Al exportar un producto, es frecuente que se piense principalmente en los embalajes secundarios y en los componentes asociados a la Logística de Transporte, como por ejemplo cajas de cartón corrugado, maxi bolsas, tambores metálicos o contenedores para empaques secundarios, pallets o para el contenido a granel. El objetivo principal de este embalaje es la protección durante el transporte, evitando daño a la carga, junto con la eficiencia logística.


Mayor seguridad

Además de los embalajes secundarios mencionados, en el proceso de exportación se suman productos como zunchos y envolventes termo retráctiles que otorgan seguridad contra hurtos y condiciones climáticas adversas.
El medio de transporte a utilizarse también debe estudiarse, pues los requerimientos de la carga aérea son distintos a los de la carga marítima o terrestre, en cuanto a duración, exposición y solicitaciones de carga y movimiento.
No hay que olvidar que una combinación de medios de transporte suele ser necesaria para llegar a puntos de destino menos urbanos, incluyendo trayectos al aire libre o caminos rurales. Por esto, optar por empaques más económicos puede exponer la carga -y su negocio completo- a situaciones riesgosas.


Cuánto informar

Las indicaciones gráficas ayudan a definir las responsabilidades por daños frente a empresas aseguradoras. Deben mantenerse simples y con lo necesario, para no invitar al robo; e incluir señalética para la correcta estiba y manipulación. Existen indicadores que “acusan” una manipulación inapropiada, que puede no dañar el embalaje, pero sí la carga.


Asesórese por expertos

Para aquellos que comienzan a exportar, es conveniente, en algunos casos, subcontratar a empresas con experiencia en el transporte, desde un punto de vista logístico y de seguridad, que les puedan asesorar respecto de los medios más apropiados de acuerdo a su carga y los aspectos de comercio exterior a considerar.

Además, hoy son un factor importante las legislaciones vigentes en los distintos mercados de destino, referentes al manejo de los empaques y otros componentes asociados (pallets, por ej.), y tendientes a la reducción de desechos, a la retornabilidad, al reciclaje, a la recuperación o reutilización.

En este sentido, existen normas y organizaciones que es necesario tener en cuenta antes de decidir los empaques a usar, pues algunos (como las cajas de cartón corrugado) necesitan ser impresos con rotulación especial.

Es importante, por tanto, conocer y resolver el tema de los empaques en conocimiento de causa, y no decidiendo “en el camino”. El emplear la rotulación adecuada implica que uno pagó su cuota para que una organización establecida como parte de la cadena del empaque se haga cargo del manejo post consumo de las cajas en destino, incluyendo las que llegan al retail.

El uso de madera en cajas, pallets o contenedores también está regulado, en particular por condiciones sanitarias, y en algunos casos, como en el de los pallets, existen dimensiones estándar.


Bienes perecibles: Envases primarios y procesos limpios

La forma de exportar bienes perecibles y alimentos está regulada, junto con la rotulación de las etiquetas, para muchos destinos. Cada vez son mayores las exigencias sobre seguridad e inocuidad alimentaria, afectando los procesos de preparación, los ingredientes, la maquinaria de proceso y también el uso de materiales de envases apropiados y seguros. La sustentabilidad post consumo de los materiales, es un factor que tomará preponderancia en el futuro cercano, debiendo cumplir con huellas de carbono en su producción y procesamiento.

• Envases primarios: Las decisiones del uso de materiales para los envases primarios son numerosas. La protección del producto, la garantía de su vida útil, evitar la manipulación inapropiada del envase y el uso de sellos de seguridad, son aspectos que toman mayor peso en la medida que las normas de inocuidad y seguridad se ponen cada vez más exigentes. Esto, sumado a las exigencias por envases más amistosos con el medioambiente.

• Funcionalidad: Complementos del envase, tales como los distintos formatos de tapas, las membranas, cierres y sistemas abre fácil, son una tendencia bien valorada por los consumidores.

La calidad de éstas, como su aplicación, son, en rigor, lo que determina el valor agregado para el usuario. Estos factores pueden pasarse por alto, terminando con un buen producto mal envasado, destinado al fracaso de la exportación.

• Exhibición y descarte: No sólo los materiales son importantes: la forma en que se diseñan, usan y descartan los envases toma preponderancia, y deben definirse al inicio de una propuesta de marketing.

El diseño del empaque deberá tomar en cuenta, además, los modos de exhibición final, donde el diseño deberá atraer al comprador al instante, dándole a conocer, en un ambiente competitivo, los beneficios de su producto. Para ello, existen cada vez más links al mundo digital, pero el principal “momento de la verdad”, hasta ahora, sigue siendo en la góndola.