de bienes o servicios y esos montos son de millones de dólares

• Tercerización: La necesidad de hacer una mejor gestión obliga a tercerizar actividades (instrucción, transporte, servicios; mantenimiento, almacenamiento, etc.)

• Globalización: Más allá de operar en un ambiente Internet, hay espacios de intercambio de información y conocimiento; uso de sistemas de catalogamiento OTAN, empleo de códigos de barra, RFID, negocios y transacciones del tipo B2B, etc.