En los últimos años, ¿cuáles han sido los hitos más importantes de esta industria?
Sin duda, su crecimiento es muy destacable. La industria de envases y embalajes ha venido creciendo cerca del doble de la economía del país, es decir, alrededor del 10% anual. Esto se explica gracias a la fuerza de Chile como potencia agroalimentaria, porque los envases están totalmente indexados a las exportaciones de alimentos. El 100% de nuestras exportaciones lleva algún material de envases y embalajes y sobre el 90% de los alimentos que se venden en el exterior es contenido en un envase. Por ello, en la medida que Chile quiera seguir creciendo en sus exportaciones y llegar a los 20 mil millones de dólares -que es la meta para los próximos cuatro años-, ésta seguirá siendo una industria próspera.

¿Está aumentando el valor agregado de los envases?
Cada vez más. Por ejemplo, antes el salmón se exportaba por piezas en una gran caja, mientras que hoy se hace a través de pequeñas porciones, porque así se valora más en los mercados internacionales y, por lo tanto, se requiere de una mayor cantidad de envases para el mismo producto, en un formato más trabajado.

¿Eso implica un trabajo importante en términos de homologación de la normativa internacional?
Así es. La industria ha tenido que incorporar todas las normativas y exigencias de los mercados externos. Se utilizan materialidades y diseños capaces de soportar largos recorridos, por lo tanto, se requieren materiales resistentes que, al mismo tiempo, sean respetuosos con el mediombiente, otra exigencia del mercado mundial.

¿Ya se ha hecho sentir esa presión a los productores de envases chilenos?
Claro que sí. Sin ir más lejos, la industria del vino le pidió a los fabricantes de envases de vidrio un envase con las mismas características, pero entre un 10 y 15% más liviano, de manera de disminuir considerablemente su huella de carbono. Todo eso redundó en una sumatoria de eficiencias, porque al disminuir el espesor de las botellas, disminuyó también la cantidad de vidrio utilizada y bajó el precio del transporte, entre otros factores.

¿Los envases también están permitiendo llegar directamente a los clientes y no a través de intermediarios?
Efectivamente. Para eso el envase debe ser atractivo, funcional, resistente y cumplir con las exigencias de calidad impuestas por cada país de destino. En algunos supermercados de EE.UU., los envases provenientes de Chile ya han logrado llegar con algunos productos directamente a la góndola -como la fruta-, posicionándose en esos mercados y aumentando el flujo de exportaciones desde nuestro país.

¿Cuál es la industria que utiliza mayor cantidad de envases?
Nuestros datos indican que el 90% de los envases que se exportan desde Chile al mundo son para contener alimentos. Tanto en esta industria, como en todas, los envases y embalajes -o empaques- juegan un rol muy importante en la imagen del producto. Son un medio de comunicación, de venta, y una herramienta de marketing muy valiosa. En particular, los beneficios que entrega un envase a los alimentos son innumerables: inocuidad, seguridad y protección frente a los agentes externos que pueden alterar su calidad.

¿Qué tipo de envase es el que predomina?
Dentro del sector predomina la producción de envases de plástico y de papel y cartón, y aunque en menor medida, crece también el desarrollo de los envases de vidrio, madera y derivados del metal.

¿Cuál es el que más crece?
Todos crecen en distinta medida, pero la versatilidad y expansión de los plásticos es muy notable, principalmente por su variedad. Están los plásticos rígidos y los flexibles, y dentro de ellos es posible combinar seis tipos de plástico distintos, lo que le da un performance muy destacable.

Asimismo, la gran posibilidad que otorgan los envases de cartón también empuja al packaging de este material hacia el crecimiento. Por un tema de imagen y protección, muchos productos contenidos en plástico llevan además un envoltorio de cartón, casi siempre una caja, como los cereales, las cremas, las pastas de diente, los vinos. El uso del papel y cartulinas en los envases también crece por el uso creciente de etiquetas informativas en los productos.

Por su parte, los envases de metal siguen incrementándose producto de la venta de latas de aluminio y aerosoles; y los de hojalata, que contienen las conservas y que las personas prefieren por su alta durabilidad y el creciente mercado de pinturas y adhesivos.

En cuanto a innovaciones, ¿cuáles son las principales novedades?
La evolución de los envases, su tecnología e innovación se han dado producto de la transformación de las necesidades de los consumidores. Por ejemplo, debido a que la población del mundo es cada vez más longeva, las principales innovaciones de los envases están relacionadas con su funcionalidad. De ahí el éxito de los empaques del tipo “Easy Open”, o con pre-picados para que ninguna persona tenga dificultad para abrirlos.

¿Cuáles son los avances más destacables en materia de tecnología?
Sin duda que la impresión digital es uno de los ‘must’ de este sector, por la bondades que esta tecnología entrega a los envases. Las tecnologías limpias de fabricación son una oportunidad que está tomando la industria de e + e. También fabricar envases que, independientemente del material, puedan reciclarse o al menos reutilizarse. Este es uno de los desafíos a los que debe hacer frente la industria de envases y embalajes, junto con innovar, en el sentido de buscar en forma permanente, ahorrar en la cadena de trasporte y almacenamiento, y sobre todo interactuar con el producto que contiene.

En particular, en sus distintos materiales, la industria de envases y embalajes está tendiendo a disminuir los espesores manteniendo la calidad y resistencia, de manera de producir empaques más livianos, a un menor costo y con una huella de carbono menor. Sin duda, son la sustentabilidad y la innovación los dos grandes temas que mueven esta industria en Chile, motivados por la estrategia país “Chile potencia agroalimentaria”.