Hasta hace unos años, las principales opciones en el ámbito de educación logística se centraban en cursos y diplomados en comercio exterior, mientras que los aspectos logísticos sólo eran una parte menor en carreras profesionales como Ingeniería Industrial, señala Cynthia Perisic, Gerenta General de la Asociación Logística de Chile (ALOG).

“Al tomar mayor importancia las tareas logísticas, el mercado obligó a las instituciones educativas a darle un espacio más relevante al tema dentro de su oferta, surgiendo carreras universitarias y de formación técnica, con especialización en el área logística”, sostiene.

Para la ejecutiva, hoy existe bastante oferta, sin embargo persiste en general una disociación entre lo académico y la realidad laboral, lo que se refleja en que los egresados de estas carreras o cursos no siempre cumplen con los perfiles mínimos requeridos por las empresas.

Cynthia Perisic, Gerenta General Asociación Logística de Chile (ALOG).

Andrés Amigo, Director de los Diplomados de Logística de la Universidad de Santiago (USACH).

Luis Alberto Gaete, Director Escuela de Ingeniería Vespertina Facultad de Ingeniería UDP.

Para Andrés Amigo, Director de los Diplomados de Logística de la Universidad de Santiago (USACH), existen dos parámetros al respecto. El primero, tiene relación con la formación técnica, donde destacan instituciones que gestan sus programas en base a los requerimientos del mercado, pero que aun así carecen de la formación práctica y de competencias blandas al respecto.

Por otra parte, para el ejecutivo de USACH, “en cuanto a la formación logística profesional aún estamos en pañales, ya que aunque existen programas de ingeniería, magíster y otros, siempre están muy ligados a la operación y muy poco a la gestión de la cadena de suministros integral”, señala.

A juicio de Luis Alberto Gaete, Director Escuela de Ingeniería Vespertina Facultad de Ingeniería UDP, en materia de Educación Logística existen variadas alternativas y cada una de ellas tiene sus matices y foco. “Nosotros nos enfocamos hacia la gestión estratégica: donde destacamos la gestión, el diseño, y la implementación de procesos logísticos con una clara orientación proactiva a la gestión del negocio”, afirma.


Avances y desafíos

De acuerdo a Andrés Amigo, cada institución avanza de forma independiente y se han hecho esfuerzos, por ejemplo, por incorporar tecnología en las mallas curriculares. Sin embargo, añade, “estamos a años luz de programas académicos como los que enseñan las universidades en Europa, donde el conocimiento se basa en la aplicación para una disciplina eminentemente casuística”.

A las actuales exigencias del mercado, se suma la existencia de clientes más informados y exigentes que obligan a manejar una eficiente cadena de abastecimiento. “Todo esto, no sería posible sin personal adecuado y capacitado. Afortunadamente, quienes toman las decisiones han hecho cada vez más consciente esta realidad, desarrollando importantes planes de capacitación”, asegura Cynthia Perisic. Por ejemplo, la UDP ofrece una salida intermedia al cuarto semestre que habilita al alumno como técnico en gestión de almacenes. “Este título ha sido muy bien recibido, ya que le permite al estudiante encontrar rápidamente trabajo en el área; además, como se dicta en horario vespertino les posibilita compatibilizar trabajo y estudio”, asegura Gaete.


Ventajas profesionales

Para superar la brecha entre los contenidos que incluyen instituciones de educación con lo que requiere el mercado laboral, se han debido implementar planes de capacitación interna para nivelar los conocimientos mínimos, lo cual no es lo ideal, por los costos y las pérdidas de capacidad productiva que implica. “ALOG ha estado en contacto con algunas instituciones educacionales que tienen cursos o carreras para la industria y, en algunos casos, la brecha está siendo corregida por las mismas instituciones, lo cual permitirá entregar al mercado profesionales que estén preparados para ser un real aporte a sus empresas”, asegura Perisic. “Pero, se trata de un trabajo que tendrá resultados a mediano y largo plazo y que requiere de una permanente revisión”.

Por otro lado, un profesional de la logística no sólo debiera estar habilitado para incorporarse a empresas típicamente del rubro como operadores logísticos o agentes de carga, asegura, sino que a empresas de cualquier industria que requerirán personal especializado. “Si esas tareas se encomiendan a personas que no tengan los conocimientos necesarios, seguramente tendrá sus consecuencias en materia de costos, eficiencia, tiempos de respuesta y manejo de stock”, agrega Perisic.

La logística está entrando fuerte en el modelo estratégico del negocio, por lo que el profesional está cada vez más involucrado en el negocio, señala Gaete. “De esta área dependerá, por ejemplo, que el cliente tenga su producto en el momento que lo necesite y no antes ni después. Entonces, la visión estratégica de la logística está abriendo un camino claro y fuerte a este profesional”, añade.

“Además, hoy un profesional logístico, debe tener una serie de competencias blandas, como por ejemplo la capacidad de negociación, el manejo de equipos de trabajo y la capacidad de resolución de problemas y conflictos en el cortísimo plazo”, concluye Araya.